Oración poderosa a la Virgen de Fátima para alejar los enemigos

oracion poderosa a la virgen de fatima para alejar los enemigos

El mal ha estado presente en el mundo prácticamente desde que este existe. Aunque, somos seres criados a imagen y semejanza de Dios; la tentación del maligno poco a poco nos va corrompiendo, por eso traemos a ti la oración poderosa a la Virgen de Fátima para alejar los enemigos.

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El maligno se vale de personas, situaciones y múltiples cosas para hacernos caer en la tentación. Los enemigos son una de estas; personas que con un corazón lleno de resentimiento y odio se convierten en piedra de tranca para nuestro desarrollo espiritual y físico.

Acude a la Santa Madre María Santísima bajo la advocación de la Virgen de Fátima con esta oración poderosa a la Virgen de Fátima para alejar los enemigos

Índice()
  1. Oración a la Virgen de Fátima para alejar a los enemigos y aprender a amarlos
  2. Reza por tus enemigos para que su alma vuelva a los caminos del Señor

Oración a la Virgen de Fátima para alejar a los enemigos y aprender a amarlos

Dios nos advierte en su santa palabra que los enemigos siempre estarán presentes en nuestras vidas, estos constituyen la cruz misma, la que tú y yo poseemos… No se trata de combatir el odio con más odio, al contrario, Dios nos enseña a través de su hijo Jesús que a los enemigos se les combate con amor.

Pide a Cristo Jesús bajo la intercesión de su madre que te de un corazón lleno de misericordia y bondad para amar a tus enemigos; que estos se alejen de ti y no te hagan caer en las tentaciones del maligno.

Acudo ante ti, Madre Santísima

bajo la advocación de Fátima.

Fortalece mi espíritu y blíndalo

contra las asechanzas del maligno y sus servidores.

 

Tengo enemigos que me odian por querer hacer el bien,

por ayudar a mis hermanos y por intentar

dejar una huella positiva en el mundo.

 

El enemigo se ha apoderado del corazón de muchas personas.

Las buenas acciones son vistas como acciones repulsivas

y el camino del mal se muestra como el único camino posible.

 

Mis enemigos aborrecen mis buenas acciones y me condecoran

cuando actuó con malicia y profundo egoísmo…

No quiero caer en la tentación de ser igual a mis enemigos.

 

He intentado con todas mis fuerzas hacer el bien

pero mis enemigos me condenan por tales actos.

Es muy tentador seguir los consejos del maligno…

 

Aleja mi espíritu de las tentaciones de la carne Madre Santísima.

Si llegase a sucumbir bajo la tentación del odio y el resentimiento;

levántame Virgen de Fátima.

espinos y lazos hay en el camino del perverso el que guarda su alma se alejara de ellos

No dejes que mi corazón se inunde de sentimientos negativos.

No quiero pagar el odio con más odio, al contrario…

Enséñame a amar a mis enemigos, a orar por ellos y bendecirlos…

 

Así como tu hijo nuestro señor Jesucristo lo hizo.

Aunque me lastimasen, enséñame a amarlos; si me hiciesen pecar,

ayúdame a perdonarlos y a sanar mis heridas.

 

Aprovecho esta ocasión para rezar por las almas

de todas aquellas personas que me han lastimado

con sus acciones y con sus palabras.

 

Te pido por esas personas; que también son

mis hermanos en Cristo Jesús.

Intercede por ellas Madre Santísima.

 

Sé que la tentación siempre existirá y que los enemigos

estarán constantemente al acecho de mi alma.

No permitas que mi corazón vacile o flaquee.

 

Sujeta mi mano fuertemente en los tiempos de turbulencia.

Así podre vivir una vida plena y santa

bajo los designios de tu hijo nuestro Señor Jesucristo.

 

Amén.

Reza por tus enemigos para que su alma vuelva a los caminos del Señor

Dios dice en su palabra: “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen”. Qué difícil es entender y vivir estas palabras… Amar a quien nos ha lastimado nos resulta difícil y casi imposible. Jesús murió en la cruz para enseñarnos el significado del perdón y la reconciliación.

No permitas que tu alma se manche con la venganza, el odio y el resentimiento. Reza continuamente esta oración a la Virgen de Fátima para alejar a tus enemigos y aprender a amarlos… Aunque parezca imposible, para Dios, que es el amor mismo, no lo es.

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