Oración a la Virgen del Perpetuo Socorro para pedir un favor importante
Mucha gente recurre a hacer una oración a la Virgen del Perpetuo Socorro para pedir un favor importante. Y es que esta advocación de la Virgen María, es muy milagrosa. Por esta razón cuando lo que necesitamos es con carácter de urgencia. No debemos dudar en dirigirnos diligentemente a suplicarle que nos preste su ayuda pronta y visible para los casos desesperados.
Muchas veces cuando se nos presentan problemas graves terminamos cometiendo locuras. O acudiendo de forma errónea para solicitar ayuda, pero de manera equivocada donde no debemos. No debemos dejarnos arrastrar por la desesperación acudiendo a brujos por ejemplo para que nos resuelvan nuestros propios problemas.
Lo más aconsejable es buscar ayuda en la Santísima Virgen del Perpetuo Socorro, quien ha demostrado en muchísimas ocasiones prestarnos toda su atención.
¿Porque debemos confiar en la Virgen del Perpetuo Socorro?
Comencemos por aclarar que la Virgen es una sola y que su nombre es María. Quien acogió, en su vientre al dulce fruto de su hijo Jesús para salvar al mundo. Pero sin embargo, pareciera que hubiera muchas vírgenes con diferentes nombres.
En este caso, la Virgen del Perpetuo Socorro, es la que nos ocupa, y podemos dar fe de su gran aceptación entre los fieles debido a los grandes milagros para los favores muy importantes.
Absolutamente no, lo que ocurre es que María se ha personificado en muchas apariciones en diferentes partes del planeta. Y según donde aparezca o a quien se le aparezca, le adjudican un nombre diferente. Y esto es lo que se conoce como una advocación.
Oh amadísima Virgen del Perpetuo Socorro,
en esta advocación muy milagrosa, tal como lo atestiguan millones de fieles
que se han visto altamente favorecidos con tus milagros en ocasiones en que
han necesitado favores especiales, hoy me dirijo a ti Virgen soberana
del Perpetuo Socorro para que me concedas la gracia de un gran favor.
En este caso te pido virgencita durante nueve días seguidos rezando esta oración,
para que me concedas el favor que pido, y que tanto necesito que me concedas
con carácter de urgencia.
Te pido con mucha fe y confianza Virgen del Perpetuo Socorro
me concedas el favor que necesito y confiando que recibiré tu pronta ayuda.
Cuando te oro madrecita buena, Santísima Madre de Dios, reconozco
la absoluta relación que tienes con el Creador y con tu hijo Jesucristo.
Confío que por intermedio de tu divina providencia,
voy a recibir esa gracia de que me ayudes a resolver el gran problema
que me aqueja.
Sé que esta advocación tuya, adorable y venerable virgen María
se originó en Valencia, y que data de la misma época del
padre Tamarón hace más de trescientos años.
Por los milagros concedidos desde tiempos tan remotos
y por la gran fe que en ti tengo Madre del Cielo y de todos nosotros los mortales,
te suplico que ahora en este preciso momento te acuerdes de mí y no me
abandones en mi desgracia, socórreme tal como sueles hacerlo siempre con
todos tus hijos, no me abandones y dame fuerzas para vencer en este día.
Tu fama crece y crece conjuntamente con los múltiples milagros que realizas
y que sigues realizando por todo el mundo y muy especialmente a tus
fieles seguidores.
Oh madrecita, de los cristianos de todo el mundo, extiende por favor tu
manto bondadoso sobre mi persona y cúbreme para que con tu dulzura
yo pueda estar libre de pecados a la hora de mi muerte, y por ahora en este
plano terrenal ayúdame a resolver este gran problema que hoy tanto me aflige.
Hago llegar a ti esta oración en el nombre del Padre, en el nombre
del Hijo y en el nombre del Espíritu Santo.
Amén
La milagrosa Virgen del Perpetuo Socorro es muy milagrosa
Tal como su propio nombre lo deja traslucir, su misión es socorrer perpetuamente a todos los fieles que le confían sus penas. Y cuando requieren de un favor muy especial recurren a ella realizando una oración a la Virgen del Perpetuo Socorro para pedir un favor importante con los ojos cerrados sabiendo que nunca los va a defraudar.
Es por esto que encomiamos a los fieles a no dudar en ponerse en sus manos dulces y piadosas. Pues, la Virgen del Perpetuo Socorro en el momento en que necesiten la asistencia de su divina misericordia en los momentos difíciles.