Oración hermosa al Señor de la Misericordia por los enfermos graves
Queridos seguidores de Fieles a Dios, en esta ocasión te vamos a traer una oración dedicada al Señor de la Misericordia por un milagro. De modo que, este conceda el deseo de la sanación. Así, tu cuerpo pueda estar en completa sanidad.
Oración al Señor de la Misericordia por los enfermos graves
Cuando nos encontramos indispuestos, el cuerpo se debilita y nuestro ser necesita ser restaurado. Por eso, pedir al Señor de la misericordia por los enfermos graves, es ideal para ayudarlos a recobrar su vitalidad. Por eso, te invito a realizar esta consagración con el fin de obtener tu cura.
Oh, querido Señor de la Misericordia, Tú que eres
el dueño de la bondad, dame la fuerza necesaria
para seguir con la consagración.
Pues, mi ser está sediento de tu fuente de vida que brota
de tu espíritu. Porque, sé que tu esfuerzo por dar tu
cuerpo en la cruz para el perdón de nuestros pecados,
fue el mejor acto de amor que hiciste por nosotros
los humanos, y estoy muy agradecido por eso.
Por tal motivo, en esta oración no quiero colocarte
mis penas o deudas económicas que tengan la vida.
Porque, sé que Tú, Divina Misericordia, siempre estará
dispuesta para mí, a fin de ayudarme a salir adelante.
Más, sin embargo, en esta oración quiero colocarte
la enfermedad que me tiene al borde de la muerte,
la cual, mi querido Señor, no me permite conocer
la tranquilidad y la paz de mi vida.
Jesús, te suplico con mis manos abiertas y con
mi mirada hacia el cielo, que no me dejes solo,
Señor mío, necesito de ti hoy mañana y siempre.
Padre, ya no puedo más, mis fuerzas
se están agotando y temo que mi tiempo
en esta tierra se acabe sin cumplir
con las misiones que Tú has
puesto en mi vida.
No obstante, soy consciente de que Tú tienes
un período determinado para cada persona
en el planeta tierra.
Y que, si tu voluntad es llevarme a que cumpla
con mi purificación en el purgatorio, y luego
subir hacia los cielos, lo aceptaré.
Pero, Señor, quiero que me des una señal
de que me estás escuchando y que tu corazón
bondadoso concederá este gran anhelo
que tengo en mi ser.
Pues, las personas que quiero están tristes
con toda la situación que me está pasando.
Aunque, ellos me demuestran que no sufren
con cada proceso que llevo para recuperarme.
Sé que sus cuerpos se encuentran cansados
de luchar, contra este demonio de la enfermedad
que me consume a diario y no me deja vivir en paz.
Jesús, por favor, apiádate de mí, querido Señor,
aleja de mí ese demonio. Con el fin de que
mi familia y yo podamos encontrar
la serenidad necesaria a
nuestro ser.
Así, disfrutar de los placeres que Tú nos brindas cada día,
en los amaneceres y anocheceres, es una nueva oportunidad
para elevarte y adorarte por la eternidad. Pero, con mi cuerpo
desgastado y debilitado, me es imposible poder
hacerlo siempre, Señor.
Jesús, en esta oración, tampoco quiero ser egoísta
pidiendo solo por mis sufrimientos. Porque sé que
en el mundo hay personas más grandes que yo.
Por ese motivo, solicito que tu divina presencia ingrese
dentro de nuestro ser, tus manos piadosas y concedas
la sanidad a las personas enfermas. Con el propósito,
de que el cuerpo se ha renovado para ser utilizado,
a fin, de llevar tu palabra por todo el planeta.
Padre, te pido que olvides nuestros pecados,
así como nosotros perdonamos aquellas personas
que nos ofenden. Porque, tu divino amor, es tan infinito
que miran con piedad a la gente que acuden
a ti pidiendo por problemas.
Y sé que esta oración, no va a ser dejada
de lado debido a que es hecha con humildad
y cariño. Así que, gracias, mi querido Señor,
por atender mis súplicas.
Amén.
¿Cómo saber que Dios nos está escuchando?
Para conocer si Jehová, te atiende tus oraciones, debes hacerlas con fe y respeto desde el fondo de tu corazón. Por lo que, si te encuentras indispuesto, puedes orar por la sanación de un enfermo grave, con confianza y devoción, si podrás tener la certeza que Cristo, te sanará.