Poderosa oración de buenos días a la Santa Muerte ¡Inicia con buen pie!
Sí necesitamos creer en algo tan poderoso como para hacer un milagro realidad, podemos utilizar la oración a la Santa Muerte todas las mañanas para desear los buenos días. Todas las mañanas en necesario iniciar con mucha energía positiva, para que el resto del día las cosas no salga bien y como lo planeamos. Es importante no dejar empañar nuestras vidas con la mala energía, de que a veces las cosas se tornan difíciles.
Sin embargo, si contamos siempre con el poder de la santa muerte, de hacer oraciones en su nombre bendito y conseguir esa estabilidad que tanto anhelamos en nuestra vida para que todo salga bien. Todo tendrá una pronta y rápida solución.
Oración para desear los buenos días en el nombre de la santa muerte
Esta oración las aplicarás todas las mañanas, para conseguir buenos resultados, que te ayudarán, a que todo marcha como debería ser. Realiza esta oración, con prudencia, sabiduría y sobre todo mucha devoción:
Para mí es necesario pedirte,
Santa Muerte esta mañana para tener,
buenos días colmados de tu sagrada,
bendición.
Empezar este día con el pie derecho,
con la buena energía que necesito,
para lograr todo lo que me propongo.
Siempre surgen mil problemas,
pero mientras esté bajo tu poder y protección,
la santa muerte no me desamparará,
ni de noche ni de día,
mucho menos cuando así lo necesite.
Te pido por favor,
me ayudes a que mi día,
tan maravilloso cómo lo planeó.
Que igualmente todo lo que emprenda,
tenga éxito y me salga bien.
igualmente que me consiga con gente,
buena y no falsa en mí camino.
Aleja en este día a todas las personas envidiosas,
que por alguna razón quieren hacerme,
muchos daño sin darse la oportunidad,
de tan solo conocerme.
Que tu gracia colme mi día,
de bendiciones para conseguir,
tu amor de Santa Madre incondicional,
que siempre esta apoyándome en todo momento.
Maravillosa eres Santa Muerte,
de qué harás este día diferente,
al infierno que han sido los otros.
Me surge la necesidad de caminar este dia,
junto a ti para saber,
por donde me hace falta andar.
Te clamo seguridad,
en todo lo que pueda pasar,
en este día manténme siempre,
protegido de todo mal.
A ti Santa Muerte bendita,
quiero demostrarte mi devoción,
para que te des cuenta de lo que,
realmente ando necesitando y las angustias,
de mi corazón.
Confío en tu presencia,
además todos los milagros,
qué has hecho por nosotros.
Ayúdame en esta hermosa mañana,
a qué puede empezar y terminar,
de manera excelente.
Clamo porque se cumpla,
de la misma manera,
todos los días de mi sagrada existencia.
Santa Muerte,
bendice mi mañana,
nunca olvides de lo necesitado,
que se encuentra en mi corazón por tu amor.
Quiero contar contigo todas las veces,
que así sea necesario,
para solventar mis angustias y problemas,
personales que me afectan en el día a día.
Cuento con tu poder junto con el de Dios,
para que la protección pueda llegar,
rápidamente a mi vida.
Estar protegido bajo tu santo nombre,
para que nadie pueda ni se atreva,
siquiera pensar hacerme daño.
Santa Muerte tú eres muy Poderosa,
sé que vives en el cielo y la tierra,
por donde quiera que pases,
vas derramando mando tu poder,
misericordioso a todo el que necesite.
Ayudas Al pobre, para salir adelante,
e igualmente a las personas,
sanidad en su cuerpo y corazón.
Asimismo nos ayudas a tener un motivo,
por el cual seguir nuestro camino,
que nos cuidan a nuestros sueños.
Gracias siempre Santa Muerte,
por ser siempre tan grandiosa,
motivadora siempre presente,
como la mejor madre de todas.
Amén.
La Santa Muerte tiene el poder infinito
Como dice su historia, absoluto es un culto con alto poder más conocido en Latinoamérica desde hace 3000 años. Uno de los pueblos más antiguos de votos deidades fueron los aztecas que llevaron al límite la adoración a la Santa Muerte. Los aztecas aseguraban que no había nada más poderoso que la misma muerte, que a ella nadie le puede escapar. Por eso más que verla, como algo malo, es el ciclo que la vida por obvias razones debe cumplir. Y también es una importante razón, para creer y encomendar nuestra protección a ella.