Oración muy poderosa por sanidad del corazón ¡Sana mi corazón, Dios!

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Una enfermedad de índole cardíaca nos toma muchas veces por sorpresa y hasta nos puede generar mucha angustia. Porque lo primero que llegamos a pensar es en posibles infartos o la muerte en sí misma. Sin embargo, con la ayuda de Dios Todopoderoso podemos salir adelante con la oración muy poderosa por sanidad del corazón ¡Sana mi corazón, Dios!

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Una enfermedad cardíaca es algo que nos impresiona y muchas veces no sabemos como manejarlo. Pero siempre es importante tomar las cosas de una manera calmada e ir haciendo poco a poco los cambios de hábitos que nos corresponden en nuestras vidas.

Índice()
  1. Plegaria poderosa para sanidad del corazón
  2. ¿Cómo dirigirse a Dios para conseguir la sanación de mi corazón?

Plegaria poderosa para sanidad del corazón

Cuando nos llega una enfermedad, solemos imaginar lo peor sin tomarnos el tiempo de reflexionar. Es por eso que este momento es ideal para comenzar la oración muy poderosa por sanidad del corazón ¡Sana mi corazón, Dios!

Dios, hoy me postro

ante su merced para pedirte

por mi corazón, para que todo lo

que lo afecta sea sanado.

 

Señor, tu palabra dice:

“Porque el enojo mata al insensato,

y la ira da muerte al necio” Job 5:2.

 

Por ello te pido que me

quites todo pensamiento alusivo

a la maldad y la desolación que

habitan mi alma, porque eso no le

hace bien a mi corazón.

 

Dios, eres sinónimo de esperanza,

de fortaleza, de bienaventuranza,

de gloria, de sanación y de fe,

te pido que me des libertad

para tener una vida plena.

 

¡Señor, te necesito!,

sana mi corazón de toda

enfermedad y purifica mi espíritu.

 

¡Oh Dios!, cuida mi vida

y fortalece mi alma en tu nombre.

Te alabo y venero para que

me des total sanidad.

 

Señor, hoy más que nunca

te agradezco por este nuevo día,

porque me has hecho entender

que debo vivir un día a la vez.

 

Aunque hoy, estoy con mi corazón

acongojado producto de esta

enfermedad, aunque en el fondo sé

que tú siempre has estado conmigo

y no me abandonarás.

 

Mi alma se siente estrujada

por saber que esta enfermedad

me aqueja, pero tú y sólo tú

eres mi Salvador.

 

Señor, tú palabra siempre

ha sido mi guía y mi única esperanza.

 

Señor, ayúdame, dame consuelo,

sobre todo hoy, que me siento

débil y carente de energías.

 

Hoy sé y declaro que tú

serás mi aliento, mi guía

y reinarás siempre dentro

de mí corazón.

 

Me llenas de esperanza,

de consuelo, eres quien con

tus manos me sostiene cuando

no tengo fuerzas de continuar.

el les enjugara toda lagrima de los ojos ya no habra muerte ni llanto

Dios, permíteme estar sano

un poquito más cada día por los días

que me quedan en el plano terrenal.

 

No permitas que el desespero

y la desdicha invadan mi alma

y continúe perpetuándose este mal

dentro de mi corazón.

 

Sé que mi corazón es fuerte

porque clama tu nombre,

y porque cree en tu palabra

como poder de salvación.

 

Mi corazón te venera

y te hace reverencia porque

tu poder de sanación es infinito.

 

¡Oh Dios creador de todas las cosas!,

haz que sane mi corazón, que mis

fuerzas aumenten, que mi espíritu

se levante a la gracia tuya.

 

¡Oh querido padre celestial!

Hacedor de todo lo que consideramos

imposible y tú que eres la energía

más pura del universo.

 

Me postro ante ti para que

me ayudes a sacar de mi mente

todo pensamiento de infortunio

y desgracia que pueda

albergar mi corazón.

 

Dios, por favor envíales claridad

al personal de salud que me atiende,

para que ellos mediante tu intervención

divina me ayuden a recuperarme.

 

Finalmente ayuda a mi corazón

a que esté sano para poder vivir

en plenitud y bienaventuranza

enalteciendo tu nombre.

 

Amén.

¿Cómo dirigirse a Dios para conseguir la sanación de mi corazón?

Oración muy poderosa por sanidad del corazón ¡Sana mi corazón, Dios! Debemos dirigirnos a Dios con humildad plena para que Él tenga el poder de sanar mi corazón y así poder sentirme con mayor vitalidad. De esta manera, esperar que la salud vaya regenerándose día tras día. Tenemos la certeza de que Dios es bondadoso y escucha nuestras plegarias.

Asimismo, Dios bendecirá nuestra salud y la de todas las personas que están pasando por lo mismo que yo. Si nos postramos ante Él con la mayor devoción. Cuando nos dirigimos a Dios, nuestro Señor con fe, Él no va a dudar en llenarnos de amor y sanidad para vernos contentos nuevamente.

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