Hermosa oración para sanar mi corazón y pedir que Dios gobierne en mi alma
La humanidad es la creación más hermosa del Señor. Su plan al principio era que todos conviviéramos unidos en armonía y con la paz que proviene de Él. Pero fue la desobediencia la que nos apartó de su lado y por ello sufrimos. No obstante, solo Él puede sanar nuestro corazón y devolvernos la paz que tanto deseamos.
Oración a Dios para que sane nuestro corazón
Debes saber que ayuda mucha hacer la plegaria, creo en ti, Dios Padre. Sin embargo, cuando estamos alejados de Jehová, vivimos llenos de angustias. Pero Él, nos ofrece la posibilidad de aliviar todas nuestras cargas. Para ello aprende a confiar en Él, y entregar lo que te agobia en sus manos, y te concederá el alivio que necesitas.
Señor Jesús, en este momento vengo ante
ti. Primero que nada para darte infinitas
gracias, por todas las bendiciones que
me has concedido hasta este día.
Te agradezco, porque Tú eres un Dios justo
y bueno. Aun siendo yo una persona no
merecedora, Tú, me has escogido y me has
regalado todo tu amor. Demostrándome
que solo en ti, puedo ser muy feliz.
También quiero pedirte perdón, pues sé
que hay en mí, muchas cosas con las cuales
te fallo. Perdóname ya que aun en algunas
ocasiones, sale mi viejo hombre y con él,
mi orgullo, mi egoísmo y aquello que me
impide ser un buen hijo para ti.
En esta hora, deseo entregarte mi ser a ti.
Quiero que a partir de este momento se
haga tu voluntad. Que yo pueda doblegar
mi humanidad a tus pies y que seas Tú,
llenando los vacíos que hay en mi corazón.
Padre Amado, Tú me conoces mejor que
nadie. Porque fuiste Tú, quien me formo
en el vientre de mi madre y has estado
conmigo desde el primer día de mi existencia.
Por eso te entrego lo que soy a ti, te pido
que seas Tú, tomando el control de mi vida.
Sé Tú guiando cada uno de mis pasos y no
permitas que yo me aleje ni un instante
de tu presencia.
Si en algún momento, en mi terquedad, yo
tomo el sendero equivocado. Sé Tú,
mostrándome mis errores y enseñándome
lo que debo hacer para rectificar mi caminar.
Yo reconozco que si Tú, no estás en mi vida,
esta no tiene sentido alguno. Porque Tú eres
el centro de mi universo y lo único que yo
quiero y anhelo es servirte a ti.
Enséñame a depender de ti, que mi espíritu
y mi ser solo hagan tu Santa Voluntad. Dame
la fortaleza que necesito para poder resistir
las acechanzas del enemigo.
Quita de mi presencia, aquello que quiera
dañarme y robarme la paz. Que todo lo que
no provenga de ti, se aleje en el nombre de
Jesús, y que seas Tú, gobernando mi alma.
No permitas que yo ceda ante ninguna tentación,
si no, por el contrario, que pueda mantenerme
firme como un digno soldado de tu ejército de
salvación. Que mi vida entera sea testimonio
de tu gran obra en mí.
Que yo pueda ser voz de aliento en todas
aquellas personas que aún no te conocen.
Para que ellos también tengan la oportunidad
de entregar sus vidas a ti.
Sé Tú, la luz que guie sus pasos y que tu amor
alcance a cada uno de los miembros de mi
familia. Para que aquellos que aún no se dan
cuenta de que Tú eres poderoso, puedan verlo
y reconocerte como su único y verdadero Dios.
Gracias, pues sé que Tú nunca me
desampararás y siempre estarás a mi lado.
Porque tengo la certeza de que Tú, me darás la
fortaleza y la convicción que necesito. Para
continuar firme en tu evangelio. Muchas gracias,
por escuchar mi oración en el nombre de Jesús.
Amén.
Qué referencia bíblica podemos encontrar
Es muy común orar en San Valentín para peticiones de amor, o en navidad con el fin de compartir en familia. Pero en cuanto a permitirle a Dios que gobierne nuestra alma, se puede leer en el Salmo 147:3, que Él sana a aquellos con el corazón roto. Es decir, que Él tiene la capacidad de convertir nuestro llanto en gozo.