'Ketoret' Fuerte oración judía del incienso ¡Muy hermosa!

'Ketoret' Fuerte oracion judia del incienso

El Ketoret es uno de los rituales más hermosos y sagrados que aún se mantiene vigente entre el Judío. Este consiste en la bendición del incienso, para ofrecer en el santuario santo a Jehová Creador. Esta tradición se efectúa desde los tiempos remotos. Cuando Yahvé, instruyo a Moisés acerca de las ofrendas que debían hacer, en el tabernáculo Sagrado.

🙏 'Ketoret' Fuerte oración judía del incienso ¡Muy hermosa! 🙏

Índice()
  1. Hermosa oración judía para la ofrenda del incienso
  2. Quién es la persona encargada de ofrecer el Incienso

Hermosa oración judía para la ofrenda del incienso

Al ofrendar incienso en el lugar santo. Los Hebreos, lo que buscan es complacer al Señor, con regalos agradables a Él. Este ritual se originó, en el desierto, cuando los Israelitas iban camino a Canaan. Entonces, Dios instruyo a Moisés sobre las ofrendas que se debían hacer en el Tabernáculo.

Poderoso Dios de Israel, en este momento sagrado,

vengo a ti, para ofrecer un olor fragante. Con la

esperanza de sea agradable a ti.

 

Con esta pequeña ofrenda del Ketoret,

quiero mostrarte mi agradecimiento por

todas las bondades que Tú, me has

concedido hasta este momento.

 

Gracias, por las bendiciones que me

otorgas tanto a mí como a cada uno de

mis seres queridos. Porque comprendemos

que, aún, subsistimos por tu inmenso

amor y misericordia.

 

Quiero en este momento pedirte perdón, por

todas las ofensas cometidas ante ti.

Perdóname si te he fallado y si no he

cumplido con tus mandamientos.

 

Disculpa, también, cada una de las faltas

de mi familia y concédele a ellos la

sabiduría y el discernimiento de reconocer

que te han fallado. Que necesitan de tu perdón.

 

Padre de la Gloria, deseo entregarte a ti,

mi vida entera, quiero servirte en todo

momento, que mi humanidad

se sujete a tu voluntad.

 

No permitas, que en mi terquedad, de

querer hacer, lo que mi mente y mi

corazón me digan, me aleje de tu presencia.

Llegando así a desobedecer tus mandatos.

 

Tú, mejor que nadie, conoces los deseos

más profundos de mi corazón. Por eso

vengo ante ti, y te pido que no permitas

que me aleje de tu presencia.

 

Si en algún momento mis pies toman otro

camino, sé Tú sujetando mi mano y

regresándome al sendero correcto.

No permitas que mi corazón y mente

se corrompan con la maldad del mundo.

Ten misericordia de este pueblo que se ha desviado de tus caminos y han seguido sus propios deseos

Ten misericordia de este pueblo que se ha

desviado de tus caminos y han seguido

sus propios deseos. Dándole así cabida

en sus corazones a la mentira y la maldad.

 

Que ellos, puedan comprender que no

existe nada en este mundo más valioso

que Tú, pues solo Tú, eres nuestro

único y verdadero Dios.

 

Porque desde el principio de los tiempos

Tú, has estado con cada uno de nosotros.

Aun cuando este pueblo no tenía

esperanza, Tú, nos liberaste de

la vida de esclavitud.

 

Escuchaste el clamor de tu gente

que tanto te necesitaba y nos enviaste

a Moisés. Quien contaba con tu protección,

para que él nos llevara a la tierra prometida.

 

Y desde entonces Tú, nos acompañas

en todo momento. Por eso vengo y me

postro en tu presencia, puesto que

reconozco que sin ti no somos nada.

 

Gracias, porque aun siendo personas

infieles y pecadoras, Tú, nos has mirado

con un profundo amor y nos has

llamado tu pueblo escogido.

 

Te agradecemos por el hecho de que

podemos vivir tranquilos y confiados en

que Tú. Eres nuestro escudo y a nada

temeremos, ya que Tú, lucharas

las batallas por nosotros.

 

Quien como Tú, para defendernos de

todos aquellos que pueden acecharnos

y desean nuestro mal. Pues solo en ti,

podremos encontrar un lugar seguro.

 

Gracias, porque sé que Tú, has escuchado

mi oración y ahora puedo reposar tranquilo

puesto que sé. Que Tú, cuidaras de mí

y de toda mi familia.

 

Amén.

Quién es la persona encargada de ofrecer el Incienso

El Ketoret o Perfume de Jerusalén, en los tiempos antiguos lo ofrecía nada más el Sumo Sacerdote. El primero de la historia fue Aarón, hermano de Moisés. Quien lo escogió Dios de forma directa. Esta tradición se mantiene aún en la actualidad, ya que muchos lo usan para limpiar una casa de brujerías o malas energías.

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