Oración de la noche del 9 de Octubre

Oración de la noche del 9 de Octubre

¡Ven a este artículo! Si quieres que tu fuerza de voluntad se incremente en este tiempo. Para ello solo será necesario apartar unos pocos minutos de tu tiempo para leer esta milagrosa oración de la noche del 9 de octubre. Ya verás como Dios hará un cambio drástico en tu vida.

Índice()
  1. ¿Cómo hacer que mi fuerza de voluntad se incremente?
  2. ¿Cómo ser cada vez más determinado?

¿Cómo hacer que mi fuerza de voluntad se incremente?

Para ello es necesario que creas plenamente en lo que Dios puede hacer en tu vida. Luego de ello será necesario que ores sin parar en pro a ello, pues en la oración está el verdadero poder, y si oras por lo que quieres alcanzar lo lograrás.

Oh, mi gran y poderoso Dios,

en esta hora vengo a tu presencia

para pedirte que me ayudes

de nuevo en mi vida.

 

Pero primero, quiero agradecerte por

todo lo que has hecho a lo largo de la misma,

gracias por nunca dejarme solo en ningún

momento clave de mi existencia en esta tierra.

 

Y gracias por nunca dejar que

mis temores me apartaran

del plan perfecto que tienes

con mi vida.

 

Te suplico que me ayudes a siempre

salir adelante en medio de

cualquier situación, pues no

quiero ser derrotado por los

planes malignos del enemigo.

 

Te suplico que perdones si alguna

vez he llegado a faltar el

respeto a alguno de tus

mandamientos divinos, oh, mi Padre.

 

Perdón si he llegado a ignorar

las señales que me envías

en cada proceso de mi vida.

 

Disculpa si he llegado a fallarte,

pues admito que no soy perfecto,

y me encuentro más agrietado

que una vieja taza de té.

 

En este momento pongo mi vida

entera en tus manos, pues no hay

mejor lugar en donde dejarla

que en las manos del Rey de gloria.

 

Te pido que la protejas

y que la fortalezas en todos

y cada uno de los aspectos que

consideres estén en decadencia.

 

Te suplico que me pulas

y que hagas de mí una

nueva obra de arte,

pues de esa forma podré

recuperar mi valor original.

 

Te suplico en esta hermosa noche

que aumentes de manera considerable

mi fuerza de voluntad, pues de verdad

siento que sin ella, sólo seré

una pobre oveja débil.

Señor dame la fuerza de voluntad necesaria para lograr mis metas

Necesito que me des la capacidad

de avanzar pese a estar cansado,

quiero seguir trabajando en pro

a los proyectos que tengo en

mi humilde vida.

 

Te suplico que hagas de mi

un fuerte guerrero que pueda

enfrentar todas y cada una

de las adversidades que le

pueda presentar la vida en algún

punto de la misma.

 

Necesito ser una persona fuerte

y capaz de derrotar a las fuerzas

del enemigo que intenten

dañar la fortaleza de mi vida

y sus estructuras.

 

Te suplico que me permitas

ganar todas y cada una de las

batallas que emprenda por lo

que me resta de vida.

 

Pues no seré capaz de vivir

en paz, sabiendo que mi

forma de vivir ha sido

perjudicada por los planes

y los secuaces del enemigo.

 

Te pido siempre tu dirección en todo

momento de mi existencia, pues

sin ella sinceramente no sabría

cómo enfrentar todos los

males que puedan amenazar

mi vivir.

 

Necesito ponerme la armadura

completa de Dios en mi cuerpo,

pues sin ella sólo seré

una mariposa a la merced

de los golpes que puedan

lanzar los demonios del mundo.

 

Necesito de tu manto sagrado,

de tu ayuda y de tu protección

para poder levantarme en

victoria frente a todos aquellos

que quieran pisotear mi destino.

 

Quiero ser un triunfador

digno de una corona en los cielos,

pues podré ser capaz de derrotar

a todo aquel que se cruce

en mi camino con aura de maldad.

 

Así que te lo pido, mi Dios,

dame la fuerza de voluntad necesaria

para ganar en todas y cada

una de mis batallas, mi Dios.

 

Pongo todo esto en tus manos

y quedo a la espera de una

satisfactoria respuesta.

 

Te lo pido, mi Rey,

en el nombre del Padre,

del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Amén.

¿Cómo ser cada vez más determinado?

Para que tu determinación y fuerza de voluntad cada vez sean más grandes, necesitas confiar toda tu vida y tus capacidades al poder de Dios. Pues solo Él puede darnos las fuerzas que necesitamos para seguir avanzando.

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