Oración de la noche del martes 3 de Agosto

Esta noche no vayas a dormir sin antes entrar aquí y leer esta oración de perdón. El perdón es un acto que Dios bendice, sea que pidas perdón por tus pecados u ofensas al prójimo o tú perdones a quién te ha ofendido.
¿Sabías que para crecer necesitas perdonar y perdonarte?
Muchas personas no entienden la importancia de cultivar el perdón en su corazón, es solo hasta que se encuentran con Dios en oración, que conocen las bondades de perdonar.
Mi amado y buen Señor Jesús, esta noche de nuevo
me encuentro contigo. Gracias por derramar
tu gloriosa presencia en mi lugar de oración.
Antes de ir a dormir acudo a ti, con un corazón
humillado y arrepentido. Reconozco que con
mis actos te he fallado y decepcionado,
por eso pido tu perdón.
Anhelo tu gracia, esa que das
para salvar mi alma de morir eternamente.
Ahora quiero confesar mis iniquidades y
también mis pecados. En oración te muestro
mi maldad interna, esa que escondo de los otros.
Ahora, perdóname Señor, por la altivez
que pueda estar en mi corazón y
hacerme sentir superior a los demás.
Perdón por mi egoísmo, pues teniendo,
no siempre comparto con quienes no tienen
nada. Líbrame de la soberbia, esa que me
hace desagradable ante mi prójimo.
Perdóname si en algún momento he sido
irresponsable con los compromisos que
Tú me has entregado para cumplir.
Olvida mis celos, esos que me han llevado
a envidiar a otros. Entonces perdona también
mi envidia, que me ha llevado a codiciar los
bienes ajenos y a sentirme inconforme
con lo que me has dado.
Esta noche, te pido perdón por no honrarte con mi
vida y me disculpo por no adorarte como mereces.
Perdóname Padre amado, por faltar a tus
mandamientos, ruego en esta hora por
tu infinito amor y perdón.
Perdóname por haber herido en algún momento
a alguna persona amada por ti.
Te pido perdón por tantas cosas, por prestar
mi corazón a burlas y palabras deshonestas.
Por esparcir palabras algunas veces falsas,
con lo que creé rupturas en el corazón de la gente.
Pero también, es hora de perdonar a otros tantos
que dañaron mi corazón.
Hoy perdono a mis amigos y familiares, si
me han herido con sus palabras, o me han lastimado.
Esta hermosa noche iré a descansar, sin
el peso de la falta de perdón, porque decido
perdonar a todo aquel que, en su momento
no creyó en mi potencial.
Ahora Padre, te pido por tu amor, que me
escuches con misericordia. Ayúdame también a
perdonar, así como Tú hoy me perdonas
por todo lo malo que he hecho.
Ya no quiero seguir guardando rencor aquí
dentro de mi corazón. Dame la fuerza para
perdonar y olvidar las fallas de otros hacia mi ser.
Permite que pueda ver a mi ofensor a los ojos
y decirle, así como Cristo me perdonó,
hoy te perdono yo.
Quiero vivir con un corazón limpio y agradecido,
con un espíritu lleno de pasión por ti. Auxíliame en
este momento y sácame del hueco del rencor,
llévame a lugares donde repose en amor.
Dame un carácter sereno, que no se ofenda
con facilidad, sino que sepa respetar
el modo de ser de los demás.
Guíame mientras aprendo a controlar mi carácter,
de modo que me aleje de las cosas que me enojen
y me hagan olvidar que debo perdonar.
No quiero vivir lleno de pecados que me
conducen a la muerte. Por el contrario,
quiero vivir en tu presencia, siendo un
embajador de tu maravilloso reino.
En esta hora, renuncio a mis rencores, esos que
me impiden aceptar tu voluntad. Ya no quiero
ser como un niño malcriado que se enoja
con su padre. Hoy quiero ser libre
para siempre del rencor.
Dame en esta noche, la bendición de poder
perdonar y pedir perdón de todo corazón,
quiero vivir con mi alma libre de rencores y
con un corazón limpio y puro.
Amén.
Libre del peso del rencor, gracias al perdón
Cuando Dios nos perdona, nos lleva a perdonarnos a nosotros mismos y además cuando nosotros perdonamos a otros, experimentamos en nuestro interior una ligereza que, llega por la liberación del peso del rencor en nuestro corazón.