Oración de la noche del miércoles 29 de Septiembre

En esta noche entra a esta notificación y accede a la oración de la noche para pedir la protección de Dios. Él es un Padre atento, amoroso y de infinita misericordia, que se deleita cuando nosotros sus hijos le buscamos.
Pide al Padre su protección para descansar
En oración íntima con Dios, háblale de tus necesidades, invítale a que te acompañe en las noches y sea Él, quien te arrulle, te proteja y guarde, para que duermas bajo su cobertura perfecta.
Mi Dios eterno y poderoso creador de la vida,
gracias por tu infinita bondad y tu dulzura,
por permitirme una vez más, haberme levantado
este día, con ansias de hacer el bien en tu nombre.
Y ya llegada la noche, seguir guiado por ti
doblando rodillas, y pidiéndote en oración tu
divina protección, para que Tú tomes el control
divino de mi sueño, y poder yo acostarme
confiado a descansar.
Porque Tú, Señor, eres el Dios dador de todo,
creador de todo lo que vemos y lo que no,
dueño y Señor de las maravillas del cielo
y de las cosas que se hacen bajo el.
Has Tú, mi Dios, con tus manos benditas
el escudo impenetrable e indestructible de
protección, porque para ti, Señor, nada es difícil,
inalcanzable o imposible, eres el principio y el fin,
eres fuente inagotable.
En esta noche quiero entregarme a ti, Señor,
de cuerpo y alma, en perfecta y humilde adoración,
y decir a viva voz: santo, grande, poderoso
solo eres Tú, Señor, todo admirable,
amable y bondadoso.
Te alabo, Señor mío, porque solo Tú eres digno,
no existe otro más grande y poderoso como Tú
que, con palabras y hechos, me has mantenido
limpio, me has cuidado y llevado de tu mano.
Porque eres un Dios piadoso, vaso lleno de verdad,
camino eterno e incorruptible de luz, vida y paz,
de un amor sin límites, para tu creación,
y celoso, porque solo tuya es la gloria.
En esta noche, mi Dios, te pido tu protección,
recíbeme en tus poderosos, amorosos y cálidos
brazos, llévame a reposar en las praderas de tu jardín,
donde nada ni nadie fuese capaz de alterar mi tranquilidad.
Envía a tu Santo Espíritu, para que me acompañe,
me guarde y libre mis sueños del ataque enemigo,
para darme un descanso que renueve mis energías,
porque solo bajo tu excelsa presencia podré dormir.
Recuerda, Señor, que solo soy una oveja pequeña
en la inmensidad de los campos del mundo,
y Tú eres mi pastor, que me cuida bien y me
libra del lobo y de cualquier depredador.
Así pues, yo me declaro indefenso y temeroso,
si no estoy bajo tu cuidado, porque solo a ti,
el enemigo teme, y tu paso cual firme roca,
le hace temblar y huir despavorido a su guarida.
Por eso, Tú, mi Dios, líbrame del enemigo,
que toda asechanza sea neutralizada en tu
palabra, haz de mis sueños, un momento tranquilo
de conexión, con la gracia que viene de lo alto.
Para que mi nutrición espiritual no cese jamás,
hazme crecer en tu palabra, Señor mío, y conforme
a tu voluntad, mi proceder hable de ti, guiado por tu
mano amorosa e infinita sabiduría.
Porque quiero cada día entregártelo y consagrarlo
a ti, por ello, en esta noche y en intimidad divina,
declaro que quiero vivir y servir en tu santuario,
haz de mi un servidor digno de tu favor.
Guíame en todo momento, porque quiero vivir
la eternidad, ser llamado el día del juicio y despertar,
ver las puertas del paraíso y entrar en tu reino,
y estar en un sitio de absoluta paz.
Que cada noche, Padre Santísimo y amado,
sea una oportunidad para el acercamiento de mi
alma con tu Espíritu, para que así, cada día se
transforme en ocasión para glorificar tu nombre.
Esta noche, descanso en tus brazos, sabiendo que
tu protección no puede ser derribada por ningún mal,
confío mi vida a ti y declaro que mi noche será de plena paz.
Amén.
Dormir bajo su abrigo
Dios es nuestro guía, armadura, escudo y espada. Si Él nos acompaña, y nosotros estamos en Él, nadie estará en nuestra contra; y esta es la mejor forma de dormir tranquilos.