Oración de la mañana del sábado 26 de Junio

El despertar es un regalo que Dios nos da y a la vez una oportunidad para demostrarle que seguimos amándole y estamos dedicados a cumplir con el propósito que nos fue dado. Llenemos nuestra mente, corazón y labios de agradecimiento y enseñemos a nuestros jóvenes las maravillas del Eterno.
Mi Dios, siempre agradezco tu respaldo
Cuando piensas que estás solo y perdido y no escuchas una respuesta por parte Dios, solo recuerda que las nubes no dejan ver lo brillante del cielo. El Señor siempre está a tu lado y por medio de las pequeñas cosas puedes darte cuenta de su compañía y protección.
Bendito Dios y Padre de gloria
alabo y bendigo tu nombre, Mi
Dios y mi Salvador Eterno.
Santo eres rey de reyes y poderosas
son las obras de tus manos cada día,
gracias te doy por este nuevo acto
de amor y misericordia al darme vida.
Benditos sean tus momentos de gracia,
bendito sea cada milagro que ven mis
ojos, desde el azul del cielo hasta el
canto de los pájaros por la mañana.
Tus misericordias se extienden a lo
largo de mis días y me dan fuerza
para continuar con la tarea que
me has confiado en este mundo.
Señor, me has mirado cuando
no había nadie que lo hiciera.
Me has brindado cobijo cuando
me he sentido en abandono.
Has tenido piedad de mi cuando
me vi rodeado de juicio y dolor.
Señor, Tú has sido mi sustento,
mi guía y ayudador en cada
camino que he recorrido.
Por eso, en esta mañana,
yo quiero ofrecerte todo
mi amor y la adoración
que solo tú mereces.
En esta mañana levanto
mis ojos a las montañas
y te agradezco porque se
que mi socorro viene de ti.
No me reprendas, Mi Dios, con
tu enojo y tampoco me castigues
lleno de ira, ten en cambio Señor,
misericordia de mí y de mi humanidad.
Sáname Jehová de los ejércitos
cuando mi alma esté turbada y
mi espíritu desfallezca frente a ti.
Mantén tu mirada de amor sobre
este siervo que solo quiere agradarte
desde el momento en que tuvo consciencia.
Mantén tu mirada de amor sobre
este siervo que aún quiere seguir
adorándote y sirviéndote hasta
el su último aliento de vida.
Mírame Mi Dios y líbrame de
todo mal a mí y a los míos.
Sálvanos por tu misericordia
ahorita que tenemos vida,
porque después de la muerte
sé que estaré en tu gran reino.
Durante la noche me he sentido
desgastado y cansado, al punto
de estar consumido y sin fuerzas.
En esos momentos, no me olvides
ni te olvides del clamor de mi alma
y bendíceme como lo has hecho hoy,
con un nuevo y maravilloso día de paz.
En este día, aparta de mí a todos los
que hacen mal en contra mía y
también aparta a todos aquellos
que se regocijan haciendo daño
a los demás sin medir consecuencias.
Apártalos y mantenlos lejos de mi
persona, porque no quiero formar
parte de sus actos y no quiero
cerrar mi boca ante la injusticia.
Que se enteren todos que tu eres
el Dios que vive y el que tiene poder.
Que se enteren todos que eres Tú
el Dios al cual frecuentemente
sirvo y en quien me deleito en
gran manera porque me da paz.
Bendito sea el momento en el
que mis enemigos vean tu poder
y se avergüencen de sus actos.
Porque Tú, Mi Eterno ayudador,
has escuchado mi clamor y con
amor me has respondido para
cuidarme y protegerme en
todo tiempo y sin medida.
¿A quien alabará mi alma
si no es a ti gran Dios?
Gracias porque eres
mi consuelo y lo
único que quiero.
Amén.
Siempre hay algo que agradecer a Dios
Dios nunca deja de bendecir a quienes le aman, en esta mañana observa las maravillas del Eterno y abre las puertas de tu corazón para que logres ver las maravillas que te rodean, los dones que Dios prepara para ti, las razones que tienes para empezar el día con gratitud.