Oración judía para pedir paz a un moribundo ¡Por los que están muriendo!

'Una flor en su tumba se marchita, una lágrima corre por mi mejilla y una plegaria hacia tu alma elevo hoy'. Con esa frase queremos comenzar esta linda oración judía. Dedicada a los moribundos que hoy parten hacia el cielo. Con el propósito, de que puedan trascender al paraíso.
Oración Judía para los difuntos
Cuando una persona que queremos fallece, nuestro cuerpo reacciona de diferentes maneras. Sin embargo, podemos hacer una oración por los moribundos y agonizantes individuos. De ese modo, le recordamos a Cristo, que tome en cuenta su alma y la ayude a conseguir su paz.
Dios, Tú que estás lleno de compasión, y mora allá
en lo alto, te pido que, por favor, me concedas
el auténtico descanso y la paz sobre
todas las alas de la Shejiná
En las hermosas esferas de lo santo y puro.
Las cuales, brillan en el cielo como
el resplandor del firmamento.
Al espíritu del hijo
de alguna madre, el cual
se ha ido hacia al cielo.
Ya que Tú, Señor, llamaste el alma de esta persona
para que fuera a disfrutar de su paz. Te imploro que
tu lugar de descanso sea el Gran y eterno Edén.
Por ello, arrodillados ante tu trono y con nuestra confianza
puesta en tu misericordia, para que, el Todopoderoso,
la mire con ojos de bondad, y recoja el alma de
ese mortal y, cobije con la dulzura de tu corazón
y alas por toda la eternidad. Así, guíe su espíritu
hacia su descanso.
Adonai es su patrimonio; que se relaje en su lugar
de reposo, en total paz, y digamos: Amén, para que
Dios no deje de lado la plegaria.
Por otra parte, mi querido Señor, esta consagración
también la quiero hacer para recordar todos
los momentos vividos junto con la persona
fallecida. Con el fin de que lleves
este mensaje hasta sus oídos.
De ese modo, se vaya tranquila, sabiendo que nosotros
los que nos quedamos en la tierra siempre oraremos
por ella mientras estemos con vida.
Padre, te confieso, aunque mi alma no encuentra
consuelo en el mundo, porque la partida
de este ser, nos dejó un gran vacío
en nuestros corazones.
Estamos confiados, que tus brazos van a recibir
el espíritu de ese individuo que se fue con
la esperanza de la resurrección.
Te imploro, Señor, que no tomes en cuenta
sus pecados, si no la fe y devoción
con la que esa persona oraba
cada día hacia ti.
Ya que soy consciente de que tu inmenso
amor es más grande, que las faltas
que ha cometido en su contra.
Y Tú, como gran Padre que eres, sabrás condonar
y perdonar cada una de ellos. Pues somos hijos
del pecado, debido a que, fuimos concebidos
de la descendencia de Eva.
Jesús, toma mi cuerpo como ofrenda y mi alma
en forma de instrumento de adoración, a fin,
de que me ayudes a salir de este duelo
del cual me encuentro.
Ya que, a raíz de la partida de mi ser querido,
aquel muro que me impedía ver la realidad
y aceptar que se fue. Hoy, cayó frente
a mis pies, dejándome vulnerable a la
dispersión y la desolación.
Por lo que, te pido, que me des la fuerza necesaria,
así levantarme de este suelo frío y húmedo
por las lágrimas que en su tumba
he derramado.
No permitas que las flores que con amor coloque
en su lecho de muerte se marchiten,
dales la vida y color.
Para que siempre brillen y mi fallecido
pueda contemplar con amor las
ofrendas que los mortales
dejamos en su memoria.
Dame la sabiduría para entender de que
a pesar de que su cuerpo físico ya no se
encuentran entre los vivos. Su esencia
permanecerá en la memoria
de nosotros sus familiares.
Amén.
¿Qué pasa cuando el alma abandona el cuerpo?
En el momento que el espíritu se desprende del cuerpo físico, podemos ver todo lo que a nuestro alrededor pasa, más si estamos dentro de un hospital. Por eso es que es ideal hacer una oración a San Miguel Arcángel por un difunto. De ese modo, este Ángel los proteja en su viaje.