Oración para dar gracias por los alimentos y el pan de cada día
Hoy día, en el mundo hay muchas personas que lamentablemente no tienen para comer. Hay sitios en el mundo donde se hace muy difícil conseguir los alimentos de todos los días. Por eso, debemos siempre hacer una oración para dar gracias por los alimentos.
Con tanta necesidad, debemos ser agradecidos por tener siempre que comer. Por poder disfrutar de la bendición de que nuestra mesa esté siempre llena de ricos y deliciosos alimentos. Por eso, queremos enseñarte a hacer una oración en donde puedas decirle a Dios lo mucho que le agradeces por brindarte el privilegio de poder comer todos los días.
La cena y las oraciones a la hora de comer son conversaciones esenciales con Dios. Pablo en una de sus epístolas nos enseña que debemos celebrar siempre, orar constantemente y dar gracias a Dios sin importar en qué circunstancias nos encontremos.
Dar gracias a Dios por nuestros alimentos en todo momento
La pobreza y el hambre son una realidad cotidiana para algunos, mientras que otros saciamos nuestra sed y hambre cuando queramos. No importa en qué lado del péndulo nos encontremos, orar para dar gracias a Dios por nuestras vidas y nuestras comidas es importante.
Orar a Dios por nuestras comidas es una manera simple de marcar una gran diferencia en la alineación diaria de nuestros corazones. Puedes usar la hora de la cena y todos los otros momentos de comer para recordar la bondad de Dios en tu vida. Nos hace recordar que nuestras bendiciones provienen de Dios.
Padre,
alabado seas por el alimento que nos proporcionas.
Gracias por satisfacer
nuestras necesidades físicas de hambre y sed.
Perdónanos por dar
esa simple alegría por sentado,
y bendice esta comida
para alimentar nuestros cuerpos
y para que tengamos fuerzas
para hacer tu voluntad para nuestras vidas.
Oramos para que tengamos energía
y podamos trabajar
por la gloria de Tu Reino.
Padre, eres poderoso
y fuerte para sostener nuestros cuerpos.
En todo momento te damos gracias
por la comida que estamos a punto de disfrutar.
Perdónanos por olvidar
cuantas personas oran a diario
para aliviar su hambre.
Bendice y alivia el hambre
de aquellos que no tienen que comer.
Señor, inspira nuestros corazones
a buscar formas en
que podamos ayudar de nuestra abundancia.
Padre, esta comida
es obra de tus manos.
Me has provisto nuevamente,
y estoy agradecido.
Confieso mi tendencia a olvidar pedir
Tu bendición sobre mi vida,
a través de las comodidades
que me has dado para disfrutar.
Muchas personas carecen
de estas comodidades diarias
y es egoísta de mi parte
olvidarlas en su necesidad.
Muéstrame cómo aprovechar al máximo
tu bendición en mi vida,
porque todo lo que tengo
es un regalo tuyo.
Padre, alabado seas
por la amistad y la familia.
Gracias por reunirnos hoy
para compartir una comida.
Las personas en nuestras vidas
nos traen tanta alegría,
y estamos agradecidos
por el tiempo
que pasamos juntos en comunión.
Ayúdanos a usar este tiempo
para unirnos como grupo
y aprender a amarnos más.
Bendice nuestros apetitos,
tanto físicos como espirituales,
para honrarte en todo
lo que hacemos.
No podemos probar
un solo bocado de comida,
sin recordar que eres bueno
y que para siempre es tú misericordia.
Padre, mientras nos sentamos aquí hoy
preparándonos para comer esta comida,
recordamos a Tu Hijo.
Cómo vino aquí como un ser humano,
y comió con su familia
y amigos al igual que nosotros.
Gracias por el regalo de Jesús,
y que podemos mirarlo sabiendo
que Él comprende nuestra hambre.
Bendícenos, Señor Jesús,
y agita nuestros corazones
para recordarte en todo lo que hacemos.
En el nombre de Jesús.
Amén.
Por qué es importante dar gracias a Dios por nuestros alimentos
Cuando hacemos una oración para dar gracias por los alimentos, abrimos los cielos a nuestro favor, atraemos mucho dinero para que nada nos falte. Además atraemos más alimentos a nuestra mesa y nos humillamos delante de Dios parea reconocer que todo lo que tenemos es gracias a Él.
Por eso es tan necesario tomarnos unos minutos antes de la comida para decirle a Dios los bueno que es Él con nosotros, por darnos el pan nuestro de cada día y bendecirnos infinitamente.