¿Quién es el Santo patrón de los marineros y los barcos?
Ante todo debemos comprender que los marineros, frecuentemente exponen sus vidas a diferentes peligros inminentes; y que no solo es el mar el peligro, son muchos más los riesgos en lugares desconocidos o tormentas inesperadas; y es por eso que aprenderemos ¿quién es el Santo patrón de los marineros y los barcos?
Este Santo patrono, tiene innumerables milagros; fue un hombre estudiado, y buen predicador de la palabra en donde quiera que se encontraba; llegó a rogar favores por la causa los pescadores. Dios siempre envía personas para guardar nuestra causa y debemos conocerlos.
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Santo patrón de los marineros y los barcos
Este Santo milagrosos se llama Pedro González Telmo; pero en el pueblo de Palencia, España le llamaban Telmo; su educación fue muy completa, pues siendo sobrino de un obispo se le educó para ser Sacerdote; su tío era Obispo de Astorga de la provincia de León, en España.
Tal vez se crea que fue Santo desde el principio; pero no fue así, sin darse cuenta su educación fue más mundana que espiritual; o sea apreciaba más los honores que la verdadera humildad. Era muy buen estudiante, hasta llegó a obtener el cargo de presidente de los empleados de la catedral.
Se propuso en su corazón, mostrarse a todo el pueblo en caballo; para demostrar su honorífico cargo, y con vestidos excelentísimos decidió pasearé por todas las calles del lugar; se cuenta que Dios ya se había propuesto enseñarle una gran lección.
De un Hombre honorífico a un Santo humilde
En ese momento que monta su caballo, y cumple lo ya propuesto con una gran caravana por las calles de Astorga; inexplicablemente el caballo lo baja de un salto de su silla, cayendo en lodo; fue sujeto de burlas para todo el pueblo.
Telmo reconoció, que Dios lo humilló por tal mal comportamiento; y no tomo su cargo yéndose muy tranquilo a un convento; como religioso dominico, convirtiéndose en predicador; fue tan dedicado en sus sermones; que pasaba largo tiempo estudiándolos y orando.
Fue muy atento en todas sus enseñanzas, y cuando oraba perdía mucho a Dios por los hombres; antes de él hablarles a ellos de Dios. Sus prédicas eran tan hermosas, que tenía que predicar en lugares abiertos como las plazas; porque en los templos no entraban.
San Telmo: Predicador y Sacerdote
Fue a muchos pueblos a predicar la palabra del Señor, y en una ocasión muy especial fue escuchado por el rey San Fernando y quedó tan complacido con la forma tan ordenada de este enseñará.
Este rey lo tomó como Sacerdote de su ejército, Telmo muy contento recorrió cada pueblo del reino; y también se dedicó profundamente a corregir las malas conductas y vicios de los soldados del ejército. Para que en las localidades que conquistaran no consumaran excesos y bestialidades.
Sacerdote a favor de pescadores y marinos
A pesar de su gran esfuerzo por mejorar sus conductas ordinarias; muchos soldados jóvenes se quejaban y se propusieron a hacerle la vida imposible, pues no aceptaban sus correcciones. Telmo al darse cuenta de sus intenciones se retiró del ejército para dedicarse a otra pasión evangelista.
Y era evangelizar a los pescadores, y marinos de la región de Tuy; allí fue muy bien recibido, e incluso los llevó a organizarse en asociaciones para defender sus derechos; también llegó a pedir colaboraciones al rey a favor de estos.
En repetidas ocasiones, los marinos y pescadores pedían al Fraile Telmo que intercediera a Dios por ellos; cuando los tiempos en el mar se veían fuertes. Él muy amablemente les aseguraba cumplir con sus peticiones.
Incluso, estando ellos en el mar suplicaban al cielo que Dios escuchará las oraciones del Fraile a su favor. Y milagrosamente eran salvos de cualquier tempestad.
San Telmo Patrón de los marineros y los barcos
Muere el 14 de abril de 1240, tras caer muy enfermo; se contó para 1258 más de 180 milagros al invocar su intercesión. Muchos cuentan que de su tumba corre un aceite de divina fragancia; que ha servido para la cura de muchas enfermedades.
¿Quién es el Santo patrón de los marineros y los barcos? Es San Telmo; y En tiempos de mucho peligro los marineros gritan: "San Telmo bendito, ayúdame", y han podido recibir inmediata aquellas difíciles circunstancias, la ayuda de una forma inexplicable.