Oración de la mañana del sábado 14 de Agosto

Oracion de la mañana del 14 de agosto

Esta mañana entra a esta notificación y pon tu día en manos de Dios. Vivimos en un mundo ajetreado, donde la rutina diaria nos mantiene en un constante movimiento que nos hace olvidar una acción tan pequeña pero significativa, dar gracias.

Índice()
  1. Decir gracias es un acto tan pequeño, pero a la vez tan grande
  2. Comienza la mañana con un corazón agradecido

Decir gracias es un acto tan pequeño, pero a la vez tan grande

En momentos de abundancia, la mayoría de las personas mostramos un corazón agradecido, pero durante las dificultades son pocos los que agradecen, sin saber que tal vez esta acción sea la llave que abra la puerta a las bendiciones de Dios.

Amadísimo y buen Dios, que bello es conocerte,

hoy cuando apenas despunta el sol te siento,

por ello me acerco a ti en acción de gracias.

 

En esta mañana, quiero elevar a ti una oración,

para acercarme más a tu presencia y agradecerte,

pues sé que abrir mis ojos a un nuevo día, aunque

parezca algo pequeño, es un milagro inmenso

y solo Tú eres capaz de tan maravillosa proeza.

 

Quiero darte gracias por tantas bendiciones, Padre,

se nota que tu mano poderosa se mueve en mí,

puedo sentirte en cada respiro que doy hoy.

 

Gracias por despertarme con un rayo de sol,

estoy vivo un día más, lo que significa, Señor,

que me has dado otra oportunidad para crecer.

 

Agradezco inmensamente la salud que hoy disfruto,

pues soy consciente que en el mundo en que vivo

muchos son los enfermos que sufren de dolor.

 

Gracias, porque desperté con vida, en bajo tu amparo

y protección, no me has desamparado ni un momento

y me regalas una nueva oportunidad hoy.

 

Te agradezco, amado Padre mío,

porque tengo alimentos sanos que comer,

por la ropa y calzado que habré de usar hoy,

porque tengo un lugar para mí, y un propósito social.

 

Gracias, por bendecirme en cada aspecto,

eres tan perfecto, mi Señor, no descuidas nada,

tengo ojos para ver tus maravillas, pero también

tengo oídos para escuchar las buenas nuevas

y labios para compartirlas con otros que no las saben.

 

Me has regalado grandes bendiciones,

tengo cera de mí, personas que me aman

y que se interesan por mi bienestar.

 

Me has dado un cuerpo que sirve como

morada de tu Espíritu y mi alma.

 

Pusiste amado y buen Dios en mi cabeza,

un cerebro con pensamientos de bien y no de mal,

que desde que sale el sol, me aporta ideas brillantes.

Señor sin ti seria muy dificil llevar el sustento a mi hogar

Dotaste mi cuerpo con un corazón lleno de amor,

por lo cual puedo verme en el prójimo y así servirle,

sin dudas un corazón como este, proviene de ti.

 

Por si fuera poco, me has dado órganos maravillosos,

puedo decir en esta mañana, humildemente, estoy bien,

no me falta nada para ser y hacer feliz a otros.

 

Gracias Padre, por mi hermosa familia,

como todas, no es perfecta, pero sí unida,

todos somos parte de un equipo engranado,

capaz de soportar juntos cualquier prueba.

 

Gracias por tu provisión, buen Señor y Dios mío,

sin ti sería muy difícil llevar sustento a mi hogar,

mi provisión es una bendición que viene de ti.

 

No puedo dejar de agradecerte por mis amistades,

hombres y mujeres de bien, comprometidos con un

sueño, dispuestos a trabajar honradamente cada día.

 

También te doy gracias en esta hermosa mañana,

por la vida de todos y cada uno de mis amigos,

sin ellos llevar la vida es más agradable.

 

Aunque no me gustan las pruebas y los conflictos,

te doy gracias por ellos, pues son necesarios,

solo en las adversidades crecen los hijos tuyos

y hoy más que nunca, reconozco que en todo momento

Tú estás allí, Señor, cuidando de mí, como buen Padre.

 

Gracias, por permitirme crecer a través de las pruebas,

por madurar mi alma con cada momento negativo,

sobre todo, por creer que soy lo suficientemente fuerte

para superar con éxito los desafíos de la vida.

 

Como cada día, te entrego mi vida, Señor,

se Tú, guiándola y bendiciéndola siempre,

en el nombre de Cristo Jesús.

 

Amén.

Comienza la mañana con un corazón agradecido

Después de este tiempo de intimidad junto al Señor, sal al mundo y enfréntalo con alegría, sin olvidar que no estás solo ni un instante. Dios te acompaña, da gracias por ello.

Subir