3 Oraciones milagrosas a la Santa Muerte ¡Eficaz y poderosa!
El hecho de conectarnos con nuestros seres supremos y dedicarles nuestra más ferviente devoción. Es conseguir una conexión espiritual que nos conceda paz, tranquilidad y confianza de sabernos seguros y protegidos. Aquí te presentamos 3 oraciones milagrosas a la Santa Muerte. ¡Eficaz y Poderosa!
Manifestar en alabanza y oración lo que sentimos y necesitamos a la Santa Muerte. Es la mejor manera de entregarle nuestra fe y demostrarle que creemos en su poder. Y que le confiamos el peso de nuestra vida a donde quiera que vayamos. Dejar que los problemas reposen en la Santa Muerte nos aligera el peso del camino para caminar libremente y sin limitaciones.
Poderosas oraciones milagrosas a la Santa Muerte
Conocer la mejor forma de entregar nuestras plegarias nos permitirá obtener rápidos resultados ante las oraciones que dedicamos. Lo primordial es que salga de tu corazón y que desees verdaderamente lo que pides. Por ello, utiliza estas 3 oraciones milagrosas a la Santa Muerte. ¡Eficaz y Poderosa!
Primeramente, bendita Santa Muerte
Oh Mi Adorada Santa Muerte,
a ti dedico con mi mayor devoción
y mi más sincera humildad
por ello, estas palabras
que salen desde el fondo de mi corazón.
Porque, soy tu más fiel seguidor
y creyente del poder milagroso de tu existir.
De huecos profundos y oscuros me has sacado,
también, de tristezas terribles me has liberado,
de caminos rocosos me has salvado.
Por ello,
no puedo extender más amor hacia a ti
que el que te mereces,
por tantas bondades en mi vida.
Finalmente,
gracias por todo y escucha hoy mi pedir,
además, concédeme la dicha de gozar
y ver cumplido lo que mi corazón
te pide con tanto fervor.
Por ello, en ti confío mi Santísima Señora.
Amén.
Excelentísima Señora
Oh Mi Señora respetada,
mi Santa Muerte Querida,
mi fuerza poderosa de liberación
y de protección.
Que grande es tu gloria
que atiendes al llamado de los claman a ti,
no dejas a nadie solo
y menos desamparado.
Hoy estoy inclinado ante ti Santísima Muerte,
para que atiendas mi clamor
y socorras mi alma,
por momentos difíciles estoy pasando,
pero junto a ti nada temo.
Junto a ti estoy tranquilo y en calma.
Sé que me ves,
que sigues, que me guías
y que me amas tanto como yo a ti.
En tu misericordia confío
y en tu razón de verme siempre bien.
Así, a veces me pierdo en el camino,
por ello no quiero alejarme de ti.
Báñame de tus bendiciones infinitas
y hazme libre de caminar
por el camino correcto
sin ataque y sin guerras.
Te pido,
escucha mi llamado
y apiádate de mí. Amada muerte,
hoy mañana y siempre.
Amén.
Querida Muerte
Oh mi Santa Muerte,
mi divina santa,
me has acompañado siempre
en momentos de tristeza y de felicidad.
Siempre,
en momentos de oscuridad y de luz,
cuando he estado muy alto
y cuando me has visto caer,
mi fe por eso se fortalece en ti,
pues jamás me has abandonado.
Eres la fuerza a mis quebrantos,
el remedio a mis enfermedades,
el aliento a mi respirar,
eres mi fe y mi esperanza de vida.
Por esto, acudo a tu poder milagroso y protector,
concédeme lo que pido,
socorre a mi pesar,
escucha mi clamor y sacia mi sed de ti.
En tus manos encomiendo mi vida,
porque, si me ves cansado
cárgame en tus brazos
mientras repongo fuerzas
Por ello, cuando caiga agotado ante el mundo,
toma de mi mano y levántame,
si tengo hambre y tengo sed, aliméntame
y si mi corazón esta oscuro ilumínalo con tu amor.
Mientras tanto soy tu fiel seguidor,
confío en tus milagros y por eso recurro a ti.
Finalmente, concédeme el favor que te pido
y camina siempre junto a mí.
Amén.
Oración que concede milagros
Así pues, para que la Santa Muerte atienda a nuestras oraciones. No hay más que hacer que tener verdadera confianza en su poder universal que transforma lo que a su paso se atraviesa. La fe y la esperanza en que escuchará y cumplirá es lo que determinará el nivel de tu devoción y la eficacia en su respuesta.
La Santa Muerte cumple milagros, son muchos los seguidores y creyentes de su poder. Pues nos ayuda a liberar de problemas terribles y hasta imposibles. Así como también a solventar dificultades tormentosas que nunca creímos resolver.