¿Por qué Jesús recibió el bautismo de mano de Juan el Bautista?

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En el inicio de la fe cristiana, hubo movimientos y personajes que influyeron en el ministerio de Jesús; siendo Juan el bautista el precursor de esta fe; por lo cual estudiaremos a este profeta, desde antes de bautizar a Jesús; para llegar al propósito de entender el ¿por qué Jesús recibió el bautismo de mano de Juan el Bautista?

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Índice()
  1. Jesús recibió el bautismo de Juan el Bautista
  2. Esencia espiritual

Jesús recibió el bautismo de Juan el Bautista

Juan, fue el mensajero del Señor divinamente escogido, y enviado especialmente para anunciar la venida del mesías; tarea para la cual debía bautizarse, desde el vientre de su madre;  y Juan el Bautista, desde el antiguo testamento, se expresó en Isaías 40:3-5 diciendo: Voz que clama en el desierto; prepara el camino a Jehová; endereza calzada en la soledad a nuestro Dios; todo valle sea alzado, y bajase todo monte y collado; y lo torcido se enderece y lo áspero se allane.

Juan; fue un hombre instruido; tomó el voto formal de nazareo, se abstuvo de toda bebida intoxicante; se dejó crecer el cabello, y no podía tocar a los muertos; él hizo los mismos votos vitalicios que sus predecesores: Sansón, y el profeta Samuel; se alimentaba de carnero, leche de cabra , miel silvestre y de langostas comestibles; leía y releía mucho los escritos sagrados, que encontró en la morada de los nazareo; adoptó su manera de vestir con lo admiración del profeta Elias.

Un nazareo, se consideraba una persona santificada y sagrada; siendo a estos nazareo los sacerdotes que se les permitía penetrar en el santo templo. El corazón de Juan, tenía la convicción de que había de ser el último de los antiguos profetas; y el primero de los nuevos, vibraba con el sobrecogedor impulso de salir, y proclamar el mensaje de Dios a todos los hombres.

Fue la influencia de Elías, lo que hizo que Juan adoptara sus métodos de ataques directos contra los pecados y vicios; vestía como Elías, e intentaba hablar como Elías; en su aspecto exterior era en todo semejante, tanto que fulminaba con sus abominaciones, y lanzaba sus advertencias según el espíritu y poder de Elías. El rasgo más importante de Juan, era que bautizaba en el lago el Jordán; mientras que los demás no; era un predicador heroico; pero sin tacto.

En Hechos 19: 4, firma que: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él; esto es Jesús Cristo. Claramente, vemos que el bautismo de Juan; es para arrepentimiento del perdón de los pecados.

En su misma opinión, Juan el bautista sabía que era un profeta de Dios; como se afirma en Mateo 14:5 diciendo: Y herodes quería matarle; pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta; y muchos personas pudieron haber pensado que él, era el mesías; pero esta no era su intención, ya que el declaró: Ustedes mismos me son testigos, de que dije: Yo no soy el Cristo; sino que soy enviado delante de él, una visión clara, de cual era su llamado; mencionado en Juan 3:28. Y que su obra terminaría una vez que Jesús apareciera en escena.

La palabra bautismo, proviene del griego; y significa “sumergir”. El Bautismo es una figura simbólica de identificación espiritual del creyente; con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús; Cristo no fue bautizado por Juan el bautista, porque necesitaría arrepentirse de algo; mas Jesús es absolutamente Santo. El Señor recibió el bautismo de mano de Juan, para cumplir toda justicia de Dios, y cumplir con las escrituras cuando dice: Para tomar sobre sí mismo, los pecados de toda la humanidad; con la imposición de manos.

el que crea y sea bautizado sera salvo

Esencia espiritual

El bautismo, es una forma de identificación simbólica; que representaba la obra perfecta de redimir al pecador por todos sus pecados.

Todo esto se resume a que en realidad, Jesús de Nazaret se bautiza; no como muchos dicen que fue solo por obediencia; era para que el Señor, en el momento del bautismo por la imposición de las manos de Juan el Bautista; recibiera nuestros pecados, para que luego; en la muerte y crucifixión; de nuestro Señor Jesús, fuéramos redimidos.

Por eso, debemos darle gracias a nuestro glorioso Señor, porque él nos ama tanto que nos compró a precio de sangre.

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