Oración poderosa a Dios para bendecir el hogar ¡Hoy y siempre!

Nuestros hogares a veces se ven envueltos en tormentas innecesarias, por eso siempre es de suma ventaja tener la presencia de Dios, nuestro señor, en nuestros corazones y casas. La oración poderosa a Dios para bendecir el hogar ¡Hoy y siempre! Está llena de infinita misericordia y bondad para cultivar el amor dentro de todos los familiares que habitan nuestro hogar.

https://www.youtube.com/watch?v=jeMMkYfMAzc

Siempre es grato abrirle las puertas de nuestra casa a Dios para que con su infinita benevolencia cuide y ampare a todos los que habitan en ella. La dicha y la gloria para seguir el ejemplo de Dios en nuestros hogares debe estar lleno de júbilo.

Índice()
  1. Plegaria poderosa a Dios para bendecir nuestro hogar
  2. ¿Cómo dirigirse a Dios para que bendiga nuestro hogar?

Plegaria poderosa a Dios para bendecir nuestro hogar

Permitamos que con esta oración poderosa a Dios para bendecir el hogar ¡Hoy y siempre! Él entra a nuestros hogares y los llene de dicha y bondad. Y que con su infinita luz, nos ilumine a todos los que hacemos vida en ella.

¡Oh mi Dios! Con esta plegaria

te abro las puertas de mi amado hogar,

para que con tu sabiduría habites en él,

y lo vayas librando de todo mal.

 

Además para lo colmes

de tus infinitas bendiciones.

 

Señor, tú eres mi Dios,

por eso hoy te entrego a ti

en tus manos mi casa,

como algún día me concediste la dicha plena

de dármelo para forjar mi familia.

 

Te ruego que entres en mi hogar

y te vayas llevando toda tristeza,

mal o angustia que aquejan

a cada uno de mis familiares.

 

Mi Señor, permite que la oscuridad

se vea sustituida por el genuino destello

de tu inmensurable luz y que, de aquí en adelante,

solo impere la prosperidad,

la salud y la comprensión.

 

Tú que eres mi padre celestial,

hoy que te estoy abriendo

las puertas de mi hogar, para que

habites en él con su infinita compasión y bondad.

 

Haz de mi sumisa morada,

un lugar protegido

por tu benevolencia y gracia.

Tú eres fuente de protección y contigo presente,

no habrá por quien temer.

 

Señor, te pido por aquellos

quienes aquí hacen vida,

guíalos por el sendero del bien y de la ventura.

 

Cada vez que alguno de mis familiares

salga de nuestra dulce morada,

por favor, te ruego para que los protejas

de las amenazas y asedios

que el maligno les pueda brindar.

 

Permita que regresen a casa

con la alegría del deber

que ha sido cumplido bajo tu nombre.

ciertamente yo buscaria a dios y encomendaria a el mi causa

Llénalos de infinita sabiduría,

para que con amor salgan victoriosos

de los retos que se les puede

presentar día tras día.

 

Al terminar cada jornada laboral señor,

permite que nos podamos reunir en familia

como el ejemplo que Jesús

junto a María y José nos han dado.

 

Señor, tú que eres bueno,

aleja cualquier disputa

que se pueda presentar entre nosotros

y haz que con amor podamos solucionar

cualquier acto que nos vaya a alejar como familia.

 

Haz que en nuestra familia

perdure el amor.

 

Postro mi corazón ante ti, mi Señor,

inundado de gratitud

porque soy fielmente creyente

de que has escuchado mis súplicas,

por ser tu humilde servidor.

 

Te agradezco Padre celestial,

que has sido el creador de todo sobre esta Tierra

por cobijarme con tu manto de bendiciones

y amor puro para que en mi familia y hogar

se vaya todo lo malo que nos pueda perturbar.

 

Mi Dios bondadoso,

mi alma se derrite y deleita

por saber que eres mi padre y mi ejemplo,

además que reinas y habitas en mi morada.

 

Porque sé que eres infinitamente bondadoso

y estoy consciente de quien

se acerca a ti con humildad,

siempre encontrará respuestas positivas.

 

Por favor, protege a mi familia,

hoy, mañana y siempre.

 

Amén.

¿Cómo dirigirse a Dios para que bendiga nuestro hogar?

La puerta de nuestro hogar es la parte que más importancia tiene. Porque por ella transitan las energías desde el interior de nuestras moradas como las que traemos el mundo exterior. Por eso, debemos invocar la presencia de Dios, con el mayor respeto posible.

No podemos permitir estar tristes a la hora de acudir a Dios para que venga a nuestro socorro. Al contrario, debemos sentirnos alegres y motivados, porque Él y nada más que Él podrá auxiliarnos en tiempos de crisis.

Subir