¿Cuántos y cuáles son los dones del Espíritu Santo? Conócelos

El Espíritu Santo es aquella fuerza divina de Dios que nos permite para conocer su amor y practicar sus enseñanzas. Es la tercera persona de la Santísima Trinidad, está el Padre, el Hijo y por último el Espíritu Santo. Ese amor infinito y misericordioso que Dios nos profesa en cada una de las palabras de la Biblia. ¿Cuántos y cuáles son los dones del Espíritu Santo? Conócelos a continuación.
El Espíritu Santo posee 7 misterios o dones que nos ofrece como parte de la enseñanza hacia el camino de Dios. La biblia nos dice que la vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Que son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos guiados hacia la vida eterna junto a Dios.
Estos dones son hábitos que Dios quiere inculcarnos a todos para hacernos cada día mejores personas ante el mundo. A través del Espíritu Santo nuestro Padre Universal busca sembrar en nosotros y cultivar para siempre cada uno de los dones. Que son muestra del correcto comportamiento que debemos practicar con hijos de Dios.
Dones del Espíritu Santo
Estos dones son 7, los cuales se convierten en virtudes que el Espíritu Santo maneja en nosotros de forma sobre natural. Ya no es parte de nuestra razón humana sino del espíritu que maneja y gobierna en nosotros para convertirnos en seres de luz divina. Hijos semejantes del Dios Todopoderoso.
- Sabiduría: Es el don maravilloso de saber lo que le favorece a Dios y lo que le perjudica. En ese hermoso proyecto de vida que tiene planificado para cada uno de nosotros.
- Entendimiento o Inteligencia: Es el don divino que nos ilumina para reconocer las verdades reveladas por Dios. Y que nos permite escrutar las profundidades de sus enseñanzas entre el conocimiento espiritual, los secretos del mundo y nuestra intimidad con él.
- Consejo: El don de saber discernir las diferentes opciones de orientar y escuchar. Es la luz del Espíritu que nos permite distinguir entre lo correcto e incorrecto, entre la verdad y la mentira.
- Ciencia: Nadie conoce lo íntimo de Dios, como el Espíritu de Dios. Nos revela el pensamiento sobre nosotros y la creación del mundo.
- Piedad: El don de estar abiertos a la voluntad de Dios, para así como es piadoso con nosotros lo seamos con los demás.
- Fortaleza: Ese don que nos hace valientes ante las adversidades, amenazas y persecuciones.
- Temor a Dios: El don de mantener un respeto fiel y leal frente a Dios. Resignación ante su voluntad que nos permite alejarnos de lo que desagrada ante sus ojos.
Permitir que estos dones moren en nuestros corazones
Cada uno de estos dones nos permite ser ante la realidad del mundo terrenal personas de conducta y comportamiento intachable. No solo porque sea lo correcto para con el prójimo y para con nosotros mismo. Sino porque mantenerlos en nuestra vida nos permite hacernos cada vez más hijos obedientes ante los ojos de Dios.
Practicar los dones del Espíritu Santo, permite que nuestra vida pueda ser más fácil en medio de tanta perversión y maldad. Estamos pasando por momentos de mucha dificultad, donde las sociedades se desarrollan en tiempos de pecado y destrucción espiritual. Permite que el Espíritu Santo invada tu mente y tu corazón de virtudes maravillosas vivificadas por cristo en su paso por la tierra.
Si permitimos que la educación cristiana fortalezca estos valores en los niños, estaremos formando ciudadanos con valores de Dios. Debemos confiar en que él solo quiere lo mejor para nosotros y que si cumplimos sus normas llenará de bendiciones nuestras vidas.
Las oraciones al Espíritu Santo en petición al gozo de sus dones
Implorar al Espíritu Santo para que siembre en nosotros cada uno de sus dones. Permitirá hacernos hombres y mujeres de corazones bañados de la gracia de Dios. Concédenos divino Espíritu Santo sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, piedad, ciencia y temor a Dios.
Y de igual manera como solicitamos ante Dios que a través del Espíritu Santo nos haga fieles seguidores de sus leyes y mandamientos. Pidamos igual para que el mundo entero sea glorioso al disfrutar de todos estos benditos dones.