Oración por los hijos para romper ataduras y recibir bendiciones
En efecto, la oración es el medio que usamos para hablar con nuestro Padre y creador Dios, en ella podemos agradecer sus infinitas bondades y pedirle todo lo que queramos, inclusive interceder por nuestros hijos. Con todo, la oración por los hijos para romper ataduras y recibir bendiciones tiene un poder sobrenatural.
Cuando un padre o una madre ora por sus hijos, sin duda, el poder de Dios se ve manifestado de una manera única en ellos, toda atadura que los oprime se quebranta, y sus espíritus son echados fuera. Los dones que Dios les ha dado, se avivan; y se desatan todas las bendiciones de Dios.
Oración por los hijos, para romper ataduras y recibir bendiciones
Jesús nos reveló el poder que nos ha concedido, al decir: todo lo que atemos y desatemos en la tierra será igual en el cielo. Por supuesto, es nuestra oportunidad de apropiarnos de esa promesa, atar cualquier cosa, situación o persona que atormenta a tú(s) hijo(s) sin permitirle avanzar en su vida.
Poderoso Dios,
eres el más grandioso Padre,
milagroso Rey.
Amo enaltecer tu nombre,
si no fuera por ti y
por tu amor
no estuviera hoy aquí
agradeciéndote y adorándote,
mi Señor.
También, eres el mejor
ejemplo de Padre que tengo,
amoroso, bondadoso,
misericordioso,
que me instruye y me guía.
Con todo, tu amor es tan infinito
como los cielos, y
tu misericordia aún más,
la cual me ha alcanzado y
en la cual me refugio.
Cuán alegre me siento
de seguirte y estar
en tu presencia.
Tú me llenas
con tus palabras,
mi Dios.
Eres el mejor maestro
para mi conducta, y
el mejor guía
ante mis decisiones
como madre/padre.
Por eso, te pido que
guíes e instruyas
también, al hijo que me has dado.
Quizás he sido yo que
no he actuado siempre
con sabiduría.
No sé si mis lecciones
han sido oportunas,
o quizás me he sobrepasado, o
he sido muy leve, pero mi Dios,
tú eres el padre y nuestro creador.
Sin duda, conoces a mi hijo,
desde lo profundo
de su corazón.
Asimismo, míralo Señor
con tu compasión,
perdónale sus pecados y
libéralo de las cadenas
que lo oprimen.
Además, que no le dejan avanzar,
impiden surgir y
alcanzar tu gloria.
No puede mirar arriba, pues,
está cegado con esa
venda mentirosa.
No obstante, mi Señor,
tú eres bueno en todo tiempo,
tú lo ves cuando
nadie más lo hace.
En efecto, tú lo amas
tanto y más que yo.
Has observado
cuánto se ha esforzado
por ser mejor persona.
Sé que puedes ver
sus buenas intenciones, y
los bellos sentimientos
de su corazón.
Sin embargo, él ha dejado
una puerta abierta.
Ahora, el maligno se ha aprovechado,
ha entrado y le ha atrapado,
atado y enviciado.
Además, lo ha sumergido
en sus afanes,
pero solo tú lo puedes liberar,
tú y nadie más mi Dios
todopoderoso.
Mi amado Jesús,
me apropio de la autoridad que
me has dado para atar toda palabra,
pensamiento y
acción de maldición.
Ahora, reprendo toda acción que
lo lleva a la muerte.
Claro que declaro,
con el poder de tu sangre y
el de tu infinito amor, que
mi hijo es libre.
Su espíritu se aferra a tu gracia, y
toda maleficencia
se aparta de él.
Asimismo, mi Dios,
declaro cielos abiertos
sobre mi hijo, que sus dones
comienzan a florecer,
a desarrollarse y que
sus talentos son avivados.
También, declaro que todo esto
ocurre para glorificarte
mi Dios.
Finalmente, afirmo que tus propósitos
para él son ejecutados, y que
en consecuencia, se hace tu voluntad
en su vida.
Con gratitud en mi corazón
te lo pido Señor,
en el nombre de Jesús,
Amén.
Mirando la gloria de Dios en los hijos
Luego de esta oración, es seguro que podrás sentir paz, que en medio de las circunstancias que observes en tus hijos, Dios está obrando. Sin duda, ¡Él te ha escuchado!
No obstante, es aquí donde se pone a prueba tu fe. Esa fe que no es más que tener la seguridad de que Dios te ha oído y de estar convencido/a de que su poder actuará sobre tu petición.
Tu petición ha sido por tus hijos, para romper ataduras y recibir bendiciones sobre él o ellos. Sin embargo, Dios ya le ha librado de toda atadura, desde que Jesús se entregó venciendo la muerte y destruyendo al príncipe de las tinieblas. Sin duda, tú y tu familia ya son libres.