Oración efectiva a San Miguel Arcángel para pedir un milagro ¡Urgente!
Oración efectiva a San Miguel para pedir un milagro. Verás que la oración efectiva a San Miguel Arcángel para pedir un milagro ¡Urgente! te ayudará muchísimo, porque allí tendrás la oportunidad de buscar más de la presencia de Dios.
El creador de todas las cosas, quién envió a su Hijo para pagar el sacrificio por los pecados de la humanidad; dar salvación y vida eterna. A todo aquel que crea en su nombre, por medio del cual abrió las puertas del cielo, para oír las oraciones de ellos, para cuando le clamen con un corazón contrito y humillado; asimismo, por mandato del Todopoderoso, el ángel Miguel los protege del mal y del peligro; además, ayuda a las personas en todo lo que necesiten, permitiendo así que puedan ver la gloria de Dios.
Petición eficaz a San Miguel para pedir un milagro ¡urgente!
Sean dadas gracias a Dios Padre, en el nombre de su Hijo Jesús, porque él es bueno; lento para la ira, grande en misericordias. Porque le ha placido en su buena voluntad, darnos de su gran amor y de su gracia.
Padre, en el nombre de Jesús,
te doy gracias, gloria y honra;
porque tú eres bueno y
para siempre es tú misericordia,
por eso te pido perdón.
Por todos mis pecados y te ruego
Señor, que tengas misericordia
de mí; y envíes a tu ángel
Miguel para que me proteja.
Y me ayúde a ser una persona
temerosa de ti, Dios mío; porque
solo tú eres digno de ser temido
y adorado; auxílianos mi Rey.
Permite que busquemos tu rostro
a cada instante de nuestras
vidas, que lo hagamos con
corazón contrito y humillado.
Muéstrame tu gloria Señor,
porque tú eres Dios y para ti
no hay nada imposible;
permite que ocurra un milagro.
En mi vida y en las vidas de mis
familiares y de todos mis seres queridos;
también en todos los miembros de tu iglesia
y en todas las almas que han de ser salvas;
hazlo Señor.
Glorifícate, de una manera
especial, para que los hombres
vean y entiendan que solo tú
eres Dios; que fuera de ti no hay otro igual.
Señor, así como sanaste a la mujer
que sufría de flujo de sangre; durante
doce años y te plació libertarla,
de esa misma manera hazlo
conmigo Dios mío.
Sana mis heridas, sana mi alma,
porque contra ti he pecado;
he hecho lo malo delante de tus ojos,
no apartes de mí tu santo Espíritu.
Que sea tu luz, resplandeciendo
mi rostro, permite que Miguel
venga y me ayude a entender tu palabra
asimismo, a obedecer tu voluntad.
También permite que me proteja
de toda trampa del enemigo y
me guarde, de todo espíritu de inmundicia,
me guíe por sendas de verdad y de
Justicia; para que pueda serte agradable.
Y con ello, ganar mérito para contigo
mi Dios, para que te sientas agradado
de mí; te ruego, que me permitas ver
como obras un milagro en mi vida.
Consiente mi Rey, para que pueda buscarte
con sinceridad, con humildad; que
pueda sentir tu presencia, a donde
quiera que me encuentre.
Ayúdame Miguel, a ser obediente a mi
Dios, a obedecerle; cuando me enseña
en su palabra, que no debo de dudar,
ni tener incredulidad en mi corazón.
Auxíliame, para que te sea agradable
y firme, en mi manera de hablar;
teniendo la certeza de que lo que pido
y hablo eso sucederá,
conforme a tu voluntad.
Para que pueda ver mucho más,
como te mueves; haciendo milagros
en mí, en mi familia y en todos los
que me rodean; te lo ruego Padre.
Te ruego, Dios de mi salvación, que
Miguel sea mi protección, en medio
de la angustia; y a través de él, obre
milagros, en todos los que te aman.
Amén.
Milagro del Altísimo por medio de Miguel
Se ha obtenido como resultado, que Dios obra de manera increíble, por medio del ángel Miguel; enseña que es necesario depender del Todopoderoso en todo tiempo.
Además, que si oramos, debe ser con corazón contrito y humillado; para que así puedan ser oídas, respondidas las oraciones que eleven a él. Como en este caso, se le ha pedido para que obre un milagro urgente, y me muestre su gloria; entendiendo que todo lo hará conforme a su voluntad, porque es preciso, que el hombre entienda que; quien Reina en el cielo, también en la tierra es el Eterno, y no se le pueda dar una orden, al que es tres veces Santo; sino pedir y esperar su respuesta.