Oración para dar gracias al Señor por recuperar mi salud y por sanarme

oracion para agradecer al senor por recuperar mi salud

Dar gracias es la mejor manera de retribuir algún favor recibido. Y esto es valedero hasta para la voluntad de Dios. En oportunidades somos atacados por enfermedades que no conseguimos superar, algunas más complicadas que otras. Pero que al final afectan y perturban nuestro bienestar. Y cuando Dios atiende a nuestro llamado debemos regalar esta oración para dar gracias al Señor por recuperar mi salud y por sanarme.

La gracia divina de Dios es muy grande y poderosa, no hay poder en la tierra que pueda luchar con ella. Y cuando se hace la voluntad de Dios es porque muy inmerso en cada una de esas cosas es lo mejor que ha podido sucedernos. No debemos perder la fe y la esperanza cuando estamos en momentos de dificultad.

Índice()
  1. Dar gracias al Señor por recuperar mi salud y por sanarme
  2. La oración Poderosa concede Sanación

Dar gracias al Señor por recuperar mi salud y por sanarme

Si nuestra fe es verdadera y nuestra confianza en Dios es sólida, Él atiende a nuestro llamado y escucha a nuestras súplicas. La experiencia de muchos creyentes, se han convertido en testimonios de vida ante la misericordia sanadora de Dios. Su poder milagroso nos envuelve a todos y nos convierte en salvos, bañando de sanidad nuestras vidas.

Para agradecer a Dios por devolvernos la salud ante cualquier enfermedad. Hagamos uso de la siguiente oración para dar gracias al Señor por recuperar mi salud y por sanarme. Debes interiorizarla y en completa tranquilidad, regalar con todo el sentimiento sincero de agradecimiento.

Misericordioso Dios Mío

Hoy elevo mi plegaria Dulce Señor Mío,

te amo y te venero desde lo más

profundo de mi corazón,

jamás te has olvidado de mi

aun cuando he estado hundido en el pecado.

 

Sabes que me arrepiento de corazón

y mente por las faltas

que he cometido ante ti.

 

Eres el rey, el amo y señor

de mi vida y en tus manos coloco

cada uno de los pasos que doy.

 

Sabes que mi vida ha sufrido

el implacable golpe de las enfermedades,

que he sido víctima de terribles

dolores de mi cuerpo

que me han hecho caer en

cama por largo tiempo.

 

He llorado incansablemente bajo

tratamientos y terapias

que solo han calmado y apaciguado mi dolor

para hacer más llevadera mi vida.

 

 He tomado tratamiento y medicinas

para conseguir sanar mi cuerpo del mal.

el amor sea sin fingir

Pero has sido tú, mi Padre Adorado,

quien con tu mano poderosa

ha sanado mi existir, en cada

pastilla, en cada jarabe, en cada masaje,

además, en cada inyección ha estado

tu presencia, porque les has dado

poder a los médicos para sanar.

Pero esto no sucede sino

es tu certera voluntad.

 

Tú eres quien mueve el mundo

y las mentes de los que aquí están.

 

Solo tú tienes el poder de dar y quitar,

de curar y de sanar, de vivir o de morir.

 

Hoy me tocó a mí librar esta dura batalla,

caminando junto a ti todo

ha sido mucho más fácil,

muchos han gozado de la dicha

de ser sanados bajo tu gracia divina.

 

Y agradezco enormemente

que te hayas fijado en mi

para hacerme sano y fuerte

y seguir tus alabanzas.

 

Gracias Dios Perfecto,

Dios de paz y de amor,

gracias infinitas por hacerme tan feliz

y poder retomar la salud

que tanto anhelaba.

 

Escuchaste mis súplicas

y ahora estoy frente a ti para

que sepas que lo agradezco.

 

En ti confié, confío y confiaré

por los siglos de los siglos.

 

Amén

La oración Poderosa concede Sanación

Dios dijo: Mateo 7:7-8 “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá; porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama se le abre”. Que poderosa es la oración para hacer el llamado a Dios en cuanto a problemas de salud. Siempre estará allí para el que busque de Él.

Somos todos hijos de Dios, siempre busca lo mejor para nosotros, pero también debemos dar nuestra parte. Cuidar nuestra salud y nuestro cuerpo, evitar los vicios y los excesos, alejarnos del peligro y de las malas actividades. Todas esas cosas que ponen en riesgo nuestra vida. No solo es cuidar el cuerpo, sino también el alma, ella también enferma. Dale espacio a Dios en tu vida para que espiritualmente no enfermes jamás.

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