Oración de la noche del domingo 8 de Agosto

Oracion de la noche del 8 de agosto

Ingresa aquí y realiza esta bella oración de la noche del 8 de agosto para alejar todas tus preocupaciones, aliviar tu mente y poder tener un sueño reparador en la compañía de Dios.

Índice()
  1. Santo Padre, ven a mí esta noche, alivia mi corazón y dame un sueño reparador
  2. Por qué nos cuesta conciliar el sueño

Santo Padre, ven a mí esta noche, alivia mi corazón y dame un sueño reparador

No te vayas a dormir sin antes realizar esta poderosa oración a Dios para dejar atrás todas las preocupaciones del día y poder descansar tranquilo en sus brazos.

¡Bendito seas, Santo Padre, mi único y amado

Dios, el rey supremo de cielo y de la tierra!

 

Con otra jornada que termina, vengo a hablar

contigo antes de irme a dormir, para darte las

gracias por todo lo que hoy ha sucedido.

 

Mi amado Dios, tu eres mi fiel compañero, estás

siempre a mi lado, guiándome y dándome tus

consejos, y es por ello que quiero agradecerte.

 

Durante esta jornada he tenido momentos de

apuro y otros de tensión, pero gracias a ti, a tu

apoyo y a tus consejos, he podido mantener la

calma y quiero darte las gracias por todo ello.

 

Te doy las gracias, Santo Padre, por sostener mi

mano, darme ánimos cuando lo necesité y por no

dejar que me dé por vencido a mitad del camino.

 

Te agradezco también por los alimentos que

pusiste en mi mesa y porque tengo un lugar en

donde me puedo refugiar durante la noche.

 

Rezo por todas las personas que están sufriendo

hambre, violencia, frío o enfermedades, por

favor coloca tu mano sanadora sobre cada uno

de ellos y te llévate contigo sus padecimientos.

 

Te doy las gracias por todos los momentos que

me regalaste en este día, los buenos y los malos,

pues sé que fueron todos igualmente necesarios.

 

Confío en ti, sé que todo lo que haces es porque

me amas, porque me brindas la oportunidad de

aprender a ser más como Tú, con cada lección.

 

Sé que me amas, que todo lo que haces es por

una razón, sé que quieres lo mejor para mí y

para todos tus hijos y sé también que jamás me

pondrías una piedra que no pueda levantar.

 

Te doy gracias por las oportunidades que me

pusiste en frente en esta jornada, pues gracias

a ti pude tener un día próspero y de provecho.

Dios te doy las gracias por cada momento que me has regalado

En este momento de oración, vengo de rodillas

para recibirte y pongo en tus manos mi vida por

completo, me entrego a ti en cuerpo y alma.

 

Ayúdame a sanar las heridas del corazón, coloca

tu mano sobre mi cabeza y bendíceme para que

renueve mi alma y así esté completo de nuevo.

 

Ve aquí, mi amado Dios, abrázame fuerte, dame

tu consuelo y llévate mis tristezas y el dolor por

las pérdidas del pasado, dale alivio a mi corazón.

 

Llévate contigo mis preocupaciones, mis miedos

y mis angustias, quita el peso que llevo en el

corazón, alivia mi estrés y dame tu paz celestial.

 

Te pido, Padre, que en esta noche me concedas

un descanso en tus brazos y que me des tu

cobijo, pues Tú eres mi refugio y mi lugar seguro.

 

Desciende hasta este lugar e invade cada rincón

con tu luz, y protégeme de los peligros de la

noche, bendíceme y cuida mis sueños, Dios mío.

 

Esta noche quiero poder dejar atrás todo lo que

hoy ha sucedido, todo aquello que me preocupa,

me angustia o me pone triste, para darte lugar a

ti en mi corazón, y lograr un descanso reparador.

 

Permite que esta noche pueda tener un sueño

reparador, que pueda renovar mis fuerzas y mis

esperanzas en ti y poder enfrentarme al mañana.

 

Dios misericordioso, quiero pedirte perdón por

los pecados y por las ofensas que he cometido, y

te doy las gracias por escuchar mis plegarias,

tengo la certeza de que pronto me responderás.

 

Bendito seas por siempre, Dios Padre, Hijo y

Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

 

Amén.

Por qué nos cuesta conciliar el sueño

Aunque hayas comenzado tu jornada con una oración y de la mano de Dios, es completamente normal quedar sumergido en el caos o exaltado por los eventos buenos y/o malos sucedidos en el día. Busca la ayuda de Jesucristo para relajar tu cuerpo y mente antes de irte a dormir.

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