Oración de la noche del domingo 1 de Agosto

Haz click aquí y termina el día haciendo esta oración de gratitud a Dios. La gratitud hace que Él bendiga mucho más tu vida. Dios se alegra y derrama sobre ti, muchas bendiciones hermosas.
¿Querrá Dios sentir nuestro agradecimiento?
Así como a nosotros nos agrada escuchar la palabra gracias, a Él también. Vivir agradecidos por tantas bendiciones recibidas, es la forma en la que Dios desea que vivamos siempre.
Amado y Santo Padre celestial,
con toda reverencia me acerco,
al lugar especial donde te encuentro
cada noche a ti, en humilde oración.
Yo me encuentro contigo, Padre,
para darte de corazón las gracias,
por todo lo que me das cada día.
Señor Dios y Padre mío, te doy las gracias,
sé que has diseñado mi vida a tu voluntad,
no habían siquiera pensado mis padres tenerme
cuando Tú tenías un propósito para mí.
Decir gracias no es suficiente para tanto,
Tú cuidaste de mí, cuando aún era una célula,
me formaste poco a poco en el seno materno,
fuiste desarrollando mi cuerpo cada día
hasta que estuve listo para ver el mundo.
El día en que nací, Dios estuviste allí,
tu presencia se movía entre médicos,
dejaste caer tu manto sobre mi madre
y así ella pudo calmar sus nervios.
No me dejaste en esas primeras horas,
en las que todo para mí era nuevo,
luego de nueve meses de gestación,
me mantuviste calmado y sereno.
Señor, que grande amor por mí has sentido,
me diste una vida que está protegida por tu
poderosa mano. En cada uno de mis días
vividos has estado ahí conmigo.
No descuidaste nada de mí conforme crecía,
nunca me has abandonado y el que yo, en esta
noche, pueda acercarme a ti en oración para
abrir mi corazón ante ti, es una muestra de tu
gran amor hacia mí.
Que bueno y maravilloso eres Señor,
insisto en decir que dar gracias no alcanza,
Tú eres mi Padre amado y mereces mucho
más de mí.
Tú, mi buen y gran Dios, eres lo que más amo,
no me abandones esta noche ni nunca, ni un
momento, Tú me rodeas desde la infancia con
tu ayuda y protección, colocas en mi camino
personas que me animan a dar más.
Siento en mi corazón darte gracias más que
nunca, que bueno y justo has sido mi gran Dios,
quiero mantener un corazón lleno de gratitud por
todas las bendiciones que me has dado desde
el primer día de mi vida.
Gracias porque apartas de mi camino todo lo malo,
no dejas nunca que la peste destructora se acerque
y no permites a la plaga asaltar mi vida jamás.
Bueno eres Señor, tu misericordia es grande
y tus bondades para conmigo no tienen fin,
te alabaré para siempre con todo mi ser.
No puedo olvidar, mi buen Señor, agradecer
por la familia que me has dado, yo presento
a cada uno de ellos delante de tu presencia,
para que les bendigas y ampares siempre.
No permitas, mi Señor, que caiga de tu gracia,
mantenme siempre con la vista en tu presencia,
que al fin y al cabo es el verdadero norte.
Hoy, cuando el mundo se queja de las injusticias,
vuelvo mi rostro a ti, para darte las gracias,
no has escatimado amor en mi persona.
Cuando miro mi vida con detenimiento y
recuerdo todas las experiencias que he vivido,
puedo reconocer que tu bondad nunca se
ha apartado de mi vida.
Siempre has estado ahí, aun cuando
mi conducta no ha sido la más obediente
a ti, Tú has permanecido fiel a tu promesa
de acompañarme.
Permite Señor que pueda seguir siendo bendecido
y pueda yo, ser una bendición para mis seres amados,
que tu reino se manifieste a través de mí.
Sigue usándome, Señor mío, para llevar tu mensaje
de amor y de perdón a cada persona que amo.
Guarda mi sueño y mi descanso ahora, Señor,
en el poderoso nombre de Jesús.
Amén.
Vivir en la grandeza de la acción de gracias
Después de agradecer a Dios por tantas bondades en su mayoría inmerecidas, nuestra alma siente que puede enfrentar lo que sea pues confía en la presencia de Dios que llena todo nuestro ser.