¿Qué significa la oración “Yo confieso”? ¡Libera nuestros pecados!
La oración de Yo Confieso en la más bella alabanza que rezamos en la misa. Contiene en cada una de sus palabras un maravilloso significado de aceptación ante nuestros pecados y faltas que cometemos ante Dios. Es importante que reflexionemos sobre su contenido, porque, aunque sea corta, está cargada de gran significación para nosotros. Conoce ¿Qué significa la oración “Yo Confieso”? ¡Libera nuestros pecados!
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Esta oración también es conocida como Yo Pecador. Pues su contenido refleja la humildad de nuestro espíritu en aceptar que somos humanos y que cometemos errores. Que nos hacen pecadores ante los ojos de Dios, que aceptamos nuestras faltas y nos inclinamos ante Él. Para implorar sean absueltos los pecados cometidos.
Para dar correctamente inicio a la Santa Misa. Dedicamos esta oración para solicitar ante Dios la purificación de nuestros pecados. Y recibir sus enseñanzas con un alma pura y libre de malas acciones y pensamientos. Limpiamos nuestros pecados y nos entregamos a la eucaristía con completa tranquilidad de sentirnos agradados a Dios en su casa: La Iglesia.
¿Qué significa la oración “Yo confieso” para liberar nuestros pecados?
Cuando damos inicio a la oración, nos hacemos responsables ante Dios y ante nuestros hermanos en las Iglesias de los actos, pensamientos y omisiones cometidos. Reconocemos que somos débiles y que asumimos ante el mundo que las faltas dañan la vida y el espíritu. Y que por ellas he afectado mi relación con Dios y con el prójimo.
Si profundizamos un poco y analizamos nuestros actos en relación con los mandatos de Dios. Podremos observar que nuestras faltas son entre leves y graves muchas de asumir. Incluyendo las cosas que pensamos, las palabras que declaramos, las obras que ejecutamos y todas aquellas cosas que dejamos de hacer cuando fue su justo momento.
¿Qué significa la oración “Yo Confieso”? ¡Libera nuestros pecados! No es simplemente reconocer nuestros pecados. Si no buscar la manera de no volverlos a cometer, de asumir la responsabilidad de nuestros actos. Y cambiar para ser testigos de la verdad de Cristo y aceptarlo completamente en nuestro corazón.
Responsabilizarnos de nuestros actos nos hará libres
En medio de la liberación de nuestros pecados, complementamos nuestra declaración con la frase “Por mi culpa” repetida tres veces. Golpeando nuestro pecho con el puño cerrado de la mano derecha como símbolo de fuerza ante las palabras que decimos y lamento de nuestras culpas.
“Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa” textualmente decimos ante Dios para que al repetirla varias veces. Enfaticemos en demostrarle que nos aceptamos culpables de los pecados. Con verdadera certeza y profundidad del contenido de estas palabras para que Dios nos sienta arrepentidos.
Porque somos responsables de nuestros actos, nadie más tiene la culpa de ellos y nos golpeamos como muestra de arrepentimiento porque debimos haberlo evitado. Dios nos da el libre albedrío para decidir qué camino debemos tomar. Nos ofrece sus leyes y mandamientos como guía, pero no nos obliga a andar por su camino, esa es nuestra decisión.
Pedir intercesión por nosotros
¿Qué significa la oración “Yo Confieso”? ¡Libera nuestros pecados! A través de la oración Yo Confieso, después de reconocer y pedir perdón ante Dios. Solicitamos también a la Virgen María, a los Ángeles, a los santos y a nuestros hermanos cristianos. Para que intercedan por nosotros ante la misericordiosa voluntad de Dios y logremos obtener el perdón que tanto necesitamos.
Pedimos intercesión para que nos absuelva del pecado y se mantenga a nuestro lado aun si seguimos cayendo en la tentación y el pecado. Que nos acompañe en la batalla y en la lucha y que juntos como miembros de la iglesia salgamos victoriosos.
Significativo es también aceptar ante el prójimo que somos pecadores y que al igual que pedimos a la Virgen y a los santos por nosotros. Les pedimos que eleven sus oraciones de intercesión ante Dios para el perdón de nuestros pecados, aún siendo ellos también pecadores.
Esta bonita oración, contiene un gran valor de humildad, de aceptación y de arrepentimiento, algo que muchos carecen en este mundo. Recuerda cuando tengas la siguiente oportunidad de elevarla ante la eucaristía, cerrar tus ojos y profundizar dentro de ti cada una de las palabras. Interiorizar el significado verdadero y no simplemente hacerlo de forma automática sin darle la debida importancia. Pues a través de ella Dios escucha tu verdadero clamor de arrepentimiento.