Oración de la noche del 5 de Noviembre

Oración de la noche del 5 de Noviembre

Ingresa en este enlace antes de irte a dormir y realiza esta poderosa oración de la noche del 5 de noviembre.

Índice()
  1. Poderosas palabras para protegerte en las noches
  2. Vivir como lo dicta la Sagrada Escritura y ser un buen cristiano

Poderosas palabras para protegerte en las noches

Antes de irte a dormir, ora en nombre de Dios para recibir su protección y poder descansar en paz esta noche.

Santo Padre, ahora que el día ha llegado a su fin,

vengo al reencuentro una vez más en soledad y

en silencio me arrodillo ante ti para alabarte.

 

Antes de entregarte mi oración, quiero darte las

gracias porque me has permitido llegar al final

de la jornada y a la hora del descanso a mi hogar.

 

Gracias por cuidar de mí y de mis seres queridos

durante este día, por estar a mi lado e indicarme

como debía actuar en cada momento de duda.

 

Te agradezco por los alimentos que tengo hoy en

mi mesa, por las manos que lo han preparado y

porque tengo un lugar en donde refugiarme esta

noche y darle descanso a mi cuerpo y mi mente.

 

Rezo porque nunca me falte el sustento diario y

porque mis seres queridos puedan proveer a los

suyos todo lo que necesitan para una vida digna.

 

En este momento vengo a tu reencuentro, Señor,

entregándote mis alabanzas desde lo profundo

de mi corazón y vengo a pedir ayuda y protección.

 

Tú que no conoces de imposibles, guárdame esta

noche, te lo suplico, mi amado Padre, Tú eres mi

Salvador y sé que me protegerás de todo el mal.

 

También quiero pedirte que me abraces en este

momento, te lleves contigo todo el estrés de la

jornada y alivies la carga que hay en mi corazón.

 

Por favor, Dios, quita toda angustia y tristeza que

haya en mí y ayúdame a encontrar las respuestas

a todo lo que no entiendo en este momento.

 

Mientras me preparo para irme a dormir, te pido

que me guardes bajo tus alas protectoras, se mi

escudo y no permitas que nada malo me suceda.

 

Te pido que me concedas este deseo porque Tú

eres mi escondite y bajo tus alas encuentro mi

refugio siempre, sin importar en donde yo esté.

Dios quita toda angustia y tristeza de mi corazon

Por favor, coloca tu mano encima de mi cabeza y

úngeme con el aceite de la santa obediencia a la

ley y envíame tu fortaleza, para que no me deje

llevar por los placeres y tentaciones mundanas.

 

Te ruego, Padre, quédate a mi lado siempre y

ayúdame a mantener firme mi integridad, que

mis acciones sean sinceras y de total entrega.

 

Concédeme esta noche tu paz celestial, que

pueda descansar, renovar y fortalecer mi cuerpo,

mi mente y mi alma, y así pueda estar listo para

enfrentarme con buena energía a un nuevo día.

 

Por favor, Padre, indícame cuál es el sendero que

debo tomar y bendice mis manos para que haga

con ellas cosas grandes y maravillosas para Ti.

 

Esta noche, ven a mis sueños y enséñame todas

las formas en las que puedo demostrarte mi

amor, mi fidelidad y mi compromiso contigo.

 

Mientras duermo, enséñame a ver todo aquello

que haya en la tierra que sea puro y verdadero,

háblame en sueños y enséñame a ser una mejor

persona, honesta, serena y justa con los demás.

 

Te ruego, Dios, transforma mi alma a través del

Espíritu Santo y hazme a tu imagen y semejanza,

para que mi vida sea para servirte con agrado y

pasión a ti y a los demás, acorde a tu voluntad.

 

Rezo en tu nombre, mi amado Dios, baña todo mi

ser con tu honestidad, quiero que mi vida sea un

resplandor de tu rectitud y que no salgan de mi

boca mentiras cuando hable con mis hermanos.

 

Esta noche, vísteme con tu armadura para que

pueda plantarme firme y con valentía frente a la

adversidad, y pueda así luchar contra las tinieblas.

 

Oro en tu nombre, Dios, mi salvador, porque

pueda honrarte todos los días mientras viva.

 

Amén.

Vivir como lo dicta la Sagrada Escritura y ser un buen cristiano

Muchas veces las situaciones difíciles nos hacen dudar del amor y de la fe en Dios, por lo que nos cuesta vivir como nos ha enseñado a través del Evangelio. Sin embargo, no debemos olvidarnos nunca que el Señor es nuestro fiel guardián protector y como tal, quiere lo mejor para nosotros.

Subir