Hermosa oración final en la hora santa ¡Bendito seas, Padre!
Siempre es difícil decidirse por la mejor oración final en la hora santa, ya que debe encomendar los favores de una forma respetuosa. Donde no se permite pasar por alto, el también elevar la gratitud que tenemos por los milagros o favores que ya son una realidad. Este momento de comunicación con Dios debe ser sagrado.
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Oración final para terminar la adoración eucarística
Una de las opciones que tenemos es hacer la plegaria al Papa Francisco y a la Virgen a la hora de la comunión, para pedir por enfermedades o la pandemia. En casos generales, podemos hacer la siguiente oración:
Estimado y bendito Dios Todopoderoso,
actuando bajo mi fe, te encomiendo junto
a tu hijo, el Señor mío Jesucristo, por favor.
Por medio de tu cuerpo y tu espíritu,
restaura y sana todo
lo malo que hay.
Porque considero este un momento
indicado para tener la comunicación contigo,
donde no solo te pediré, sino que
también te agradeceré como prioridad
y luego te adoraré.
En mi corazón existe la humildad
para aceptar que tu poder es el más
grande en todo el universo.
La creación humana te pertenece
y del resto del planeta.
Puedo ver tu luz en la
inmensidad del cielo,
cuando veo las maravillosas nubes
y el brillo del hermoso sol.
Sé que allí reposa mi fe en cosas hermosas
que me recuerdan tu existencia.
Aunque no puedo verte, te creo y te siento
como algo inexplicable.
Pero no me importa,
porque tu amor siempre está conmigo.
Protegiéndome en toda circunstancia,
incluso en la oscuridad y ante los
monstruos espirituales.
Por eso, aprovecho este momento
de la eucaristía y te pido, Señor amado mío,
tu humilde misericordia para
perdonar mis pecados.
De tal manera, me atrevo a recibirte,
ya que, tengo la verdad en mis manos,
con el fin de ser entregada a ti, y de regreso,
me otorgues la paz disculpándome.
Confío en todo lo que
ejecutas y sé que tu Sagrada voluntad
obrará de la manera más sabia en mi vida.
Estimo estar resguardado
siempre en tu amor, que deseas
de propósito.
Por eso vengo a tu casa,
para adorarte y pedir los
favores necesarios.
Cuídame como un Padre cuida a
sus hijos, siendo mi ángel de la guarda
las 24 horas del día, ayúdame con tu divinidad
bendita, así recibir tu enorme gracia.
Sé Tú el intercesor que necesito
para conseguir la paz en todos
los aspectos de mi vida, cuida de mi familia
y de mi hogar.
Aléjanos de los maleficios
y hechizos, quédate a vivir dentro de nosotros.
En todo caso, recibimos el espíritu santo
que nos sigue entregando la fuerza
de salir adelante.
Iluminando cada paso que damos,
que no sea incierto y tenga
un propósito.
Necesitamos vivir siempre bajo
tu palabra, siendo personas
honestas e integradas para que nos
vaya de la misma manera.
Sé que en ti obtengo el perdón
de las cosas buenas que no he realizado,
porque no han sido realizadas con maldad.
Tú conoces mi corazón, Señor, y sabes
de que está hecho, por eso ayúdame
a ser mejor ser humano, de esa manera
conseguiré felicidad en la gratitud
que los otros tengan para conmigo.
Aunque con las acciones también lograré,
sentirme útil y una herramienta
que Tú mismo estás usando y manejando
a tu antojo, para hacerte feliz.
Eso es lo que quiero, Señor, que te encuentres
conforme con lo que soy, y además servirte.
En el Santo momento de la eucaristía
te doy gracias por la oportunidad
de poder visitarte y recibirte.
Porque por este medio tengo la
comunicación contigo, me siento acompañado
y bendecido ante cualquier circunstancia
que se me presenta.
Mi espíritu se encuentra en un estado de alabanza,
porque su alegría es inmensa.
Pues, el creador del cielo
y de la tierra, se encuentra
a mi lado cada vez que lo necesito.
Amén.
¿Cómo debe terminar una oración?
Las personas pueden concluir un ruego de diferentes maneras, pero la más recomendada entre esas es demostrar lo agradecido que estamos con el Señor. Por eso debemos recordarle, todo lo que ha hecho por nosotros y lo afortunados que nos sentimos. Esto se puede ejecutar realizando oraciones católicas o el rosario completo.