Oración de la mañana del martes 21 de Septiembre
¿Quieres comenzar tu día siendo un nuevo tú? Usa esta oración de la mañana del 21 de septiembre y podrás cortar toda atadura que se encuentre en tu vida. Ya que hablar con Dios y pedirles que nos moldee es lo mejor que podemos hacer para cambiar.
Oración para romper con las ataduras terrenales
Todos queremos mejorar y llegar lejos, al mismo tiempo que otros quieren que Dios se acerque más a sus vidas, pero ese es el error, ya que nosotros debemos acercarnos a Él. Si haces esta oración ten por seguro que estarás dando un paso en la dirección correcta.
Es fácil decir, Dios, por favor,
acércate más a mi vida y
glorifícate en ella, haz que todo
lo malo desaparezca.
Pero la verdad es que Tú
siempre has estado ahí para
nosotros. Somos nosotros los
que nos alejamos y buscamos
nuestros propios caminos.
Esos caminos que nos corrompen y
nos hacen caer más abajo, esos
caminos que nos hacen influir
en otros y hacerlos caer con
nosotros.
Porque el ser humano es así, no
conforme con su desgracia trata
de atraer a otros a la misma
para satisfacer su soledad.
Un ser lleno de maldad y codicia,
porque a pesar de que
nos hiciste a tu imagen y semejanza
nosotros buscamos el fruto
del pecado.
Buscamos vivir una vida sin
reglas y ser perfectos según
nuestro propio juicio.
Porque para muchos el pecado
resulta atractivo, pero es que
además de esos nosotros siempre
buscamos defender nuestra posición
en vez de escuchar la opinión de
los demás.
No podemos vivir así, pero el
mundo nos ha hecho así. Son
las malas influencias que intentan
cada día sacar lo peor de nosotros.
Pero, Padre, hoy quiero hacer
un paro en mi vida, quiero que
todo lo malo se aleje de mí.
Quiero seguir tus caminos para
que todo pueda salir conforme
a tu voluntad.
Deseo hacerme amigo de mis
enemigos e inculcar valores a
donde sea que vaya, no importa
lo que pase, quiero acercarme más
a ti.
Tú que eres el Dios creador de
el universo, Tú que hiciste los
mares y el cielo.
Quita de mí toda acechanza del
enemigo, y elimina todo aquello
que me ate a la tierra.
Quiero dejar de pensar en
mi propio beneficio y quiero comenzar
a seguir la voluntad perfecta del
Padre, ese padre que me ama.
Ese padre que no me abandona
a pesar de los distintos caminos
que he tomado.
Quita de mí toda atadura terrenal
y ayúdame a alcanzar la perfección
que solo puede ser alcanzada por
medio de tu palabra.
Eso es lo que deseo, deseo
poder dar vista al ciego y
hacer escuchar a lo que no
oyen, pero no quiero hacerlo
a la forma en la que el
mundo quiere, sino de tu forma.
Padre celestial, Tú que transformas
lo intransformable y cambias lo
incambiable, destruye mi vasija y
vuélvela a hacer.
Lléname con tu palabra y tu
sabiduría. Porque cómo podría
vivir si Tú no estás conmigo
constantemente.
Lléname de tu Espíritu Santo
y hazme sentir tu presencia
cada día más, Señor.
Que todo defecto que aún
esté en mí pueda volverse
una fortaleza, que toda atadura,
ya sea por mis acciones o mi
carácter sea cambiada.
Acércame más a tus estatutos y
hazme pensar igual a ti. Permíteme
ver lo bueno en medio de la
tempestad, permíteme ver la
luz entre las tinieblas.
Es lo que deseo, porque
necesito ser más como Tú.
Necesito poder influenciar en
otros de la manera correcta.
Para que el día en el
que me encuentre contigo allá
en el cielo, Tú estés orgulloso
de todas mis acciones.
Que mi corona pueda ser
adornada con las perlas necesarias
para simbolizar todo aquello que
hice y mi rango no se haga
menospreciar, Señor mío.
En el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo,
que se haga tu voluntad,
Señor.
Amén.
Importancia de romper ataduras
Ya sean ataduras generacionales, del pasado o algún otro tipo, es importante romper esas cadenas que solo nos impiden avanzar. Cuando nos las quitemos nos daremos cuenta de cuanto habríamos logrado antes de haberlo hecho, dado que está es la forma para lograr cambiar.