Hermosa oración de la humildad a San José ¡San José, no soy nadie!

La humildad resulta una virtud que ningún humano debemos perder, porque es lo que nos hace íntegro ante Dios Todopoderoso. Sin embargo, si existe un discípulo bíblico que cuente con esta cualidad, se trata de San José. El elegido por Dios y guardián de María. Por esa razón, la plegaria de devoción se le realiza a Él pidiendo su intersección.
Bendita oración para pedir a San José y demostrar nuestra humildad
Además, sé que San José puede interceder por nosotros y por eso también le efectuamos una oración pidiendo perdón para resarcir nuestros pecados. Estas plegarias serán efectuamos con mucho amor y llegarán a Jehová.
Aquí estoy delante de ti,
mi buen Patrono San José,
entregándote mi vida y así
que puedas bendecirla con tus
sagradas virtudes.
Haciéndome una mejor persona,
solidario para con los demás.
No dejes que me aparte de mis propósitos,
tanto los celestiales como de metas
y objetivos a corto plazo.
Necesito tomes el control
de mi vida para que la puedas
guiar por el camino indicado.
Debería tener miedo a lo incierto
y a lo desconocido, soy un humilde
pastor que sabe que con la compañía
del Santo Patrono nada me faltará.
Pero si entre tus planes está darme paz
y tranquilidad, también lo recibiré
con los brazos abiertos.
Quiero quedar libre de todas
las cadenas que me atan a lo malo
y a lo que no debo hacer.
No tengo la intención de
causar problemas,
en mi correcto proceder
necesito estar lleno de tu amor.
No deseo desconectarme
de lo espiritual nunca, porque
sé que siempre lo suplicaré
para salir adelante.
Te ruego que me ames de la manera
más profunda que existe, de tal forma
que permanezcas
allí esperando por mí.
Te pido, por la humildad
que a veces pierdo, que es la que trato
de mantener. Con ella puedo conseguir
grandes cosas en mi vida,
entre ellos ser feliz.
La humildad no es tener menos
o sentirse sin valor alguno,
todo lo contrario, puedes vivir en la otra
y en la gloria de nuestro todopoderoso.
Restáurame en mis defectos,
lo que sea necesario, cambiando mi vida
para bien, que necesito ser una mejor persona.
Deseo ser íntegro en el Señor,
porque Él es el que me libra día a día
de mis límites, y los autos reclamos
que me hago a mí mismo.
Viviré haciéndote siempre en estas letanías
de humildad donde Jesús consuman su amor,
acompañada en la plegaria y súplica
que va a nuestro Padre.
Eres la luz en el camino del bien.
También ruego tener el valor y la valentía
para afrontar todas las dificultades
apenas aparezcan.
Porque sé que tu amor y protección
divina están a mi lado, acompañándome
cada vez que así lo necesito.
¡Bendito eres San José!
Porque Tú también tuviste la oportunidad
de decir que no y no ser humilde ante
lo que Dios te encomendaba.
Pero estuviste allí al pie del cañón,
enfrentando todo lo que puso en tu vida
siendo el guardián de María.
Haciéndote cargo de un embarazo
que no engendraste como hombre,
pero más importante fue tu corazón.
Sé que la Virgen María escucha mis súplicas
y está muy ligada a ti, siendo amigos fieles
y honestos, que me acompañan en
este camino tan incierto.
No obstante, en tu gloria divina va a vivir
la humildad que va a fortificar mi voluntad.
Porque así de grande eres Tú para
cumplir favores y súplicas.
Bienaventurado sea en el reino de los cielos,
donde estás a la diestra de Dios Todopoderoso,
apoyándolo en todo lo que necesita.
Intercediendo de la manera más bendita
por esta gran oración que solo hace
un buen pastor.
Gracias por otorgarme la humildad,
la recibo con todo el amor dentro
de mi corazón, para poder llevarla
con las personas que más amo.
Amén.
¿Por qué este patrono es un ejemplo de humildad?
En varios versículos de la biblia se resaltan las virtudes de San José, porque entre ellas existe la humildad y la devoción por el Señor. Por el respeto tan solemne que le tenía. Algunas personas que implementan los rezos continuos a San José, también tienen presente la oración de todas las mañanas.