Oración de la mañana del 6 de Enero

oracion de la mañana del 6 de enero

Comienza este día de la mano de Dios, accede a esta notificación para hacer una oración poderosa para eliminar la envidia del corazón. Pidamos hoy a Dios que Él saque ese terrible sentimiento de nuestros corazones.

Índice()
  1. Dios desea que en tu corazón no haya envidia
  2. Enfócate en tu bendición

Dios desea que en tu corazón no haya envidia

La envidia viene a nuestra vida cuando vemos en otra persona lo que queremos para nosotros. La buena noticia es que Dios quiere bendecirte con todo lo que le pides, solo debes mantener un corazón puro y presto para recibir de sus bendiciones.

Dios perfecto y amoroso Señor, te amo

y te bendigo con todo mi corazón, Tú

mereces toda mi adoración, te entrego

mi vida como un regalo a ti.

 

Te doy gracias por este nuevo día que

me permites vivir, gracias porque me

has guardado durante la noche y has

tenido cuidado de mi vida.

 

Si hoy tengo vida es porque te ha dado

gusto que yo tenga una nueva oportunidad

de presentarme ante ti, como un instrumento

para tu gloria y tu honra.

 

Hoy quiero presentar mi corazón ante

tu presencia y pedirte, Señor, que tomes cada

área y Tú pongas orden en mí.

 

Especialmente hoy, Señor, quiero presentarlo

para que Tú lo examines y veas si en él hay

envidia, ese terrible sentimiento que no deja

que yo avance en mi vida y planes, por tener

esa compulsión de estar más atento a lo que

mi prójimo ha logrado, y no enfocarme en mí.

 

No quiero, Señor, que esta conducta negativa

afecte mi relación con las personas que amo,

y terminar alejándolos de mí por una conducta dañina.

 

He visto tantas relaciones interpersonales

destruidas totalmente por la envidia, que

hoy quiero tomar un tiempo para orar y

pedirte especialmente que Tú examines

de manera exhaustiva mi corazón.

 

Saca de mí todo resentimiento que encuentres,

hazme consiente de qué está allí, para así

comenzar a tomar las correcciones que

necesito y sacarlo completamente de mi vida.

 

Señor, yo anhelo agradarte en este día,

tengo metas que alcanzar, me he dedicado a

construir propósitos para mi vida y los deseo

con todo mi corazón, no permitas que cuando

yo vea ese éxito cumplirse en otras personas

mi corazón se llene de resentimiento y rencor.

 

No quiero odiar a mi prójimo, más bien quiero

admirarle y apoyarle en todo lo que pueda, para

que su éxito y crecimiento siga en aumento.

Señor enseñame a cambiar la envidia de mi corazon

Sabiendo también que, en su momento,

Tú me bendecirás a mí también y así

llegaré a estar donde algún día soñé estar.

 

Ayúdame a ser consiente de todo el trabajo

que toma lograr las metas, no permitas que

yo en mi corazón crea que todo lo que quiero

lograr vendrá a mí solo por pedirlo.

 

Hazme ver, Señor, el valor del esfuerzo que

 debo hacer, con el cual podré, con tu ayuda,

construir ese futuro hermoso con el que sueño

cada noche y que solo Tú conoces.

 

Por lo tanto, Señor, no permitas que el rencor

crezca en mi corazón al ver que otras personas

ya han logrado las bendiciones que yo deseo

para mí, porque toda bendición que viene de

ti, requiere del compromiso de quien la recibe

de ser obediente a tu palabra y agradarte.

 

Así que enséñame a cambiar la envidia de mi

corazón, por una actitud de admiración por los

logros que otras personas ya han alcanzado.

 

Y que esa sea una motivación para mí,

para seguir esforzándome por aquello que

quiero lograr en mi vida.

 

Llena mejor mi corazón de motivación

para que yo comience a trabajar cada

día con más pasión para alcanzar ese

estado deseado para mi vida.

 

Bendice mis planes, Tú los conoces, Señor,

bendice mis sueños, aquellos que Tú mismo

has puesto en mi corazón y para los cuales

me has dado la capacidad de hacerlos realidad

con tu ayuda y bendición.

 

No dejes que olvide que tu bendición siempre

estará conmigo porque así lo has prometido,

te doy gracias por mi vida y te bendigo.

 

Amén.

Enfócate en tu bendición

Dios desea bendecirte, si Él ya ha bendecido a otros con lo que tú deseas, quiere decir que a ti también te puede bendecir, aférrate a Dios sin mirar lo que otros tienen.

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