Oración de la mañana del 21 de Octubre

Oración de la mañana del 21 de Octubre

Supera los miedos con la ayuda de Dios, solo entra a esta notificación y encuentra la oración más adecuada para conectarte con Él, y así poder pedirle se adueñe de tus miedos y los saque de tu interior.

Índice()
  1. Dejar inoperante al miedo si es posible
  2. Vive hoy la libertad de no sentir temor

Dejar inoperante al miedo si es posible

Vivir sin temores es posible, solo debemos aprender a usar la oración como herramienta para dejar inoperante ese sentimiento, que si no se canaliza puede llegar a paralizar los propósitos de Dios en nuestras vidas.

Bueno es estar en tu presencia y alabarte, Padre,

saber que en mi lugar sagrado y de intimidad, puedo

encontrarme contigo sin alguna preocupación.

 

Hoy, te rindo mi ser por completo, Señor,

postrado humildemente ante ti estoy,

sé Tú manifestándote en esta mañana.

 

Aquí me tienes ante ti, corazón en mano,

dispuesto a ser escudriñado y evaluado,

para de esta forma encontrar en mí lo malo

y poder sacarlo de mi vida de raíz, Señor.

 

Hoy admito que soy débil y vivo en constante miedo,

sé que esto me hace daño, pues me paraliza

y me impide actuar muchas veces, Dios.

 

Por eso hoy te pido, Padre amado, que

tomes las riendas de mi vida una vez más

y me guíes por el camino correcto, Padre.

 

Lléname con tu Santo Espíritu y envuelve mi mente,

solo así, mi Dios, mi corazón encontrará paz, ayúdame

también a tomar las mejores decisiones y elegir

todo lo que sea para mi propio bien.

 

Hoy me refugio como cada mañana en ti y pongo

en tus manos mi esperanza, solo así podré

transitar este día alejado del miedo.

 

Hoy me cubro con tu preciosa sangre

y me armo de tu justicia, mi amado Dios,

solo así la maldad no se atreverá a tocarme.

 

En este momento rechazo cualquier atisbo de debilidad,

me sacudo del cuerpo la pereza y el desánimo,

y rechazo todo vicio que pudiera tener mi alma.

 

Pues solo así habrá espacio suficiente para que Tú mores

y hagas de mí, un templo para la santidad.

 

En esta hora, rompo cualquier atadura con la maldad,

así como todo pecado que me aleja de tu verdad,

esta mañana me declaro libre de todo lo que me detiene.

Padre toma las riendas de mi vida

Escucha con amor y ternura mi clamor

y enciende con tu llama mi corazón,

usa lo que antes me hacía débil para mi bien

y dame las herramientas para en tu nombre vencer.

 

Muévete como si fueras el viento a mí alrededor

y dale a mi cuerpo las fuerzas del búfalo, Señor,

de esta manera podré resistir en pie cualquier prueba.

 

Mantenme lleno de ti y de tu valentía,

para que sin miedo alguno enfrente este día,

sé mi escudo fuerte y sin defectos.

 

Que al final del día sienta la satisfacción

de haber alcanzado la meta diaria de tu mano,

y te honre por ello de nuevo, Señor.

 

Quiero vivir siendo uno contigo, en perfecta comunión,

ya que los temores dejan de serlo cuando estoy en tu

presencia, y las cosas resultan ser como Tú las deseas, Dios.

 

Te dedico este día, dejo en tus manos mi vida,

no me abandones a mi suerte jamás, cúbreme

y líbrame de mis posibles angustiadores.

 

Hoy despojo de autoridad al diablo y sus lacayos,

reconociendo que tu luz preciosa sobrepasa, Señor,

cualquier tiniebla por muy grande que parezca.

 

En esta mañana, te reconozco como dueño de mi vida,

como estandarte de mi corazón y como fuerte guerrero

que al enemigo para siempre venció.

 

Elijo seguir firme hacia adelante, ser una persona nueva,

rodeada de pensamientos positivos y libre de temores,

con los ojos puestos en ti, que eres y serás mi horizonte.

 

Déjame verme como Tú me ves, libre de ataduras

y valioso por la fuerza de mi corazón, Señor,

no quiero seguir siendo presa de mi mente.

 

Termino mi oración sabiendo que me bendices

y que seguirás a mi lado caminado cada día

de mi vida, en el nombre poderoso de mi buen Jesús.

 

Amén.

Vive hoy la libertad de no sentir temor

Entregarle los temores a Dios para que nos libere de estos, es una de las maneras más sencillas de hacernos uno con Él y de vivir a plenitud la misión para la que fuimos creados.

Subir