Oración de la mañana del domingo 6 de Junio

En el mundo, son muchas las situaciones que pueden hacer que sintamos temor. Estamos expuestos a tantas tentaciones que requerimos valentía para enfrentarlas.
Dios honra a sus valientes
Si tienes el deseo de vivir una vida en bendición, debes pedir a Dios que te llene de valentía para enfrentar cada desafío de la vida como un digno soldado hasta obtener la victoria. Él te acompañará en cada batalla.
Amadísimo Padre celestial, al comenzar este
nuevo día para mí, quiero postrarme en
oración ante ti y rendir todo mi ser delante
de tu santa y bendita presencia.
Hoy mi corazón se llena de gozo por el milagro
que tú me das de poder presentarme ante ti
un día más y, poder abrir mi corazón para
derramar mi alma y mis emociones
delante de tu presencia.
Tú has sido tan bueno conmigo que no puedo
hacer sino agradecer ese amor inmenso que
tienes para mí, ese que me demuestras a diario
a través de todas las bendiciones que me das.
Hoy quiero tomar el tiempo necesario para, agradecerte
por toda tu bondad, tu amor y los cuidados que tienes
para conmigo y para toda mi familia.
Hoy levanto mis manos delante de tu presencia
para pedir que tú, con tu espíritu santo, llenes
mi mente de tu palabra, que reboses mi corazón
con tu verdad.
Y que me des esa valentía que necesito para enfrentar
los desafíos que la vida presenta a diario frente a
mí, como un reto a mi carácter, mi fuerza y mi fe.
Dame hoy esa valentía de un guerrero para defender el
propósito que tú tienes para mí, de todos los ataques
del maligno, él no quiere que yo cumpla mi propósito,
pero tú mi Dios todopoderoso eres más fuerte que
cualquier enemigo que se presente ante mí.
Así que esta mañana, yo confío plenamente en que
saldré hoy en fe, sabiendo que tú me vas a defender
ante cada adversidad que se me presente en el camino
y me darás la victoria.
Tú en tus sagradas escrituras, me has dejado
muchos relatos de como respaldaste siempre
a tus valientes hijos que eligieron honrarte,
por encima de las adversidades.
Yo quiero ser uno de esos valientes que no se deja
intimidar por las tentaciones que el mundo me
pueda ofrecer, por atractivas y agradables
que puedan parecer, no permitas Señor
que yo caiga preso de las tinieblas.

Dame valor para decir que no, a todo eso que
es agradable a mi vista y tal vez a mi carne,
pero que al final traerá amargura a mi alma y
a mi espíritu.
Sé que hay un premio reservado para todos
aquellos que han puesto su fe en ti, por encima
de los problemas y las dificultades que hayan
atravesado a lo largo de sus vidas.
Del mismo modo Señor, yo quiero permanecer fiel a
ti en todo momento y ante toda situación, que el
enemigo no pueda infundirme temor, pues el Dios
todopoderoso está conmigo en todo lugar y en todo
momento de mi vida, sin importar las circunstancias.
Que nada de lo que pase dentro o fuera de mí,
logre detener el avance hacia el propósito que ya
tú has escrito para mí en el libro de la vida.
Yo quiero honrarte con mi obediencia y ser
uno de esos hijos tuyos, que son fieles hasta
el final, pase lo que pase, deseo mantenerme
aferrado a ti.
Quiero meditar siempre en tu palabra, esa que me
reconforta y me da vida en los momentos más duros,
la que es agua en medio del desierto y que me brinda
la protección que necesito, ante los ataques del enemigo.
Tú mismo dices Señor que tu santa palabra es la espada
de tus hijos cuando entramos en una lucha espiritual,
por lo tanto, esta mañana tomo mi espada para nunca más
soltarla, porque soy un valiente guerrero de tus filas espirituales.
Amén.
El reino de los cielos es para los valientes
Dios ha prometido en su palabra para ti que, si eres lo suficientemente valiente, como para seguirle y darle la espalda a todas las tentadoras ofertas de este mundo, tendrás un lugar seguro en su eterno reino celestial.