Oraciones católicas divinas para el ofrecimiento de todos los días
Toda oración de ofrecimiento se debe dedicar a nuestro Padre Celestial. En la misma se debe demostrar agradecimiento y las peticiones que se deseen, para tener bienestar todos los días. Al finalizar la misma se debe cerrar en el nombre de Jesucristo, para que la misma adquiera poder.
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Oración católica divina ofrecimiento del rosario día a día
En la oración se debe mantener la actitud de concentración, para que así Dios se sienta aludido y feliz de tener una comunicación. Realiza la repetición de las siguientes súplicas:
¡Oh, Grandísimo Rey!
Tú que eres Bendito por todas tus obras,
hoy reconozco tu poder,
tanto en la tierra como en el cielo.
Me siento en gratitud,
por cada bendición que envías.
Por la ayuda que me entregas
incondicionalmente.
Amado y Poderoso Dios,
te doy gracias por no soltarme nunca,
Eso te hace un Dios admirable,
bueno y misericordioso.
Quiero ser hoy yo quien abra mi corazón,
para que puedas entrar en él.
Puedes ver a simple vista que está lleno
de amor y de tu bondad
.
También quiero agradecerte
por la oportunidad de abrir los
ojos y ver cada mañana.
Donde tengo una oportunidad
de hacerlo bien una vez más.
Te encargas de regalarme
el don de la vida.
Además de eso, interfieres
en mi felicidad, siendo muchas veces
el motivo de mi sonrisa.
Cuando no tengo motivos,
envías muchos más
por medio de bendiciones.
Para que mi alma
se encuentre en paz y
logre tener plenitud.
Amado Señor, ruega por mí.
Cuando te necesito y me encuentro
perdido. Eres el rey de reyes.
Para ti no existen imposibles.
Por eso, amado Dios,
hoy te entrego miles
de pensamientos positivos.
Tú me has enseñado, amado Padre,
a como tenerlos y mantenerlos.
Si te necesito, pues siempre acudo,
a nuestro lazo de amistad,
porque sé que si te pido y doy
por hecho haberlo recibido;
lo obtendré.
Tú, Padre Jehová,
guía con tu sabiduría mi camino.
¡Por favor!
Cuida a todos los que me
rodean familiares y amigos.
Permítenos a todos a pesar de estar,
en difícil circunstancia
superar todas las pruebas.
Señor, Dios Padre,
siempre necesitaré que
alimentes mi esperanza.
Que me enseñes que no existen imposibles.
Porque la fe es mucho más grande
que cualquiera de nosotros.
Señor Jesús,
intercede ante nuestro Padre,
llévale este amor puro lleno de agradecimiento,
en el nombre de su santísimo poder.
Tú que limpiaste nuestro pecado,
perdónanos, en algún
momento nos equivocamos
pecando por palabra u omisión.
Entreganos una nueva oportunidad,
bajo la gran misericordia
que siempre nos entregas.
Hoy vengo a ti, amado Dios,
porque quiero alabar
todas tus buenas acciones.
Por usarme como instrumento
para cumplir tu Santísima Voluntad.
Apártame de las personas
que son mis enemigos
y quieren verme caer.
Pues, a ninguno les tengo miedo,
Tú eres quien me brinda el auxilio
en caso de que lo necesite.
Es tu grandeza quién se hace presente en mi vida.
Enviando lejos cualquier sentimiento negativo
y perturbación emocional. Para darle
tranquilidad a mi alma.
Gracias, Padre amado,
porque sin duda eres un Dios
que está lleno de amor para entregar,
por ello dejo en mi vida en tus manos.
Te doy gracias, Padre amado,
porque tus planes son perfectos para mí.
En cada tormenta eres el barco
para salir de ella victorioso.
¡Santo es tu Nombre Señor!
Señor mío,
te hago una petición de amor,
para que renueves mi fe todos los días
cuando amanezca.
Si me equivoco,
te pido que por favor me corrijas y
endereces mi camino.
Pues, no puedo ser un árbol caído,
quiero ser digno de vivir bajo tu
perfecta voluntad.
No existe nadie
que tenga más amor por todos los fieles,
solo Tú, Amado Dios, que además vives
dentro de mi corazón.
Tendré en cuenta tu amor y compañía,
hasta el final de mis días.
Amén.
¿Sirve una oración de ofrecimiento para el dolor?
Como se menciona en Mateo 7:7, la oración tiene poder y Jesús repite que siempre que se pide al Creador, el mismo dará respuesta. Toda puerta que se necesite abrir en su Santo Nombre y con su poder se abrirá. Es preciso siempre tener un espíritu gratificado para realizar alabanzas.