Conoce la historia de San Martín Caballero- El soldado de Dios
Amado lector, a lo largo de la historia de los santos de Dios. Conoce la historia de San Martín Caballero, hombre de irrefutable testimonio mientras estuvo en vida. Te invito a conocer, porque es el patrono del trabajo y las oportunidades; y como se convirtió en un santo venerado, por muchos fieles y devotos.
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Conoce la historia de San Martín Caballero
Este hombre, mientras estuvo en vida; fue reconocido, como una persona: Clemente, humilde, desprendido, tranquilo e insigne; la descripción perfecta de un hombre de mucho valor interno. Nacido en donde ahora esta Hungría, en el año 316 después de Cristo; hijo de padres paganos, pues su padre era parte del ejército Romano; recibió su educación también de allí, llegando a ser parte del ejército.
Siendo aún soldado, se encontró a un indigente en el año 337; casi desnudo durante un frío invierno; él se quitó su capa, con su espada el corto en dos partes; y le dio una al pobre hombre, y se fue. Esa misma noche, durmiendo se le apareció Cristo en sueño; con la mitad de la capa que había regalado diciéndole: “Martín me ha cubierto en este día”.
Con mucha razón, se convirtió al Señor; pero al querer abandonar el ejército no se le permitió, ya que era uno de los mejores. Años después, el emperador estaba premiando a los valientes; que participarían en la guerra, Martín se presentó explicándole que quería pedir la baja; afirmando ser: “Soldado de Cristo y no el legal para mí, luchar en otro ejército”. Éste emperador, burlándose en su cara; le dijo que no lo hacía por su fe, sino por cobardía; porque al día siguiente se enfrentarían, a los bárbaros.
La oposición al pedir la baja; era que podía ocasionar la muerte; pero al ser apreciado por todos; el mandatario solo se burlaba, mas él insistía; dándole una propuesta, que demostraría que Dios estaba con él; y le dijo: “Mañana resígneme a estar en la primera línea de batalla, sin armas; así le comprobaré mi valor, y lealtad; y le aclararé que el miedo que tengo no es a morir, sino a causarle la muerte a otros”.
Se hizo así, y al momento de la batalla los bárbaros no se presentaron; habían huido, al escuchar rumores de ejército romano; que decían tener su victoria segura, tanto que algunos se presentarían sin armaduras. El emperador no le negó la baja, y abandonó el ejército a los 23 años; convirtiéndose en monje.
Si era conocido por sus grandes valores, al convertirse a Dios; se convirtió en un santo. Pero aun así, muchos demonios le aparecían para tentarle; hasta querer comprar su integridad, mas él los alejaba en gran convicción; con su crucifijo y fuertes oraciones.
Fundó monasterios en varios lugares, donde enseñaba mucho; acerca de Dios, y la gracia que abunda en consagrase a él. Uno de esos lugares, está Tours donde dedicó sus últimos años de vida; al estudio de la Escrituras.
Este santo, es muy reconocido en México; y su fiesta se celebra, los 11 de Noviembre todos los años; aclamando al santo patrono de las oportunidades, invocándolo; para tener victoria económica, mejorar sus agilidad comercial; y también todo aquel que buscando un cobijo, o viajar; testimonio de un hombre; recto de corazón y también la vida de un ser que experimentó el llamado de Jesús; de una forma muy bella.
Este santo, es colocado en la entrada de muchos negocios; para venerarlo, y a la vez una manera de rogarle por la prosperidad del lugar; hay muchos testimonios, de personas; que declaran haber recibido de San Martín Caballero, su milagro. Muchos lo invocan, también para recibir favor, nobleza y un corazón caritativo.
El soldado valiente de Cristo Jesús
Este hombre es un buen ejemplo; porque su generosidad no se basaba en dar para ser visto, y aclamado; compartía sus posesiones con los más necesitados; sin recibir nada a cambio. Por eso es aclamado, y más en México; ya que esa bondad se extendió para aquello que le invoca con fe. Conoce la historia de San Martín Caballero, muestra a un verdadero soldado de Cristo; pues abandono, todo lo que le ataba a lo malo; siendo el mejor en su oficio, no lo dudo y puso en prueba su fe.