Oración de la noche del domingo 8 de Agosto
Ingresa aquí y realiza esta bella oración de la noche del 8 de agosto para alejar todas tus preocupaciones, aliviar tu mente y poder tener un sueño reparador en la compañía de Dios.
Santo Padre, ven a mí esta noche, alivia mi corazón y dame un sueño reparador
No te vayas a dormir sin antes realizar esta poderosa oración a Dios para dejar atrás todas las preocupaciones del día y poder descansar tranquilo en sus brazos.
¡Bendito seas, Santo Padre, mi único y amado
Dios, el rey supremo de cielo y de la tierra!
Con otra jornada que termina, vengo a hablar
contigo antes de irme a dormir, para darte las
gracias por todo lo que hoy ha sucedido.
Mi amado Dios, tu eres mi fiel compañero, estás
siempre a mi lado, guiándome y dándome tus
consejos, y es por ello que quiero agradecerte.
Durante esta jornada he tenido momentos de
apuro y otros de tensión, pero gracias a ti, a tu
apoyo y a tus consejos, he podido mantener la
calma y quiero darte las gracias por todo ello.
Te doy las gracias, Santo Padre, por sostener mi
mano, darme ánimos cuando lo necesité y por no
dejar que me dé por vencido a mitad del camino.
Te agradezco también por los alimentos que
pusiste en mi mesa y porque tengo un lugar en
donde me puedo refugiar durante la noche.
Rezo por todas las personas que están sufriendo
hambre, violencia, frío o enfermedades, por
favor coloca tu mano sanadora sobre cada uno
de ellos y te llévate contigo sus padecimientos.
Te doy las gracias por todos los momentos que
me regalaste en este día, los buenos y los malos,
pues sé que fueron todos igualmente necesarios.
Confío en ti, sé que todo lo que haces es porque
me amas, porque me brindas la oportunidad de
aprender a ser más como Tú, con cada lección.
Sé que me amas, que todo lo que haces es por
una razón, sé que quieres lo mejor para mí y
para todos tus hijos y sé también que jamás me
pondrías una piedra que no pueda levantar.
Te doy gracias por las oportunidades que me
pusiste en frente en esta jornada, pues gracias
a ti pude tener un día próspero y de provecho.
En este momento de oración, vengo de rodillas
para recibirte y pongo en tus manos mi vida por
completo, me entrego a ti en cuerpo y alma.
Ayúdame a sanar las heridas del corazón, coloca
tu mano sobre mi cabeza y bendíceme para que
renueve mi alma y así esté completo de nuevo.
Ve aquí, mi amado Dios, abrázame fuerte, dame
tu consuelo y llévate mis tristezas y el dolor por
las pérdidas del pasado, dale alivio a mi corazón.
Llévate contigo mis preocupaciones, mis miedos
y mis angustias, quita el peso que llevo en el
corazón, alivia mi estrés y dame tu paz celestial.
Te pido, Padre, que en esta noche me concedas
un descanso en tus brazos y que me des tu
cobijo, pues Tú eres mi refugio y mi lugar seguro.
Desciende hasta este lugar e invade cada rincón
con tu luz, y protégeme de los peligros de la
noche, bendíceme y cuida mis sueños, Dios mío.
Esta noche quiero poder dejar atrás todo lo que
hoy ha sucedido, todo aquello que me preocupa,
me angustia o me pone triste, para darte lugar a
ti en mi corazón, y lograr un descanso reparador.
Permite que esta noche pueda tener un sueño
reparador, que pueda renovar mis fuerzas y mis
esperanzas en ti y poder enfrentarme al mañana.
Dios misericordioso, quiero pedirte perdón por
los pecados y por las ofensas que he cometido, y
te doy las gracias por escuchar mis plegarias,
tengo la certeza de que pronto me responderás.
Bendito seas por siempre, Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.
Por qué nos cuesta conciliar el sueño
Aunque hayas comenzado tu jornada con una oración y de la mano de Dios, es completamente normal quedar sumergido en el caos o exaltado por los eventos buenos y/o malos sucedidos en el día. Busca la ayuda de Jesucristo para relajar tu cuerpo y mente antes de irte a dormir.