Divina oración católica para la salud mental y emocional ¡Recupérala!
Las pruebas de la vida exigen que tengamos la mejor disposición para saber sobrepasar los obstáculos y como ganancia terminar siendo mejores personas. Para estos momentos de gran oscuridad necesitaremos una divina oración católica para la salud mental y emocional. La misma será capaz de ser nuestra base de acero para no derrumbarnos en los momentos difíciles.
Poderosa y divina oración católica para la salud mental y emocional
Nuestra integridad empezará reposar sobre la fe y en las manos de Dios, nuestra fe siempre estará a prueba y mediante la oración demostraremos que somos hijos del Señor y él será parte de la fortaleza que necesitamos:
Señor, hoy en este día vengo
a ti lleno de angustia
y sentimientos frustrados.
Con confusión en mi alma y
pruebas sin superar que
agudizan dolor en mi alma.
¡Amado Dios!
He perdido mi paz mental
y mi estabilidad emocional.
Tú que sabes todo lo que necesito, porque
puedes sentir la angustia dentro de mi corazón.
La ansiedad dentro de mi ser y la debilidad
que abruma mi espíritu.
Vengo a dejarte justo aquí,
las preocupaciones que invaden
mi ser. Perturbándome y no me dejan
seguir viviendo en tranquilidad.
Tengo una gran necesidad
de este día sentirme libre
de cadenas, libre de sentimientos
negativos que no me dejan
avanzar y mejorar como necesito.
Perdóname, por dejarme afectar,
por dejar que mi felicidad
dependa de situaciones terrenales.
Lo único que debería importarnos
y donde debemos basar nuestra felicidad, es
en la paz mental y emocional.
Tener el control de nosotros mismos,
y de las acciones propias.
¡Es en el amor de nuestro Señor!
Quiero que tengas en cuenta,
que para mí no es fácil,
sentir que lucho contra un mar
de sentimientos negativos.
¡Es difícil, Señor! Las pruebas que me
depara el destino.
Aunque nos has dado libre albedrío,
por ello hoy apelo por tu infinita
guía de sabiduría y amor.
Por eso hoy ¡Redimo tu invencible amor!
Que todos los problemas se topen
con la pared de acero que es
tu amor único protegiéndome.
¡Auxíliame, Padre!
Quita toda la ansiedad, tristeza y
las lágrimas de todas las noches,
por no tener ninguna solución.
Ayúdame a tener la paciencia,
porque sé que Tú, Padre mío,
Tienes planes maravillosos, preparados,
donde no existen angustias de ningún tipo.
Regálame sonrisas para compartir
con los demás que también que
están pasando por difíciles situaciones
incluso más complejas.
Todas las malas situaciones
sé que también te causan angustias,
porque no te gusta ver a tus hijos sufrir.
¡Gracias, Padre mío, por tu consideración!
De igual manera, necesito paciencia,
para saber esperar y no estresarme
por situaciones que no se encuentran
dentro de mis manos.
Dame paz en mi corazón,
que la estabilidad mental y emocional
vienen con la bendición de tener
mi corazón con amor puro y sincero,
de tu parte.
Otórgame la calma,
ante los fuertes oleajes
de problemas que no tienen
solución.
Regálame sabiduría
no solo para reconocerlos,
si no también para aceptarlos.
¡Gloria a Dios!
Cuando nuestro corazón se encuentra
en absolutamente calma,
cuando nos dejas reposar en tus brazos.
¡Gracias, Buen Padre!
Por escuchar mi voz, necesitada
de tu presencia a mi lado
y demostrarme que nunca me dejas solo.
Siempre escucho tus palabras,
al fondo diciendo ¡Todo tiene solución!
El día de hoy ya no tendré miedo,
porque tu fuerte amor me abraza
y me acompaña.
¡El Rey de los cielos y Creador del Universo!
Amable eres por escuchar
y amarme de tal manera.
Hoy me levanto en tu Santo Nombre,
porque he clamado paz y soluciones,
he tenido respuesta y me he sentido mejor.
¡Así lo declaro, mi Señor!
Amén.
La importancia de la oración para la salud física, mental y espiritual
Aunque parezca imposible, podemos salir de crisis existenciales que ocasionan los problemas cuando sobre todo no conseguimos solución. El ser humano necesita tener la salud física para seguir gozando de la oportunidad de vida y la salud mental junto a la espiritualidad; para tener un balance y disfrutar la vida, además de sus bendiciones, siempre sembrando el bien. Debemos tener el cuidado debido con ello y clamar mucho porque el amor de Dios nos cubra con su manto y nos otorgue el bienestar.