Oración de la noche del martes 3 de Agosto

Oracion de la noche del 3 de agosto

Esta noche no vayas a dormir sin antes entrar aquí y leer esta oración de perdón. El perdón es un acto que Dios bendice, sea que pidas perdón por tus pecados u ofensas al prójimo o tú perdones a quién te ha ofendido.

Índice()
  1. ¿Sabías que para crecer necesitas perdonar y perdonarte?
  2. Libre del peso del rencor, gracias al perdón

¿Sabías que para crecer necesitas perdonar y perdonarte?

Muchas personas no entienden la importancia de cultivar el perdón en su corazón, es solo hasta que se encuentran con Dios en oración, que conocen las bondades de perdonar.

Mi amado y buen Señor Jesús, esta noche de nuevo

me encuentro contigo. Gracias por derramar

tu gloriosa presencia en mi lugar de oración.

 

Antes de ir a dormir acudo a ti, con un corazón

humillado y arrepentido. Reconozco que con

mis actos te he fallado y decepcionado,

por eso pido tu perdón.

 

Anhelo tu gracia, esa que das

para salvar mi alma de morir eternamente.

 

Ahora quiero confesar mis iniquidades y

también mis pecados. En oración te muestro

mi maldad interna, esa que escondo de los otros.

 

Ahora, perdóname Señor, por la altivez

que pueda estar en mi corazón y

hacerme sentir superior a los demás.

 

Perdón por mi egoísmo, pues teniendo,

no siempre comparto con quienes no tienen

nada. Líbrame de la soberbia, esa que me

hace desagradable ante mi prójimo.

 

Perdóname si en algún momento he sido

irresponsable con los compromisos que

Tú me has entregado para cumplir.

 

Olvida mis celos, esos que me han llevado

a envidiar a otros. Entonces perdona también

mi envidia, que me ha llevado a codiciar los

bienes ajenos y a sentirme inconforme

con lo que me has dado.

 

Esta noche, te pido perdón por no honrarte con mi

vida y me disculpo por no adorarte como mereces.

 

Perdóname Padre amado, por faltar a tus

mandamientos, ruego en esta hora por

tu infinito amor y perdón.

 

Perdóname por haber herido en algún momento

a alguna persona amada por ti.

Padre quiero vivir con un corazón limpio y agradecido

Te pido perdón por tantas cosas, por prestar

mi corazón a burlas y palabras deshonestas.

 

Por esparcir palabras algunas veces falsas,

con lo que creé rupturas en el corazón de la gente.

 

Pero también, es hora de perdonar a otros tantos

que dañaron mi corazón.

 

Hoy perdono a mis amigos y familiares, si

me han herido con sus palabras, o me han lastimado.

 

Esta hermosa noche iré a descansar, sin

el peso de la falta de perdón, porque decido

perdonar a todo aquel que, en su momento

no creyó en mi potencial.

 

 Ahora Padre, te pido por tu amor, que me

escuches con misericordia. Ayúdame también a

perdonar, así como Tú hoy me perdonas

por todo lo malo que he hecho.

 

Ya no quiero seguir guardando rencor aquí

dentro de mi corazón. Dame la fuerza para

perdonar y olvidar las fallas de otros hacia mi ser.

 

Permite que pueda ver a mi ofensor a los ojos

y decirle, así como Cristo me perdonó,

hoy te perdono yo.

 

Quiero vivir con un corazón limpio y agradecido,

con un espíritu lleno de pasión por ti. Auxíliame en

este momento y sácame del hueco del rencor,

llévame a lugares donde repose en amor.

 

Dame un carácter sereno, que no se ofenda

con facilidad, sino que sepa respetar

el modo de ser de los demás.

 

Guíame mientras aprendo a controlar mi carácter,

de modo que me aleje de las cosas que me enojen

y me hagan olvidar que debo perdonar.

 

No quiero vivir lleno de pecados que me

conducen a la muerte. Por el contrario,

quiero vivir en tu presencia, siendo un

embajador de tu maravilloso reino.

 

En esta hora, renuncio a mis rencores, esos que

me impiden aceptar tu voluntad. Ya no quiero

ser como un niño malcriado que se enoja

con su padre. Hoy quiero ser libre

para siempre del rencor.

 

Dame en esta noche, la bendición de poder

perdonar y pedir perdón de todo corazón,

quiero vivir con mi alma libre de rencores y

con un corazón limpio y puro.

 

Amén.

Libre del peso del rencor, gracias al perdón

Cuando Dios nos perdona, nos lleva a perdonarnos a nosotros mismos y además cuando nosotros perdonamos a otros, experimentamos en nuestro interior una ligereza que, llega por la liberación del peso del rencor en nuestro corazón.

Subir