Oración de la noche al Ángel de la Guarda ¡Protégeme!
Todos los seres humanos tienen la bendición de contar con la gran misericordia de Dios, quien le asignó un ángel de la guarda a cada uno de sus hijos para que los proteja. Cada uno de estos ángeles de la guarda tiene su propio nombre. Por esta razón es que se debe hacer una oración de la noche al Ángel de la Guarda ¡Protégeme!
Nuestro ángel de la guarda, nos cuida y está a su cargo conducirnos por los caminos de Dios mientras estemos aquí en la Tierra. Debemos pues acogernos a los preceptos divinos para que nuestro ángel de la guarda nos proteja.
El Ángel de la Guarda nos brinda siempre su divina protección
Ciertamente todos los cristianos estamos cubiertos por la protección de este ángel de la guarda que Dios nos asignó y siempre se encuentra a nuestro lado. Dedícale esta oración de la noche al Ángel de la Guarda ¡Protégeme!
Bendito Ángel de la Guarda,
protector nuestro,
no nos abandones nunca y guía
siempre nuestros pasos por
el sendero de la felicidad.
Oh dulce y tierna compañía
que nos asistes en todo momento,
y estás a nuestro lado de noche y de día.
Tú que eres creado al igual
que nosotros los mortales a
semejanza del Señor y que
fuiste enviado para ampararnos
y guardarnos de todo mal y peligro.
Por favor no nos dejes solos porque
entonces nos perderíamos en
las tinieblas de la noche y
también a plena luz del día.
Tú, Ángel Glorioso tienes
todo el poder que Dios
te dio para cuidarnos,
condúcenos con cariño y con
paciencia hasta el fin de nuestros días.
También aléjanos de los caminos tortuosos
de la vida y danos siempre
la luz que necesitamos
para vencer las tinieblas del
pecado y de la desobediencia.
Asimismo defiéndenos Ángel de luz,
cuídanos y protégenos en todo momento,
que nosotros te reconocemos en
esta vida y también te reconoceremos
en el más allá para estar siempre
agradecidos de tu esmero
para con nosotros.
Por las noches cuando estemos dormidos,
vela nuestros sueños y no permitas
Ángel glorioso que seamos
abordados por los espíritus del mal.
Igualmente vela pues nuestros pensamientos
aunque estemos dormidos y danos
un sueño reparador y bien
encaminado hacia un hermoso
y feliz despertar.
Cuando salgamos a la calle
protégenos y líbranos de todos
los peligros que puedan asecharnos,
aleja pues de nosotros
las malas amistades.
Por favor evita que tengamos contacto
con personas de mala vibra que
puedan darnos malos ejemplos
y torcer nuestros pasos.
Toma tú las riendas de nuestra
vida y bendícenos en todo momento
para que seamos dignos hijos de Dios.
No importa la edad que tengamos,
aunque lleguemos a ser
personas maduras,
te pedimos ángel de la guarda
que nos veas como niños
de pecho y no permitas que
hagamos nuestra voluntad.
Antes bien haz que nos parezcamos
a nuestro Señor Jesucristo,
quien no pudo ser quebrantado
en la fe y en la fidelidad a
su Padre Celestial cuando fue
tentado tantas veces por Satanás.
Haznos fuertes de espíritu,
danos sabiduría, llena nuestros
corazones de amor hacia el prójimo
y que seamos buenos hijos,
buenos cónyuges y buenos padres.
Haz que ayudemos siempre
a nuestros semejantes
y que aprendamos a cuidar
de nuestro cuerpo que
es un templo divino,
apartándonos de los vicios
y de las malas costumbres.
En esta noche y en todas las
noches que nos quedan por vivir,
antes de partir de este mundo.
Ángel de la Guarda,
estate siempre a nuestro lado,
cumpliendo con el mandato
de Dios cuando te envió a cuidar
de nosotros en todo momento.
Finalmente no permitas pues que las entidades
siniestras tomen cuerpo en
nuestras acciones ni que
puedan desviarnos
del camino del bien.
Amén.
El Ángel de la Guarda nos protege de noche y de día
Ciertamente de noche y de día como los latidos de nuestros corazones que no cesan, desde el mismo momento de nuestro nacimiento. Hasta el día de la partida con el Señor, los ángeles de la guarda cumplen con la misión que les fue encomendada por el Creador del universo y de toda creatura viviente.
Por tal motivo no debemos dejar de invocarlos por las noches antes de dormir y pedirles que nos proporcionen un sueño profundo y reparador. También al despertar debemos darle las gracias y pedirles que guíen cada uno de nuestros pasos dentro y fuera del hogar.