Oración a Dios de arrepentimiento y liberación de mis pecados

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Cuando nos sentimos pecadores, sucios y lejos de Dios; la culpa y después de eso la miseria no tardan en apoderarse de nuestro espíritu. Una potente oración de arrepentimiento te permitirá alejarte del maligno y volver a los caminos de nuestro Señor Jesucristo con esta Oración a Dios de arrepentimiento y liberación de mis pecados.

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Recordemos pues, que nuestra fe, si, una fe inquebrantable e inamovible en que Dios podrá perdonarnos; será la clave principal para librarte de las garras del maligno y volver con Dios. Cree firmemente en Dios y en su infinita misericordia; Él te librara de tus culpas.

Dios te ama, si, Dios te ama porque eres su hijo. No importa que tanto le hayas ofendido; Él siempre estará dispuesto a perdonarte. Dios está  con los brazos abiertos esperando que vuelvas a Él con un corazón arrepentido.

Índice()
  1. Oración a Dios de arrepentimiento y liberación de mis pecados
  2. ¿Por qué es importante reconocer nuestros pecados?

Oración a Dios de arrepentimiento y liberación de mis pecados

Te invito a que con un corazón arrepentido y confiando en la infinita misericordia y bondad de nuestro señor Jesucristo, reces esta oración para librarte de los pecados que te afligen y logres la sanación espiritual

Antes de empezar, quiero reconocer que te he ofendido con mis actos;

a ti, Dios de amor en infinita misericordia.

¿Cómo pude haber sido capaz de ofenderte mi Señor?.

¡Oh, Dios de amor y bondad!.

 

Me encuentro lejos de ti; triste, solo, vacío y sin amor. La vida sin ti no es vida…

¿Cómo pude ser tan soberbio? Te abandone a ti, oh, fuente de amor infinito.

Me diste talentos, dones y virtudes con el fin de ayudar y servir a mis hermanos…

Pero, en vez de hacer eso, los utilice para mi beneficio personal.

¡Perdóname Señor!.

 

Me diste empatía y un corazón noble para sentir y sufrir con mi hermano…

Pero, decidí endurecer mi corazón y preocuparme solo por mí. ¡Perdóname Señor!

Me diste la capacidad de amar, de ser como tú y servir a los demás...

Pero, decidí lastimar, herir y ofender en mis hermanos.

¡Perdóname Señor!.

 

Me enseñaste a corregir desde el amor y no desde la soberbia;

a corregir con el ejemplo y no con palabras hirientes…

Pero, olvide tus enseñanzas.

¡Perdóname Señor!.

no he venido al llamar a justos sino pecadores al arrepentimiento

Me enseñaste que el principal objetivo de la vida es el servicio…

Pero, yo utilice a mis hermanos cruelmente para mi propio beneficio.

¡Perdóname Señor!.

 

Me diste libre albedrío para tomar mis propias decisiones y responsabilizarme

por mis actos… Pero, yo decidí esclavizar y engañar a mis hermanos

con falsas promesas e ilusiones.

¡Perdóname Señor!.

 

Me diste un corazón lleno de justicia y me creaste a tu imagen y semejanza…

Pero, yo decidí rechazar mi naturaleza, abrazar las injusticias y burlarme

de quien intenta seguir tu ejemplo.

¡Perdóname Señor!.

 

Con un corazón arrepentido clamo a ti. ¡Oh, señor!

Dios de infinito amor y misericordia que perdones mis culpas,

me liberes de las cargas que me afligen y recibas nuevamente en tus brazos.

 

Amén.

¿Por qué es importante reconocer nuestros pecados?

Nadie es perfecto; esto es una verdad irrefutable… Entonces, ¿quién puede ser salvado?. Todos, pero no porque seamos buenos o dignos, sino, porque Dios en su infinita misericordia decide perdonarnos una y otra vez.

Pero… Dios es un auténtico caballero; Jamás violara tu libertad, esa que el mismo te dio; no te obligara a que lo ames y sigas, sino, que dejara que seas tú quien tomes esa decisión. Dios está ahí, esperando tu regreso todos los días. De la misma forma en la que el Padre esperaba a su hijo menor en la parábola del hijo prodigo, así, Dios espera por ti con los brazos abiertos.

Levántate entonces y con un corazón verdaderamente arrepentido vuelve con Dios, no temas, Él te ama; no te juzgara, ni condenara; te recibirá con total gozo y alegría; hará una fiesta en tu nombre. No importa cuánto tiempo haya pasado, para Dios siempre serás su hijo y siempre esperara por tu regreso.

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