Historia de San Toribio Romo – El patrón de los migrantes

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Todos los migrantes que conocen a San Toribio Romo, quien es un mártir originario de los altos de Jalisco, tienen conocimiento de que no deben tener nada que temer siempre y cuando se encomienden a él.

Cada día son más los testimonios de las personas que aseguran a los demás habitantes de México que han podido recibir la protección de este Santo cuando se encontraban cruzando la frontera de México para llegar a Estados Unidos.

🙏 Historia de San Toribio Romo – El patrón de los migrantes 🙏

De acuerdo a algunos testimonios, el único requisito que tiene San Toribio Romo es que regresen algún día para visitar la “Iglesia de la Mesita”. Esta se encuentra en el poblado Jalisciense de Santa Ana de Guadalupe. Este requisito es con el fin de que vuelvan para pedir a Dios por todas las personas que arriesgan sus vidas buscando el sueño americano. Pero hoy vamos a hablar sobre la gran historia de San Toribio Romo.

Índice()
  1. Vida de San Toribio Romo
  2. Muerte de este Santo Patrono

Vida de San Toribio Romo

San Toribio Romo nació en Santa Ana de Guadalupe el 16 de Abril del 1900. Durante sus primeros años de edad asistió a la escuela parroquial del pueblo donde vivía y más tarde a los doce años de edad gracias a los recomendaciones de su hermana y el gran soporte de sus padres, se registró al Seminario auxiliar de San Juan de los Lagos.

Mientras que María su hermana promovía su educación, sus padres se oponían. Esto porque en él había una gran ayuda en el campo. Sin embargo, María quien también era conocida como “Quica” se encargó de infundir en San Toribio Romo su vocación. Su hermana es quien se encargó de acompañarlo en cada uno de sus destinos con la finalidad de auxiliarlo.

Luego de ocho años Toribio Romo decidió entrar al instituto de Guadalajara. Para posteriormente a los 21 años se dirigió a realizar la solicitud de dispensa de edad a la Sede Santa antes de lograr proceder a la recepción del orden presbiteral.

y el alma negligente padecera hambre

Por esos años, el patriarca Francisco Orozco y Jiménez le confirió el diácono. Esto fue el 21 de Septiembre de 1922. Unos días más tarde, el 23 de Diciembre de ese mismo año, San Toribio Romo guío la ordenación eclesiástica.

Pero para el año de 1917 ya había sido promulgada la ley antirreligiosa en México, esto porque Plutarco Elías Calles quien era el presidente de México odiaba a los católicos. Inmediatamente al promulgarse esta ley San Toribio Romo comenzó a ser vigilado por los entes gubernamentales del país, sin embargo este no dejo de hacer sus quehaceres religiosos.

Fue hasta el 9 de Noviembre de 1926 que el presidente de México ordenó a sus hombres imponer la ley promulgada en 1917. Luego de eso se levantaron más de trescientos hombres armados cansados de la opresión del gobierno.

El gobierno se dedicaba constantemente a perseguir a muerte a todos los sacerdotes y al párroco que se encontraban en la ciudad. Estos debían estar huyendo de un lugar a otro evitando ser encontrados por el gobierno y esperando sus muertes en cualquier momento.

Muerte de este Santo Patrono

En Septiembre de 1927, Toribio estaba a cargo de la parroquia de Tequila, Jalisco. Uno de los sitios en que las autoridades militares y civiles se encontraban en persecución de sacerdotes.

Esto no le intereso a Toribio, utilizó como refugio una vieja fábrica de Tequila que para ese momento se encontraba abandonada y en ella continuaba con sus misas. Tuvo el presentimiento de que su muerte sería ahí y dijo “Tequila, tú me brindas una tumba, y yo te doy mi corazón”.

El Sábado 25 de Febrero de 1928 a las cuatro de la mañana entraron unas tropas de soldados quienes fueron avisados por un delator de que Toribio se encontraba ahí. Entraron a la habitación diciendo “Aquí está el cura, mátenlo”. Ante este grito, el padre y su hermana despertaron. Toribio respondió “Sí soy, pero no me maten”, no permitieron que dijera nada más y dispararon contra él.

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