Oración de la noche del sábado 14 de Agosto
Esta noche, entra en esta notificación y haz la oración para descansar con la paz de Dios. Una de las cosas más placenteras al finalizar el día es descansar, disponernos a dormir para reparar las energías necesarias para afrontar otro día.
¿Es posible poder conciliar el sueño perfecto?
Sí, siempre y cuando le entreguemos el destino de nuestro descanso a Dios nuestro Señor. Él es el único capaz de velar por nosotros mientras dormimos, así como de cuidar que nada malo nos suceda en este tiempo de descanso.
Quiero empezar mi oración nocturna
con reverencia y acción de gracias,
pues este día fue de bendición,
porque tuviste el control, mi Dios,
en todo momento de mi actuar.
Cada minuto transcurrido pude sentirte
y sé que te mantuviste a mi lado cuidándome,
gracias por ser tan buen Padre, Dios.
He llegado al final, cansado del día,
pero sediento de tu presencia, Señor,
por eso te busco en sagrada oración.
En lo privado de mi habitación, te siento
y puedo descubrirme ante ti, para sincerarme
y mostrarme como el imperfecto ser que soy.
Tengo en esta hora que rendirme con amor
y además de darte gracias, Padre,
vengo a pedir como todo hijo tu protección.
Así como este día transcurrió sin pesares,
sin problemas de ningún tipo, Señor,
así quiero que transcurra mi noche.
Deseo dormir y soñar en paz, para
mañana comenzar una nueva faena,
descansado y con muchas fuerzas.
Por eso, te pido en esta noche,
seas Tú Señor, cuidando mi sueño
y protegiéndome de todo mal.
Tú que eres el único que no duerme,
y siempre está atento a la necesidad
de aquellos que fuimos llamados
a ser tu pueblo, guárdame, Señor.
No permitas que en este momento oscuro,
venga a mi vida terror nocturno a perturbarme,
aleja de mí cualquier cosa contraria a ti.
Guárdame con especial amor, Dios,
y pon ángeles alrededor de mí,
para cuidar mi sagrado sueño.
Que mientras descanse, Señor mío,
puedas poner en mi interior planes del
reino, el diseño que has dispuesto para mí,
de modo que al despertar, sepa bien
lo que quieres que haga en el nuevo día.
Ayúdame a ver en mis sueños tu grandeza,
y muéstrame el camino recto a seguir
mientras esté despierto, Padre Santo.
Sé Tú Padre, removiendo mi ser,
quitando de mí lo que no te agrada,
y sembrando lo que deseas ver en mí.
Que mis horas de sueño reparen mi mente,
alisten mis oídos, hagan prestos mis ojos
y endulcen mis labios según tus designios.
Así sabré qué hacer con certeza mañana
y andaré sin tropiezos cumpliendo tu deseo,
llevando a otros el reflejo de tu amor.
Hoy tengo la certeza de que dormiré seguro,
descansaré pues no habrá pesadillas,
soñaré con los asuntos de tu reino
y despertaré para darte toda la honra.
Porque Tú, maravilloso Padre mío, estás aquí
y no te irás de mi lado sin antes mostrarme tu amor,
tu presencia se siente aquí más que nunca.
Me dispongo a dormir relajado, Señor,
olvido desde ahora toda preocupación
y dejo para mañana el afán que corresponda.
Pongo en tus manos todo problema que tuve hoy,
y confío que me darás herramientas buenas
para poder superarlos mañana al despertar.
También dejo bajo tus designios perfectos
todas aquellas cosas que no soy capaz de
cambiar, para que seas Tú, mejorando cada
situación y dándome sabias herramientas, para
cambiar aquellas que si están en mis manos resolver.
No quiero terminar este tiempo de oración,
sin pedir especial cobertura por aquellos que amo,
guarda, mi buen Dios, la vida de mis familiares,
también protege a todos mis amigos, conocidos
y a todas aquellas personas que están en el mundo
necesitadas de ti, mi Señor.
En esta noche, quedo bajo tu amparo,
no descuides mi vida, Señor, y bendíceme
en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
Amén.
Duerme sabiendo que tu sueño es cuidado por Dios, quien no descansa
Ahora dispón tu cuerpo, mente y corazón a dormir y reparar energías para un nuevo día, siente la seguridad de quien es protegido por el poderoso gigante que no duerme, por cuidar de sus hijos y que los bendice hasta en sueños.