Oración de la noche del martes 20 de Julio

Oracion de la noche del 20 de julio

En ocasiones nos sentimos muy heridos y lastimados, por las acciones que otras personas han realizado hacia nosotros. Por eso no tenemos ganas de confiar en nadie más, y decidimos sufrir nuestro dolor en silencio. Pero debes saber que Dios siempre estará contigo proporcionando consuelo a tu corazón y alma.

Índice()
  1. ¿Dios puede consolarme en medio de esta situación?
  2. ¿Cómo dejar atrás los recuerdos dolorosos?

¿Dios puede consolarme en medio de esta situación?

Si abres tu corazón a lo que Dios tiene para ofrecerte, sin duda alguna Él hará lo posible por sanar todas y cada una de tus heridas. Pero, realmente necesitas creer en su poder, y en lo que puede llegar a lograr con este.

Majestuoso y espléndido eres mi Rey,

eres grande entre los grandes,

y el único y legítimo Dios

que tiene y tendrá esta tierra.

 

Eres mi Padre amado

y mi fiel y leal justiciero,

te agradezco por nunca abandonarme

y por no olvidar tus promesas

para conmigo.

 

Soy el más afortunado

al tenerte como león protector,

y aún más por tenerte

como Padre de mi vida.

 

No quiero ser un huérfano

sin su padre, es por ello

que te imploro que me

des aliento de vida y

sigas a mi lado en todo momento.

 

Gracias por amarme y por

tenerme como máxima prioridad

entre tus divinos planes.

 

Gracias por dedicarme tiempo

y gracias por ser aquel

que siempre me ayuda a avanzar.

 

Te alabaré por el resto de mi vida

y exaltaré tu nombre hasta que ya

no pueda más.

 

Te imploro que me ayudes a salir

de este enorme vacío que

siento tan profundo en mi

corazón, pues siento que ya

no puedo más.

 

Vengo a ti en esta noche,

para que me brindes el

apoyo que necesito para

salir siempre adelante.

 

No quiero sucumbir ante este

terrible dolor, pues estoy

más que destruido en el mismo.

 

He sufrido de tantas traiciones

que ya mi corazón no puede

seguir soportando esta clase

de actos atroces.

 

Quiero que me des la fortaleza

para olvidar esas acciones que

me han quebrantado en esta hora.

 

Y me permitas tener un sueño

reparador dónde estés Tú

glorificándote y reparando mi corazón.

Dios te imploro que me ayudes a salir de este enorme vacio

Te suplico que me permitas

alcanzar el éxito eterno

en el ámbito emocional, pues

esto es algo que me está

perjudicando en muchas áreas.

 

No quiero ser un títere

del dolor que sonríe por fuera

pero está completamente vacío

por dentro.

 

Ven, repara y aviva mi ser

por última vez, pues ya no

permitiré que sea perjudicado

nunca más mientras viva.

 

Ven, da consuelo a mi alma

y saca este fuerte dolor

de mis entrañas, vierte tu

aceite reparador en mis venas

y haz que mi corazón sane

mediante su poder.

 

Cuento contigo en este momento,

pues no tengo a quien más

recurrir, soy un siervo que ha

sido traicionado por su rebaño,

y que ha sido dejado como

presa fácil para los leones.

 

He podido sobrevivir a muchas pruebas,

pero no sé cuánto más pueda

llegar a resistir.

 

Mis huesos están todos rotos

por el odio humano,

y mi carne ya no puede

seguir soportando el fuego

de la traición del mal.

 

Necesito de tu ayuda pues

Tú eres lo único que me queda,

eres el único con el que puedo

confiar ciegamente y que no va

a darme una puñalada por la espalda.

 

Ven y dame las fuerzas eternas

para levantarme de este charco

de lodo en el que estoy inmerso,

y permíteme levantarme para

correr hasta tu fuente de agua

limpia y purificadora.

 

Oh, mi gran Rey,

pongo mi confianza plena en ti

y espero que puedas ayudarme

en este terrible momento de

soledad y dolor.

 

No permitas que mi alma siga

perjudicada por estas circunstancias

y no dejes que siga

con este profundo dolor.

 

Te imploro que prestes

atención a mis plegarias

en este preciso momento,

y que me des respuesta a

todas y cada una de mis peticiones.

 

En el nombre poderoso del Padre,

del Hijo

y del Espíritu Santo.

 

Amén

¿Cómo dejar atrás los recuerdos dolorosos?

En primer lugar debes pedir mucha ayuda a Dios, ya que Él es el único que nos puede ayudar a salir desde las penas más profundas. Porque tú también debes poner de tu parte, y evitar acercarte a las cosas que te recuerden el daño que te han causado.

Subir