Oración a Santa Marta dominadora para desesperar, dominar y humillar
En ocasiones nos invade situaciones donde personas que nos rodean se vuelven hostiles y rudas ante nosotros. Buscamos la manera de suavizar estas relaciones por cualquier lado y no conseguimos solución. Acudamos a la oración a Santa Marta dominadora, para desesperar, dominar y humillar.
Santa Marta fue una mujer muy atenta y cariñosa con Jesús, ella y sus hermanos le recibían con aprecio en su dulce hogar. Por ello Jesucristo en la Biblia nos habla sobre el amor que les tenía a Marta, María y a Lázaro. Por tal razón Santa Marta es poderosa amiga para interceder por nosotros ante la gracia divina de Dios.
Oración a Santa Marta para dominar y desesperar
Recurrimos al poder de la oración cuando necesitamos que la justicia divina nos atienda y nos otorgue algún favor especial del que necesitemos. Santa Marta lleva nuestro mensaje ante Dios si recitamos la oración a Santa Marta dominadora, para desesperar, dominar y humillar a esa persona que afecta nuestro bienestar.
Santa Marta Bendita. Oh mi Bendita Santa,
dichosa fuiste al recibir en tu casa al hijo de
Dios, lo atendiste y le brindaste el más
caluroso cobijo y la más agradable
hospitalidad dentro de un hogar que le amaba
y le seguía.
Jesús se sentía cómodo dentro de tu núcleo
familiar y les bendecía con su presencia.
Brindaste a Jesús tus servicios, con tus
manos laboriosas atendías su existir para que
se sintiera cómodo y a gusto junto a ti, a
María Magdalena y a Lázaro.
Con congregación escuchaban sus palabras y
atendían la doctrina que Jesús les impartía.
También adorada Santa, conociendo tu maravillosa
bondad y el amor que Dios te tiene como
valiosa mujer, recurro a tus buenos oficios y al
deseo de servir al prójimo para que lleves
ante Dios mi humilde petición.
Pido desde el fondo de mi corazón y en esta
profunda oración para que intercedas por mí y
me brindes tu auxilio y tu apoyo a fin de
controlar a esa criatura de Dios que se
encuentra descarrilada y perturba mi vida.
Escucha mi clamor Dulce Santa,
y permite que ese ser pueda doblegar su
carácter y ablandar su corazón, desespéralo,
domínalo, humíllalo ante mi en todo momento
y lugar.
Apodérate de su cuerpo y de su mente y abre
su entendimiento a mejorar su personalidad.
Igualmente que asuma los errores que ha cometido para
conmigo, que entienda que ha obrado de
mala manera y recurra a solicitar mis
disculpas como hijo de Dios.
Invade su corazón de los más dulces
sentimientos, esos que tú, mi Santa Marta, le
ofreciste a Jesús.
Cancela toda mala intención que venga de
esa persona, purifica su alma y espíritu para
que se limpie de toda la maldad que allí
reposa como obra del maligno que se
apodera de su vida.
Permite que goce de un espíritu libre, lleno
del amor de Dios, para que entonces pueda
brillar con tanto poder que irradie luz a todos
los que le rodean.
Por favor elimina el odio, el resentimiento, el rencor, la
envidia, la codicia y la ambición que la hacen
alejarse de la gracia de dios y por el contrario
atentan contra mí.
Oh tierna Santa, domina su ser, desespera
su amor, humíllalo ante Dios, ante ti, ante mi
humanidad como muestra de aceptación y
reconocimiento por las faltas cometidas.
Por favor bendice siempre mi vida, protégeme de los
ataques del maligno y de todo aquello que
quiera verme caer.
Finalmente no permitas que malas personas se acerquen
a mí, con la intención de destruirme y verme
derrotado.
Amén.
Poderosa oración para controlar a personas difíciles
Cada uno de nosotros es un ser único y especial, no solo en el aspecto físico sino también en cuestión de personalidad y espíritu. Pero somos todos hijos de Dios y debemos convenir en vivir juntos como hermanos. Aceptar nuestros errores, doblegar nuestro carácter, escuchar las opiniones de los demás con respeto y consideración y sobre todo amar al prójimo como a uno mismo.
Implora piedad a Santa Marta, para que en oración verdadera permita dominar a ese ser que perturba tu existir y que se convierte en una piedra en el camino. Para el logro de tus sueños y para alcanzar la gloria al lado del reino de Dios.