Oración efectiva por la mañana para pedir sanación de cuerpo y alma
Gozar de salud y bienestar físico, mental y espiritual es una de las bendiciones que Dios nos otorga. Miles de personas en el mundo se encuentran postradas en camas de hospitales y asilos padeciendo de alguna enfermedad curable o en ocasiones terminal. Por ello, recurrir a Dios con la oración por la mañana para pedir sanación de cuerpo y alma. Es la mejor manera de implorar de su misericordia.
No solo el cuerpo padece de enfermedades. El alma también enferma cuando nos apartamos de Dios y satanás se apodera de nuestros espíritus. También como buenos católicos y fieles seguidores del cristianismo debemos mantenernos en oración como medio de comunicación con Dios.
Oración para pedir ser sanados del cuerpo y del alma
Cuidar de nuestra salud es parte de la responsabilidad de todo ser humano. Pero en cualquier momento podemos enfermar y padecer alguna dolencia. Eleva esta oración por la mañana para pedir sanación de cuerpo y alma.
Dios Sanador de Enfermedades. Mi Dios
Todopoderoso, Padre Celestial y Eterno,
bendita la misericordia que nos arropa a todos
como hijos de Dios.
También bendita tu luz que nos ilumina sin
cesar en cada momento de nuestras vidas.
Porque eres el más bello tesoro que guardo
en mi corazón. Eres la esperanza que baña
mi vida en los momentos de mayor oscuridad.
Ni las peores tormentas me han apartado de ti
porque mi fe es pura y verdadera.
Mi mayor motivo de alegría es saber que
cuento contigo en todo momento, que tu
misericordia me acompaña y me protege
ante los males del mundo.
Y aunque haya caído en pecado tu bondad
me perdona cuando en profunda oración
me arrepiento y pido perdón.
Por ello esta plegaria la dedico en tu honor
Santo Padre, en demostrarte mi amor y mi
veneración a todo lo maravilloso que
representas en mi vida.
Aunque sé que las tentaciones han tocado
mis actos conoces de mi fe hacia tu grandeza
divina.
Igualmente esta mañana es una nueva
oportunidad de vida, es para agradecerte las
bondades que constantemente derramas
sobre mí.
A pesar de que mi cuerpo y mi alma
están enfermos, sé que tu misericordia
jamás me abandonará.
Mientras tanto Oh Dios Mío, pido sanación
para mi ser, purificación y eliminación de las
enfermedades que padezco, sana y borra
toda dolencia o padecimiento de mi carne y
de mi espíritu.
Hazme un ser sano y fuerte bajo tu perfecta
protección.
Porque estos males que hoy me invaden
están afectando mi vida y la de mi familia,
mi trabajo y mi fortaleza,
me han vuelto débil y vulnerable.
Además el enemigo me ataca, me busca,
me acosa para hacerme parte de su maldad.
También protegeme de esos ataques
aun en estos momentos de enfermedad,
pues mis dolencias me hacen desvanecer
y perder la razón.
Asimismo no permitas que mi fe pierda fuerza
por no contar con salud, más por el contrario
apodérate de mí ser y libera mi alma de todo
lo malo que puedas hallar.
Igualmente resguárdame del mal y abrígame
en tu seno, cúbreme con tu sagrado manto y
úntame con la sagrada sangre de Jesucristo,
para que mis enfermedades sean sanadas
y mi cuerpo liberado de toda enfermedad.
También soy tu hijo Dios, tu siervo y tu
peregrinador, no habrá dolencia ni
enfermedad que perturbe mi fe porque tú me
haces fuerte y poderoso.
Las oraciones que te imploro me llenan de
valor para no perder las esperanzas de que
puedas sanarme.
Finalmente cierra todo diagnóstico médico,
cancela toda sentencia de enfermedad,
anula toda dolencia de mi cuerpo y de mi
alma, para que me des sanación, completa y
perfecta.
Amén.
Que la sanación y purificación vengan a mí
Cada mañana eleva tus plegarias a Dios para que escuche tu clamor de sanación, pídele que Él te dará, llámale que Él te oirá. También aclama sanación con verdadera fe cristiana y en profunda oración pide clemencia ante su misericordia.
No hay imposibles ante Dios, es milagroso y misericordioso con quienes ruegan ante Él. Es tu fe y tu esperanza la que te hará sano. Nuestro Padre Celestial es compasivo y piadoso, jamás nos abandona ni nos da una cruz que no podamos cargar. Ámale, obedécele y sé cada día una mejor persona al servicio de los más necesitados.