4 oraciones efectivas y bonitas de fe ¡Para este año!

La fe es sin duda el motor que nos mueve a nosotros los creyentes, el poder creer en el Padre, Hijo y Espíritu Santo, solo porque los sentimos, es el acto más puro y real que cualquier persona puede experimentar. Pero, también suele pasar que, por circunstancia de la vida, nuestra Fe se vea afectada, siendo necesario que recuperemos la confianza y fe.
Las mejores oraciones de Esperanza y Fe
Si estás pasando por un mal momento y quieres recuperar la esperanza y tu Fe, lo mejor que puedes hacer es recurrir al Creador. Ya que Él más que nadie sabe como iluminarnos en nuestra desgracia, así que si sientes que tu Fe está debilitada, conecta con Dios mediante esta plegaria:
Dios Padre, Tú que eres el Creador
del Universo entero.
Te suplico que hoy, y todos los días
hagas tu obra en mí.
Por favor, no permitas que el maligno
corrompa mi corazón y esperanza,
pues él actúa con astucia y puede engañarnos.
Pero, como Tú, todo lo sabes y todo lo ves,
actuarás en el momento justo para socorrerme.
Y es que mi Fe me permite ver lo que otros no pueden ver,
pues obras en mí de forma misteriosa,
pero el resultado es hermoso.
Ya no tengo temor alguno, ya que sé que estás a mi lado,
me siento bendecido en todo momento,
puesto que en mi casa no falta el sustento.
Gracias, mi Dios, gracias,
cada día me doy cuenta de que mi Fe en ti
es recompensada.
Amén.
Alabado seas, Padre, alabado seas,
tu creación es tan maravillosa que es digna de admirar.
Así que por todo esto,
me siento bendecido y quiero darte las gracias.
Mi Fe en ti se mantiene inmutable,
puesto que todo lo que me rodea me recuerda solo a ti.
El sol que me deslumbra cada mañana,
el cantar de los pájaros en mi ventana,
la brisa que pega en mi cara,
todo esto me recuerda que es tuya la gloria.
Por ello, hoy más que pedirte quiero agradecerte,
pues has logrado que mi Fe se mantenga intacta,
pese a pasar momentos de adversidad.
Por eso te pido que sigas dirigiendo mis pasos,
y que continúes encaminándome hacia ti,
ya que solo Tú eres fuente de vida eterna,
así que me arrodillo ante ti.
Amén.
Oh, Jesús, Tú que pereciste en la Cruz,
Tú que te entregaste al sufrimiento y el dolor,
para darnos la oportunidad de vivir eternamente,
Tú que eres nuestro Salvador.
Hoy me entrego a ti,
pues quiero que guíes mis pasos y mi vida,
y yo como hijo fiel prometo obedecer.
Me entrego a tu voluntad, ya que mi Fe es infinita.
En tus manos dejo mi alma y mi salvación,
pues solo Tú eres fuente de vida eterna.
Sé que tal vez no soy la persona más digna para merecerte,
por eso te pido que ante todo me perdones,
pues confieso que he pecado muchas veces.
Por lo que propongo comenzar un ayuno
para reafirmar mi Fe,
y es que necesito conectarme nuevamente
con Cristo, mi único Salvador.
Amén.
Oh, Dios Padre,
Tú que eres el creador del cielo y la tierra,
hoy vengo como una humilde cierva,
a poner mi vida en tus manos.
Yo solo en ti confío,
por ello no dejaré que el miedo y la desesperación
embargue mi corazón y nuble mi Fe.
Con esta humilde oración,
pretendo abrir mi corazón,
pues quiero parecerme más a ti.
Quiero ser una persona bondadosa,
y llegar amar al prójimo como Jesús, tu hijo,
nos enseñó.
Y confío en que poco a poco hagas tu obra en mí,
pues mi súplica sale de mi alma.
Padre, hoy más que nunca te pido me acompañes,
ya que se acerca momentos de tinieblas,
y el maligno intentará tentarme.
Pero mientras te sienta a mi lado,
sé que mi fe se mantendrá intacta,
hoy y siempre, mi Señor.
Amén.
Más oraciones poderosas
Como ya lo hemos dicho, la oración más poderosa es aquella que nace de la fe. Si estás pasando por un mal momento y no logras conectarte con el Padre, no te sientas mal, simplemente recurre a la Biblia y lee los Salmos de Fe.