Oraciones diarias para consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús

Oraciones diarias para consagrarse al Sagrado Corazon de Jesus

Nuestras vidas son el mejor regalo que Dios nos pudo obsequiar. Es por ello, que debemos cuidarnos y tener presente, que dependemos de la voluntad del Señor. Por eso, es importante que llevemos una vida que refleje el amor de Dios por nosotros.

Índice()
  1. Oración para Consagrarnos a Jesús
  2. Es nuestro cuerpo el Templo del Espíritu Santo

Oración para Consagrarnos a Jesús

Para consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús, nada más, hay que abrirle el alma y aceptarlo a Él, cómo el único Señor y Salvador. Una vez lo hagamos, solo debemos procurar que tanto nuestras acciones o la manera de vivir sean de testimonio a Él.

Amado Señor Jesús, en esta hora me presento ante ti,

para darte agradecerte. Por todas las bendiciones

que me concedes cada nuevo día.

 

Gracias, por regalarme una familia maravillosa, y

porque a pesar de las tribulaciones que existen en el

mundo. Podemos disfrutar de estar todos juntos

y gozamos de buena salud.

 

Te agradezco, porque que Tú, eres un Dios justo

y misericordioso. Que a pesar de ser personas

pecadoras. Tú, nos amas en gran manera, que

siempre nos cuidas y nos provees nuestras necesidades.

 

Perdóname, por mis ofensas hacia ti. Disculpa por

aquello con lo cual te he ofendido, tanto de

pensamientos, palabras y acciones.

 

Perdón, porque muchas veces me dejo llevar

por mi humanidad y desobedezco tu voz. Entiendo,

que con ello, me alejo de tu presencia.

 

Ayúdame a ser una persona digna, de todo lo que

Tú, me concedes. Que yo pueda ser luz, en medio de

tantas tinieblas. Y que mi vida entera, sea testimonio

de tu sacrificio, en el madero de la cruz.

 

No permitas que me aleje ni un poco de ti, y si en

algún momento, mis pies se desvían, sé Tú, tomando

mi mano y guiándome por el camino correcto.

 

Señor Jesús, yo deseo entregarte mi vida y mi

corazón. Te invito a que seas Tú, tomando el control

de todo mi ser. Pues quiero servirte en

espíritu y en sinceridad.

 

Sé Tú, guiándome hacia la verdad y que la luz de tu

palabra, llegue a cada unos de mis familiares y

seres queridos. Que ellos puedan conocerte y entregar

sus almas a ti.

 

Quiero alabarte y glorificarte con mi todo mi ser, en

en esta hora consagro mi vida por completo a ti. Que mi

humanidad se postre a tus pies y que solo se haga lo

que Tú deseas.

Obra en cada uno que se ofrezcan a ti, y ser parte de tu rebaño

Que yo lleve tu voz a donde quiera que vaya. Coloca

en mí las palabras adecuadas, para que todo lo que

diga pueda reflejar que Tú habitas en mi ser.

 

Te entrego a mis hijos, a mi pareja, a mis Padres,

mis hermanos y a las personas importantes en mi vida.

Obra en cada uno que se ofrezcan a ti, y ser parte de

tu rebaño. Que te abran sus corazones y que te

reconozcan como su único y verdadero Dios.

 

Que aprendan a depender de ti, y aceptar tu voluntad.

Y entiendan que Tú, sois la luz del mundo y que Tú,

eres el camino para llegar a nuestro Padre.

 

Míranos con ojos de misericordia y sé Tú, obrando

en cada persona que existe en este mundo. Que ellos

puedan volver sus rostros a ti.

 

Perdónalos por todas sus ofensas hacia ti, y ayúdalos

a poder encontrar el camino correcto. Porque se han

dejado seducir por las trampas del enemigo y

él los mantiene dominados.

 

Que ellos rompan, con todas las ataduras que los

tienen atados a este mundo de maldad. Que puedan

liberarse, para ser nuevas criaturas en Cristo Jesús.

 

Gracias, porque sé que Tú, obrarás en su respectivo

tiempo, y sé, que solo se hará tu voluntad. En el

bendito nombre de Cristo Jesús, que vive y reina

por los siglos y la eternidad.

 

Amén.

Es nuestro cuerpo el Templo del Espíritu Santo

En 1 de Corintios 6, 19 - 20 podemos leer, que nuestro cuerpo, es templo del Espíritu Santo, por lo tanto, debemos tener mucho cuidado al hacer el acto de consagración. Ya que cualquier transgresión, puede dañar la morada de Él en nosotros. Es por eso que debemos pedir bendición a nuestras vidas, nada más a Dios.

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