Oración cristiana a Dios para pedir que purifique mi alma y limpie mi vida de la maldad

Estar limpios ante Dios es algo que todo fiel creyente tiene que tener presente, ya que nuestro Padre, es un ser perfecto. Por lo tanto, nosotros, que somos sus hijos, no debemos aspirar a menos. Asimismo, muchas personas realizan la oración para la bendición del incienso y otras, con el fin de purificar el cuerpo y el alma.
Oración a Dios para que limpie y purifique nuestras vidas
Somos la mayor creación de nuestro Padre Celestial, al principio éramos su obra más perfecta. Pero debido a la desobediencia del hombre, el pecado empezó a formar a alejarnos de Dios. Sin embargo, fue Cristo quien logró restaurar nuestra relación con el Eterno, y es a través de Él, que podemos presentarnos ante el Padre.
Señor Jesús, en este momento, Padre Celestial,
yo vengo ante ti. Para darte gracias por todas
las bendiciones que Tú, me regalas y me
concedes día a día.
Agradecido, pues Tú eres grande y misericordioso,
y por qué es por tu gran amor que seguimos en pie.
Te agradezco, ya que solo por ti, disfrutamos de
los momentos y detalles que tienes con nosotros y
con todas las familias, porque eres grande y poderoso.
Sabemos que nada más en ti, encontramos
felicidad y la verdadera paz, que tanto
anhelamos. Para así llevar una vida llena de
armonía junto a los seres queridos.
Perdona, Señor Jesús, cada una de nuestras
ofensas hacia ti. Perdóname por todo
aquello con lo cual te hemos fallado. Perdona
mis malas acciones, mis feas actitudes, mis
horrendos pensamientos y permíteme ser una
persona digna de todo lo que Tú me concedes.
Ayúdame a tener un corazón dispuesto a servir
a mi prójimo como a ti. Que yo cumpla con
el propósito que Tú tienes designado para mi
vida. Que yo sea un ser de luz en medio
de tantas tinieblas.
Padre amado, que yo lleve tu palabra a donde
quiera que vaya. Úsame como instrumento en
tus manos y que en mi vida, solo se haga tu
voluntad hoy y siempre.
Dios de Israel, en este momento yo me postro
a tus pies, para pedirte que seas Tú, limpiando
todo mi ser. Te entrego a ti, mi vida y mi corazón.
Tú mejor que nadie conoces los errores
que he cometido en mi historia.
Te pido que seas Tú, limpiando cada una de las
manchas que puede haber en mi vida, y que no
me permiten acercarme a ti. Aún aquellos
errores que se encuentran escondidos, en lo
más profundo de mis recuerdos, que ni sé
que están ahí.
Hazme una persona digna de ti, que yo me
presente ante ti, sin nada de que avergonzarme.
Que el enemigo no tome ventajas de mis errores
o de cualquiera de mis pecados. Si no que yo sea
un guerrero firme y estar en pie delante de tu presencia.
Que yo lleve tu gloria en alto, que glorifique y
exalte tu nombre donde quiera que me encuentre.
No permitas que las asechanzas del enemigo
puedan afectarme, ni dañarme.
Pues él no tiene fuerza, Tú, Señor, lo venciste en
el madero de la cruz y demostraste todo tu poder
cuando resucitaste. Fue en ese momento que él
se dio cuenta de que perdió.
Solo Tú eres digno y permaneces por los siglos,
demostrándole a él y al mundo entero, que no
existe otro nombre dado a los hombres, por el
cual tenemos la opción de ser salvados.
Confió en que Tú, me darás las fuerzas necesarias
para yo combatir todas las asechanzas del enemigo
contra mí y mi familia. En el poderoso nombre de
Jesús, cordero del amor.
Amén.
Dios puede perdonar todo tipo de pecados
El Altísimo puede absolver nuestros pecados más grandes, solo necesitas arrepentirte de corazón y estar consiente de que una vez pidas perdón, no debes cometer el mismo error. De lo contrario, no tiene sentido de que disculpes y de nuevo hagas lo anterior, y así caer en un ciclo de oración a la Sangre de Cristo para limpiar.