Oración de la mañana del miércoles 18 de Agosto

Comienza la mañana con un buen pie, haz click aquí y entrégale este día a Dios. Lo mejor que puede sucedernos a diario, es que el Señor tome el dominio total del día que vivimos. Por eso no dudes en colocarlo en sus manos. En Dios, todo es para bien.
Se Tú, Señor, el capitán de mi vida
Ora a Dios para que dirija el día de hoy en su totalidad y que te ayude a aceptar cada una de las cosas que suceden. Ora para que su voluntad se haga manifiesta en tu vida y todo lo que hagas te salga bien.
Grande y poderoso Dios,
dueño del universo y
de cada una de las
galaxias.
Tú haces
tantas maravillas
que mis ojos solo se
emocionan y mi mente
alucina a cada momento.
Eres tan grande y perfecto,
que la eternidad se hace pequeña
para alabar tu majestuosidad, Señor.
Hoy me despierto y antes que nada,
quiero agradecerte por tu amor que
me mantiene con vida, Señor. Por tu
misericordia, al darme un sueño lleno
de mucha paz y mucha tranquilidad.
Te doy gracias, por mi familia y
la vida que le ofreces a las
personas que amo.
Quiero entonces poner
este maravilloso día en tus
manos, mi adorado Padre eterno.
Quiero que Tú, tomes el control
de cada cosa que suceda en
mi vida el día de hoy.
Dame obediencia, para
aceptar las cosas que
no son agradables para mí.
Ayúdame a entender que
aunque desconozco el motivo
y la forma, todo me ayuda para
estar bien y que mi alma se eleve.
Ayúdame a no quejarme, a poder
aceptar las cosas tal y como Tú
me las presentas en este día.
Que mi motivación sea la
confianza de que tu obras de
manera perfecta, mi amado Dios.
Dame la sabiduría que necesito
para enfrentar este día, quiero
en tu nombre, tomar las mejores
decisiones que me ayuden a crecer.
Dame la sabiduría para comunicarme
adecuadamente con mis semejantes,
que mi lenguaje sea apto para el
lugar donde vaya a estar y
no permitas que yo sea
avergonzado.
Tuyo es el poder
y tuya es la gloria,
por y para siempre.
Bendice a mi familia, Señor,
bendice y protege sus pasos,
endereza el camino de quienes amo.
Eres Tú, Padre amado, el único al
que puedo confiarle todas las
cosas que me importan.
Provéeme todo aquello
que necesito en este día,
dame el alimento que
nutre mi cuerpo.
Agradecido estoy
por todo tu amor y
tu misericordia, Señor.
Desde ahora quiero
pedirte perdón, por las
cosas que se escapan de
mis manos y me hacen de
alguna manera pecar contra Ti .
Te pido perdón, por los pecados
conscientes e inconscientes
que pueda llegar a
cometer hoy.
Mi Dios, cuídame de ser piedra
de tropiezo para alguien.
Y no permitas que por mí
otras personas puedan
llegar a cometer pecado.
Te ruego también que
mantengas alejados a mis
enemigos, que nada de lo que
se planee en mi contra prospere.
Vuélveme invisible frente a los
ojos del mal, cúbreme bajo
tus alas y aléjame de
la mortandad.
Solo en Ti confío,
Mi Dios, Tú eres mi
escudo y mi fortaleza.
De esta forma te entrego
el día de hoy, Padre amado.
Se Tú, tomando el control
y el dominio absoluto de
todas las cosas.
Manda ángeles
que acampen a mi
alrededor, para que me
guarden y me defiendan.
Cúbreme con tu manto
protector en todo
momento, Dios mío.
Todo esto lo pido confiando
en que lo recibiré en el
nombre de Jesús.
Amén.
Dios es nuestro mayor ayudador
Una de las cosas que más puede tranquilizarnos es que, al despertar sabemos que Dios es quien cuida de nosotros y nos protege. Su poder nos confiere una armadura que nos hace fuerte frente a las adversidades de la vida. Así que, confía en Dios, Él es tu mayor ayudador.