Orden y mandato de San Miguel Arcángel - ¿Es una secta?
En España en el año 2014 se dio a conocer una secta llamada orden y mandato de San Miguel Arcángel (Misma), dónde era liderada por Miguel Rosendo. Cuando hablamos de secta católica, nos referimos a la organización de personas que se hacen ver como fieles a Dios e intentan organizar grupos sectarios. Sin embargo, está asociación fue investigada y se descubrió que la voz líder de esta secta cometía abusos a los miembros.
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Orden y mandato de San Miguel Arcángel obtuvo la aprobación de ser una organización diocesana y canónica en julio del año 2009 en España, y tres años después, se comenzaron a recibir denuncias de una sería de abusos psicólogos, físico y sexuales por parte del fundador Miguel Rosendo, el cual se le atribuía casos de grado mayor.
El obispo de la localidad de Tú-Vigo envío a un visitador canónico el cual debía investigar lo que está sucediendo en esta organización de orden y mandato de San Miguel Arcángel. Al quedar en descubierto todo lo que pasaba, desautorizo a Miguel Rosendo de liderar este grupo. Muchos de sus fieles se dieron de baja en esta asociación. Aparte, se desaprobó que dicha asociación tuviera vínculo con la iglesia católica. Exigiendo que está quedará bajo una exhaustiva investigación.
¿Por quién era liderada la asociación orden mandato de San Miguel Arcángel?
Está organizando que lleva por nombre orden y mandato de San Miguel Arcángel fue fundada por Feliciano Miguel Rosendo Da Silva. El autor principal de todo lo que sucedía en esta secta. Familias y personas que pertenecían a esta secta denuncian que Miguel Rosendo decía ser la reencarnación de Miguel Arcángel. Además poseía el poder de poner en orden y a su voluntad todo lo que estaba sobre la tierra. Tomando los fieles esto como una forma de manipulación para que estos hicieran conforme a su voluntad.
Este líder se valía de su figura con aura mesiánica y divina. Haciendo creer a los fieles que era el representante de Dios, reencarnación del Arcángel Miguel. Durante este tiempo de controversia en la iglesia se hicieron una cantidad de denuncias de irregularidades. Tras la investigación por parte del Obispo se hizo la destitución del líder de orden y mandato de San Miguel Arcángel. Quedando así purificada esta asociación.
Un sacerdote experto en sectas recuerda que lo más llamativo en este tipo de casos es que los líderes se basan en su autoridad para cometer delitos de abusos sexuales, físicos, psicológicos, e incluso la posesión de dinero ilícito, con estos fines son creadas las sectas, para manipular a las personas y mantenerlas controladas y dependientes.
En el caso de Miguel Rosendo él era propietario desde hace varios años de una herboristería, además, también se extendió su fama de “sanador”, pues utilizaba la fachada del cristianismo para realizar ritos de ocultismo, y que estaban más cercanas al satanismo.
También, se conoció que Miguel Rosendo Da Silva engañaba a las mujeres diciendo que podía sanarlas, tocando su vagina y mediante la penetración, pues decía que, con su semen lleno de santidad, las consagradas recibían el cuerpo de Cristo.
¿Realmente se consideraba una secta?
Debido a la investigación que durante un tiempo se realizó a esta asociación. Se dio a conocer que era proveniente de una secta con fines satánicos, apartada totalmente de lo que es el cristianismo. En orden y mandato de San Miguel Arcángel o también conocida como los “Miguelianos”. Se realizaban especies de rituales y prácticas en situaciones ilícitas. Las monjas pertenecientes a esta asociación narran los horrores vividos en esta secta religiosa de abusos sexuales y agresiones. Los cuales no podían denunciar por miedo.
La iglesia deberá responder y tomar acción ante la fe de los creyentes los cuales fueron distorsionados por Miguel Rosendo. Activando nuevamente su creencia en la verdad del cristianismo y el plan de Dios para nuestras vidas. En el libro del apocalipsis nos habla de que vendrán falsos profeta, debemos como conocedores de la palabra estar siempre atentos a discernir el bien y el mal, y apartarnos de todo lo que no sea proveniente de Dios.