3 oraciones milagrosas para La noche y la mañana ¡Hazlas cada día!

Cada momento de nuestras vidas es un regalo de Dios, día y noche. Hora tras hora se nos ha dado un tiempo, un tiempo sagrado para llevar a cabo nuestros sueños con sus logros y desavenencias. Por ello es de gran importancia poner en práctica tres oraciones milagrosas para La noche y la mañana ¡hazlas cada día! y recibe la bendición de Dios todopoderoso.
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En la noche nos entregamos al descanso pensando en los propósitos del nuevo, llenos de muchas expectativas y emociones. En las mañanas nos levantamos con la voluntad de cumplir con esos sueños, con el ferviente deseo de verlos hecho realidad. Muchas son nuestras necesidades en la salud, en el trabajo, en nuestras relaciones personales. En nuestras intenciones con la familia y la sociedad, en nuestro compromiso personal y con el mundo.
Nuestros días son un reto en busca de felicidad, realiza estas oraciones milagrosas para la noche y la mañana
Que mayor razón existe para nosotros, que lograr pintar la historia de nuestras vidas con los matices de Dios. Con los tonos de su voluntad, amor, bienestar y paz. Veamos estas tres oraciones milagrosas para la noche y la mañana.
Por mis Noches y mis Días
Oh Dios Todopoderoso,
a ti acudo mi Señor,
Rey de los cielos y de la Tierra.
Para que con tu paternal bendición
me cubras en la Noche y en el Día,
y que cada instante yo tenga fortaleza,
seguridad y gozo.
También pido tener valor
ante las circunstancias que se presenten,
sean alegrías o tristezas,
en mi trabajo y mi descanso,
además en mi salud y mi enfermedad
en la vida y en la muerte.
También mantenme en el buen camino,
y defiéndeme de todo mal,
porque quiero que me ames
y me bendigas hasta
el final de mis días.
Además, te pido amado Dios
que me acompañes
y me sostengas
en la práctica del bien.
Finalmente Señor,
ruego por que jamás me dejes solo,
y por que tu santa presciencia
camine conmigo.
Hasta el último momento
Todo esto lo pido Señor
por tu poder infinito, tu bondad
y por tu infinita Misericordia.
Amén.
Por la Noche
y en el más profundo silencio
de La Noche, te pido fortaleza
para mi cuerpo cansado,
también, luz para mi mente abatida.
Igualmente que las
exigencias del día vivido
se desvanezcan y den paz y amor
a mi espíritu y mi corazón
perturbado.
Porque ahora que se aquietan las voces,
deposito en ti mi fatiga
y quiero descansar
sabiendo que has de perdonarme
por mis malas acciones.

Asimismo, si fui espina para
alguien perdóname Señor,
si pronuncie palabra
vana perdóname Señor,
y si me traicionaron los pensamientos
perdóname Señor.
Ya todo es silencio y calma,
vela sobre mí,
que confiado entregaré mi sueño
sabiendo que me consideras
porque me amas.
Esta plegaria,
la hago llegar a ti
Por tu infinita Misericordia.
Amén.
Por la Mañana
nace un nuevo Día,
conviértete en presencia viva,
oh Señor Todopoderoso.
En esta Mañana que se inicia
quiero ver el mundo con
los ojos del Espíritu Santo,
llenos de amor,
brillar con tu luz e irradiar tu ser.
Además quiero ser comprensivo,
paciente, honesto,
bondadoso y emprendedor.
También que mis oídos solo
escuchen tu palabra.
Asimismo, revísteme
de tu presencia Señor
y bendíceme durante este Día,
que yo obraré en busca
del bien y de la Paz.
Protégeme de todo mal
y condúceme por la senda
del amor.
Finalmente vela señor mis sueños
y permíteme descansar
en total tranquilidad
todo por tu infinita Misericordia.
Amén.
Estaré bendecido, próspero y victorioso en ti, noche y día
La oración es la herramienta más poderosa que poseemos los hijos de Dios para estar conectados con Él. Es una forma de vincularnos con la divinidad y así sentirnos guiados y protegidos a lo largo de nuestros días y nuestras noches.
La fe inquebrantable, el compromiso diario con Dios y con nuestras vidas, se manifestará en cada una de nuestras acciones y propósitos. Recibiremos bendiciones si pedimos en oración, ese hábito nos llevará por un camino lleno de satisfacciones que nos mantendrá en paz. Siempre veremos la grandeza de nuestro Padre quien con amor responderá a nuestras necesidades. Te acostarás libre del temor y la ansiedad. Te levantarás con un cuerpo renovado y restaurado y con una mente serena.