Divina oración final de adoración al Santísimo Sacramento
Las oraciones finales tratan de cerrar la comunicación y agradecer la visita de Jesús a nuestro espíritu. Pidiéndole virtudes como la sabiduría y el amor que vive en la fuerza o unión celestial. Con el poder celestial podemos recibir los dones para enfrentar la vida de manera más fácil.
Adoración en plegarias al final al Santísimo Sacramento del Altar
Por ello, haremos un culto en una oración al Espíritu Santo frente al santísimo Sacramento, que nos llenará el alma del amor puro y bendito. Se puede sentir un antes y un después de la plegaria y la comunión sacramental.
Buen Jesús, esta oración es en el final
de la eucaristía, pero quiero que sea
para reafirmar la fe y el comienzo de
una relación más fuerte que nunca.
A ti te ruego, el día de hoy
y porque estés en mí,
permaneciendo siempre presente
en cualquier momento.
Necesito pedirte por
aquellas personas que están conmigo,
como mis familiares y amigos.
Pero antes que nada te doy gracias
por lo que me has enviado,
porque tu santo nombre es bendito.
Siempre viene en el auxilio
de lo que necesito,
otorgándome virtudes.
Imploro a ti, entre mis angustias,
porque sé que Tú lo puedes todo
y no existe ningún mal en él
que no restaurares.
Tú eres Jesús, misericordioso.
Hijo del Creador Todopoderoso,
alguna vez moriste por nosotros
pagando nuestros pecados
para limpiar este mundo de la maldad.
Te pido perdón por mí y por
mis hermanos que a diario cometemos
errores y caemos en el pecado.
La verdad, Tú te mereces más que eso,
porque debemos ser seres íntegros
para vivir bajo tu honra y gracia.
Bendito Padre,
que nos da la oportunidad,
de resarcir los pecados.
Porque tenemos la misericordia
y la bondad de su corazón,
perdonándonos una y otra vez.
Te suplico que si tengo fallas en mi vida
y en mi actitud, por favor, las cambies,
por cosas buenas y por humildad,
de saber reconocer tu capacidad e implorarte.
Por eso en este día vengo buscando
que tu cuerpo y espíritu entre en mi ser,
que me bendigas
y así poder actuar de una buena forma.
Desde ahora me encuentro feliz, porque
sé que has llegado a mi vida a transformarla,
en algo mucho mejor de lo que era.
Así mismo, ayudas en mis necesidades,
lo que te suplico se me entrega.
Cada vez que pido un milagro, doy por hecho
que lo recibo. Ya que tengo la fe de un
grano de mostaza.
Además, estoy en un estado de gratitud
para contigo, porque he recibido tu clemencia
y me has enseñado a ayudar, servir y hasta amar.
Tengo en claro que me falta
la serenidad de saber esperar que
se cumpla tu santa voluntad y la sabiduría,
para así lograr entender lo que estás haciendo.
Porque a veces llega la angustia en mi
corazón a presionarme y tomar
malas decisiones.
Hoy no siento rencor para con nadie,
he perdonado a los que a mí me hicieron daño.
Porque coloco la otra mejilla,
tal cual como no los demostraste.
Mi espíritu se siente lleno de virtudes,
pero sobre todo con serenidad,
además, que tu palabra siempre
ha estado allí, para decirme que es correcto
y lo que debo sentir.
Guardándome en tu santa mano,
donde mis cargas las llevas Tú y también
iluminas mi camino.
No tengo idea que haría si no te tuviera
en mi vida, y tampoco si no pudiera venir a tu casa
a beber el vino y el pan logrando que
tu cuerpo llenará mi espíritu.
Afortunado soy porque tengo tu auxilio,
sobre todo en los momentos donde me
encuentro presionado por cualquier situación.
Por eso utilizo esta oportunidad
en una oración final con el fin de darte
la gratitud por todo lo recibido.
Te adoro y te amo y te agradezco,
mostrándote mi solidaridad
para con los demás.
Amén.
¿Cómo dar gracias al Santísimo?
Un espíritu lleno de alegría es capaz de reconocer todos los favores y bendiciones que tenemos en la vida a pesar de que existan situaciones malas. Además, dedicarle una hermosa oración católica en adoración a Dios, quien se ha comportado como nuestro Señor indispensable para el ser, alma y espíritu.