Poderosa oración de la noche a la Virgen María ¡Cúbreme con tu manto!
En el catolicismo, la adoración hacía María santísima, comprende numerosas devociones hacia la madre del Cristo Redentor. Abarca los actos piadosos, la oración, las artes visuales, la música y la poesía dedicada a nuestra señora misericordiosa. Entregamos así a la feligresía mariana esta poderosa oración de la noche a la Virgen María ¡Cúbreme con tu manto!
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Llamamos a María, la madre de Dios debido a la devoción de sus creyentes por la encarnación de Cristo su Hijo. Por ello, cuando necesitamos de su santa protección divina, debemos elevar nuestras plegarias siempre con fe y nunca olvidando su milagroso y bendito poder.
Poderosa oración de la noche a la Virgen María Madre de Dios para que nos cubra con su manto
María permaneció al pie de la Cruz y luego del sepulcro, siendo mártir de la resurrección de su hijo. Ella es el principio femenino originario del Cristianismo primitivo. Luego de su resurrección los pueblos de Galilea y Jerusalén, comenzaron a alabarle y por ello elevamos nuestras plegarias.
Virgen María,
siempre repican en nuestra alma
las dulces palabras del redentor,
que nos acercan a tu vientre
y nos atrevemos a llamarte
madre nuestra también.
Pues, tú y solo tú puedes cubrirnos
y ampararnos en los
momentos más difíciles
y por ello hoy te invoco.
María inmaculada, transparente,
plena de gracia.
En torno a ti nos congregamos,
tus hijos, en suplica de amparo
y te imploramos para que acudas
ante el señor y ante las vicisitudes
que nos depara el destino.
Ahora que ha llegado
la noche, madre de Dios,
te suplicamos que nos ampares.
También Madre,
escucha la súplica de los enfermos
y de los jóvenes entusiasmados,
que vibrando acuden ante tu santa
presencia para cantar tu gloria.
Alabamos también al hijo de Dios,
verbo ígneo encarnado
desde tu vientre.
Por ello, madre guíanos por
el sendero de la santidad.
Tú, bienaventurada que con
tu manto nos cubres, interviniendo
en los manantiales por
los que fluye la vida.
Hoy en esta noche,
cuando el santo silencio
acoge nuestros corazones.
Te invocamos para que nos
cuides y ampares en tus entrañas,
madre de Dios, te alabamos
y bendecimos reconociéndote la gloria
del fruto bendito de tu vientre.
María, te suplicamos para que
desde tu corazón invoques
al Espíritu Santo,
para que nos dote de
abundancia y sueños felices.
Entonces, abrimos nuestros
corazones hacia ti,
para que se encarnen en
nosotros la justicia y el amor.
Por eso, madre misericordiosa,
te encomendamos a todos
los hombres y mujeres,
iniciando por los más desasistidos.
También te pedimos por los niños
que aún no han nacido y por aquellos
que lo han hecho en medio
de la miseria y el dolor.
Finalmente, cubre a los desempleados,
a los hambrientos y a los enfermos.
Además, te encomendamos
a las familias disfuncionales,
a los ancianos sin asilo y a los
solitarios que se encuentran
desesperanzados.
María, madre de Dios,
resguárdanos de las malas
decisiones aconsejadas en
la noche eterna del alma.
Líbranos de las pesadillas infernales
que atormentan nuestros sueños
y nos mantienen insomnios.
Esta noche aparta las tinieblas
y entréganos tu luz, señora, madre de Dios.
Finalmente, en esta noche
clara de luz celestial,
en la que ha posado tu luminosa
mirada me encomiendo a ti madre de Dios
para que guíes nuestras súplicas
y protejas nuestros sueños.
Ahora, llenos de fe te damos
las gracias por haber escuchado
nuestra oración y que el fervor
puesto en ella reciba el fuego
que arde en tu corazón.
Amén.
¿Cómo dirigirse a Santa María en las noches?
Es importante que antes de orar, se esté en completa paz y armonía para consigo mismo y su conciencia. Solo así se podrá atender los puentes verbales a la perfección de nuestro señor Jesucristo y a la gloria de nuestra madre celestial. Cuando nos atrevamos a dirigirnos a las más altas deidades, al supremo redentor y a su santa madre. Debemos pensar en todos los hombres que necesitan de su luz celestial.
Por ello, siempre evita guardar rencores o resentimientos al momento de elevar tus súplicas. Así pues, nunca olvides el poder de la poderosa oración de la noche a la Virgen María ¡Cúbreme con tu manto! y así encontrar la solución a todos nuestros problemas.